El dolor no debe quedarse dentro 

Sentir duele. Pero también nos transforma. 



El dolor no es un enemigo, es una señal. Nos recuerda que estamos vivas, que hemos amado, que hemos luchado, que seguimos aquí. Sin embargo, dejarlo dentro, encerrarlo sin procesarlo, nos consume desde adentro.
Porque sanar no es olvidar, sino permitirnos liberar lo que nos quema. Porque no fuimos hechas para cargarlo todo solas, sino para encontrar maneras de transformarlo.


No hay comentarios:
Publicar un comentario
Esperamos sus comentarios