El trabajo invisible que sostiene la vida en el hogar
En los hogares, solemos valorar al proveedor que trae el dinero, pero pocas veces reconocemos la labor de la cuidadora, generalmente una mujer, que sostiene la vida desde lo invisible. Cocinar, limpiar, educar, acompañar, cuidar a los enfermos y mantener la armonía en casa son tareas que no se pagan con un salario, pero sin las cuales ningún hogar podría sostenerse, por muy alto que sea el ingreso económico.
El mensaje de la imagen nos recuerda que el trabajo doméstico y de cuidado es fundamental, aunque históricamente ha sido invisibilizado y naturalizado como una “obligación femenina”. Reconocer su valor implica avanzar hacia la equidad de género, donde tanto hombres como mujeres compartan responsabilidades y se construya una sociedad más justa.
Porque, al final, el dinero mantiene el techo, pero son los cuidados los que mantienen el hogar.
Labor que persiste en la historia y construye familias
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