El peso real de los cuidados
Pero lo que olvidan es que un garrafón no pesa más que un hijo cargado con fiebre a las 3 de la mañana.
Las mujeres han sostenido a familias enteras en brazos cansados, han cargado a hijas, hijos, compras, mochilas y hasta problemas que no les corresponden… Y lo hacen sin reconocimiento, sin salario y muchas veces sin descanso.
Lo verdaderamente pesado no son los litros de agua, sino la indiferencia hacia todo lo que ellas cargan día a día: cuidados, trabajo doméstico, preocupaciones, responsabilidades y un sistema que da por hecho su esfuerzo titánico.
La próxima vez que alguien dude de lo que una mujer puede cargar, habría que recordar que no se trata de fuerza, sino de injusticia: ellas no deberían cargar solas con todo.
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