EMPLEO FEMENINO
Las empresas con mujeres en
puestos directivos mejoran sus resultados
Un informe de la OIT señala que en la
mayoría de las empresas con diversidad de género en su dirección mejoraron sus
beneficios entre un 5% y un 20%
La incorporación de mujeres
a la dirección de las empresas es buen negocio: lo dice literalmente la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en el
prefacio de su informe Las mujeres en la gestión empresarial:
Argumentos para un cambio, un documento que recoge los resultados de 13.000 encuestas
a empresas de 70 países sobre el impacto de la diversidad de género en los
altos cargos de las compañías. Los resultados son elocuentes: Más del 57% de
las compañías consultadas señalaron que sus iniciativas a favor de la
diversidad de género mejoraron su rendimiento empresarial, y el 74% de las empresas que promovieron la
diversidad de género en su dirección registraron mejoras en su beneficio de entre un
5% y un 20%. La mayoría de las compañías (54%) también notifican mejoras en su
creatividad, innovación y apertura, un porcentaje igual reporta mejoras en su
reputación.
Todos
los efectos positivos de la diversidad de género en la cúpula empresarial se
producen, según el análisis de la OIT, a partir de un umbral mínimo de presencia femenina en la
dirección del 30%; sin embargo, ese hito no se alcanza en cerca del
60% de las compañías consultadas. El informe enfatiza la necesidad de adoptar
medidas concretas para aumentar la visibilidad de la mujer y facilitar su
promoción en áreas empresariales estratégicas, y señala algunos de los sesgos
de la cultura empresarial actual que erigen obstáculos a la diversidad de
género en las cúpulas directivas.
Paredes de cristal
Uno de esos obstáculos son las llamadas
"paredes de cristal", la segregación por género en la dirección por
la que se tiende a considerar a las
mujeres sólo para los roles directivos de apoyo (como recursos
humanos y administración), mientras que son en su mayoría hombres los que
ocupan las áreas más estratégicas (como investigación y desarrollo u
operaciones) que son las que conducen más fácilmente al consejo de
administración y a la dirección general. Otro fenómeno, la "tubería con
fugas", resalta cómo la
proporción de mujeres que desempeñan cargos directivos va menguando a medida
que se asciende en la jerarquía. Sesgos y barreras que emanan de un
entorno en el que una de cada ocho empresas tienen consejos de administración
en los que todos sus integrantes son varones, y en el que el director ejecutivo
de más del 78% de las empresas participantes en la encuesta es hombre.
Las cosas están cambiando, según el informe:
desde el año 2000 la representación de las mujeres en los equipos de dirección
ha crecido de forma más o menos constante en las economías avanzadas (en el
caso de España, el crecimiento es constante desde 2003). Pero la OIT urge a
acelerar ese ritmo adoptando medidas
que combatan los sesgos discriminatorios en materia de
reclutamiento y promoción, y eliminar prácticas de desigualdad tan evidentes
como la brecha de género, actualmente situada a nivel global en el 22%.
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