Un exposición artística alrededor de las mujeres de ro comunidades colombianas inspira una expedición periodística para encontrar las historias detrás de las retratadas. Un diálogo entre el arte y el o
Una exposición artística alrededor de las mujeres de cuatro comunidades colombianas inspira una expedición periodística para encontrar las historias detrás de las retratadas. Un diálogo entre el arte y el periodismo, con la realidad indígena como protagonista.
Para las mujeres misak, el telar es esencial y su conocimiento se ha transmitido de generación en generación. Es una armadura de cuatro listones de madera, los largos a ambos lados son el símbolo del papá y de la mamá, que son las autoridades de la casa, y los travesaños son los hijos; el telar reúne todo el núcleo familiarver más
La niña Olo Ninirtili, de doce años, pertenece a la etnia indígena de los gunadule y vive en la comunidad de Caimán Alto, en la serranía del Abibe... ver más
Exposición
Hijas del Agua: la exposición
Desde el 3 de agosto hasta el 7 de octubre el Museo Santa Clara fue el escenario donde Ana González y Ruven Afanador expusieron Hijas del Agua. Un muestra de una parte de su obra que promete retratar e intervenir otras culturas. Vea aquí parte de la exhibición.
Hijas del Agua, exposición en el Museo Santa Clara, es el inicio de un proyecto en colaboración de los artistas Ana González y Ruven Afanador que habla de las comunidades indígenas más apartadas y secretas de Colombia. Sus obras revelan la historia de mujeres indígenas, de su capacidad como creadoras de oficios ancestrales, de su fertilidad y de la herencia que transmiten a través de lo hablado, de lo cantado y de sus manos artesanas.Hijas del Agua es un homenaje a la mujer indígena colombiana, ya no como víctima de un conflicto sino con todo su poder de transformación en la sociedad. A través de la intuición, del amor y de sus oficios, las mujeres encuentran un camino para sanar las heridas del pasado y seguir escribiendo una nueva historia.
Las piezas surgen del contacto efímero de un fotógrafo y una artista con un mundo secreto para muchos. Es la sorpresa del encuentro con un universo de saberes ancestrales con seres que son naturaleza agua, río, montaña, viento y selva. Nada aquí es racional o filosófico. Todo pertenece a ese mundo que ha sido aplastado por la guerra y la razón. Es el universo de la intuición, la creatividad, la inclusión y la creación, opuestos al mundo de la conquista, de la depredación, del puro pensamiento. También los textos que acompañan a las obras pretenden hacer eco de esas voces desde la sensibilidad ancestral y el valor de estas mujeres.
Hijas del Agua refleja en sus obras lo que solo se ha contado, bordando los pensamientos, dibujando la naturaleza y los sentimientos, todo desde la sentida mirada del corazón.
El comienzo de una expedición
Llegar a lugares ajenos para calcar lo que, entre cantos y voces tímidas, se esconde y resulta ser lo más profundo de la cultura fue la travesía de la artista plástica Ana González y el fotógrafo Ruven Afanador emprendieron hace más de un año. Junto con un gran equipo humano decidieron captar el espíritu femenino de las arhuacas, las misak, las gunadule y las wayuu. La primera parte de una travesía que continuará inmortalizando otros grupos indígenas del país.
Datos demográficos
- Wayuu270.413 personas
La etnia más numerosa de Colombia
51,2% mujeres
48,8% hombres - Arhuaco22.134 personas
51,6% hombres
48,9% mujeres - Misak21.085 personas
50,4% hombres
49,6% mujeres - Gunadule2.383 personas
50,3% hombres
49,7% mujeres
Ana González y Ruven Afanador en el Putumayo produciendo una de las próximas obras de Hijas del Agua.
Ruven Afanador fotografiando a una de las mujeres gunadule en la comunidad de Caimán Alto, Urabá antioqueño. Viaje realizado con la colaboración de Artesanías de Colombia.
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