viernes, 12 de abril de 2024

En Femenino

 

Mujeres no feministas y sororidad

El machismo es reproducido por hombres y mujeres. Quizá la represión masculina en relaciones paterno-filiales, relaciones de pareja, relaciones de autoridad eclesiástica, de autoridad educativa, relaciones de supervisión laboral y casi cualquier ámbito de conexión entre un hombre y una mujer, tenga tanto arraigo con instituciones y ejemplos tan nítidos y vigentes, que resulte menos atractivo valorar la represión machista y patriarcal que ejerce una madre sobre su hija, una maestra sobre sus alumnas, una jefa sobre una o varias empleadas, entre otras relaciones que reproducen valores alejados de una ética género sensitiva.

Pero creo que las mujeres tenemos un rol determinante en las transformaciones género equitativas y que ganar espacios de adhesión sobre el conjunto general de las mujeres, adolescentes y niñas en el planeta resulta una tarea primaria y transversal a todo el movimiento feminista.

Esto me lleva a considerar dos elementos de costo-oportunidad derivados de esta decisión. Uno, los hombres no forman parte de los avances esperables en sororidad, más allá de que los hombres puedan o no ser feministas y trabajar junto a nosotras por un mundo género igualitario. No es ninguna forma de rechazo. Es una diferencia en torno a la sororidad. La sororidad es femenina o no es. Bienvenida la sensibilidad, solidaridad y proactividad masculina en este proceso transformacional.

Dos, las mujeres, incluso las que descreen de los movimientos feministas y las que creen que el mundo es mejor sin la igualdad de género (por tanto, mujeres que se sienten cómodas en el espacio machista patriarcal y además creen que es su deber defenderlo) merecen una atención sistemática, innovadora y paciente por parte de las feministas.

Más allá de la ideología

No es razonable plantear este asunto como una simple lucha ideológica, como si mi deber de “socialdemócrata liberal” fuese convencer a los “socialistas” o mi deber “socialista-marxista” fuese convencer a los “socialcristianos”. Muchos de los esclavos que fueron formalmente liberados por cambios institucionales que hicieron ilegal la esclavitud, reaccionaron negativamente a la nueva legislación y defendieron su estatus quo dentro del régimen que los esclavizaba. Las gestiones para retrotraer la situación de estas personas a su condición natural de seres libres, implicaron en muchos casos, años de transformación educativa, con implicaciones y reminiscencias hasta la actualidad. Por ejemplo, la segregación racial fue legal hasta hace pocos años en países como Suráfrica o Estados Unidos y no es extraño que se sigan considerando las implicaciones de estos procesos en la cotidianidad de las relaciones sociales en estos países.

Necesario es plantearse un ideario básico, un centro pivote flexible del diálogo, aun considerando los extremismos religiosos o ideológicos. Porque si creemos que hombres y mujeres siendo diferentes tenemos el derecho a ser tratados como humanamente iguales, entonces la vocación de las mujeres con ciertos roles y ciertos estereotipos tiene cabida en un mundo igualitario, siempre y cuando surja realmente de su voluntad. Como ese ejercicio de voluntad es dudoso hoy en día, la pelea incluirá durante muchos años, los cambios jurídico-institucionales que harán inviables muchos de los roles que hoy se defienden, por resultar inmorales desde el punto de vista género sensitivo (por ejemplo, la poligamia o el matrimonio infantil).

Sororidad para todas

Pero nosotras, las mujeres feministas, nos debemos a un ejercicio de sororidad que va más allá del planteamiento ideológico o teológico. Necesitamos extender mucho más y durante mucho más tiempo el plan de liberación mental (y el plan político institucional, cultural y social que lo respalde) que reciba a tantas mujeres estrechadas en el cerco machista y patriarcal, para que más y más niñas y mujeres puedan dar el paso adelante que haga, de cada una de ellas, centros autónomos de decisión personal, familiar y comunal, plenas de poder, autónomas para decidir.

Proximidad más que distancia. Centro común, más que extremo divergente. Innovación más que discurso único. Hagamos de la sororidad un acto común y global sin limitaciones ni fronteras. Hablemos con todas.

 

En Femenino

 Sororidad: Valor feminista

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Como mujeres debemos defendernos a nosotras mismas, debemos defendernos unas a otras, debemos defender la justicia para todas.

Michelle Obama

El término sororidad proviene de la palabra inglesa “sisterhood”, utilizada en los años 70 por Kate Millet, referente del feminismo de la segunda ola y autora de Política sexual. Años más tarde, la académica mexicana, Marcela Lagarde, utilizó la versión en español, sororidad, por primera vez desde una perspectiva feminista tras verlo en otros idiomas, “encontré este concepto y me apropié de él, lo ví en francés, ‘sororité’ y en inglés, ‘sisterhood’”, explica.

Lagarde la define como “una forma cómplice de actuar entre mujeres” y considera que es  “una propuesta política” para que las mujeres se alíen, trabajen juntas y encabecen los movimientos. Como ella misma defiende, da igual cómo se diga, “lo importante es el desarrollo”.

Teresa San Segundo, la define como “solidaridad entre mujeres, una empatía y un acercamiento hacia otras mujeres” y para la escritora y defensora de los derechos de las mujeres Leslie Morgan es una “hermandad de mujeres que te ayudan”.

“Comportarse con sororidad es básicamente pensar que tienes elementos de opresión en común con las mujeres que tienes a tu alrededor”,  así lo define la periodista y humorista Nerea Pérez de las Heras, para quien las mujeres son “naturalmente colaboradoras” y “naturalmente amigas”

La sororidad es hermandad, pero la sororidad política es hermandad contra el patriarcado, es un pacto de ayuda mutua frente a la competitividad del patriarcado.

Marcela Lagarde considera que la sororidad es un pacto político entre mujeres feministas que sirve de arma para eliminar las desigualdades de género, siempre reflejadas en todos los informes de ONU Mujeres.

El término sororidad empezó a ser acuñado en el área de las ciencias sociales para conceptualizar la necesidad de la creación de vínculos y alianzas naturales entre las mujeres con el fin de eliminar las opresiones sociales que las afectan como, por ejemplo, el patriarcado.

La sororidad es una nueva forma de encarar los problemas sociales mediante una relación más íntima y comprensiva entre mujeres creando así el empoderamiento del género femenino en la sociedad actual.

El feminismo propone que este concepto vaya más allá de la solidaridad. La diferencia radica en que la solidaridad tiene que ver con un intercambio que mantiene las condiciones como están; mientras que la sororidad, tiene implícita la modificación de las relaciones entre mujeres. En resumidas cuentas, la sororidad se traduce en hermandad, confianza, fidelidad, apoyo y reconocimiento entre mujeres para construir un mundo diferente; percatarse que desde tiempos antiguos hay mujeres que trabajan para lograr relaciones sociales favorables para ellas y para nosotras, recordando siempre que todas somos diversas y diferentes.

Para que la sororidad sea posible, se ha de entender que ésta no incita a competir a la mujer con otras féminas por espacios, poder, fama, hombres o dinero; por el contrario, es una invitación necesaria a la comprensión de las diferencias, justicias e injusticias, y trabajar en las semejanzas entre pares, como seres iguales en los distintos escenarios. Una convivencia compartida, incluyente, hacia la construcción de una realidad más justa, en donde no se siga legando a las generaciones presentes y futuras el padecimiento de la opresión, el abuso o discriminación de un sistema patriarcal.

Para comenzar a practicar sororidad, www.oxfammexico.org nos sugiere:

  1. Paremos de juzgar nuestra apariencia física y la de las demás.
  2. Tengamos siempre presente que las decisiones sobre nuestro cuerpo son solo nuestras, evitemos juicios sobre quienes han decidido o no tener hijos.
  3. Respetemos las formas en las que las demás eligen vivir su sexualidad, omitamos calificar y/o cuestionar estas elecciones.
  4. NUNCA justifiquemos el acoso o la violencia hacia otras mujeres, ni dudemos de sus testimonios, prohibido decir «ella se lo buscó».
  5. Evitemos reproducir ideas y juicios sobre nosotras, como que somos débiles, dramáticas, histéricas, etc.
  6. Seamos amables y generosas con las demás, seamos esa persona que nuestras amigas llamarían sin importar el problema que tuvieran.
  7. Cuando una mujer nos quiera hablar mal de otra, expliquémosle el grave error que está cometiendo al dejar de ser una aliada.
  8. Cuando conversemos con nuestras amigas incluyamos temas de autocuidado.
  9. Generemos una red de seguridad con nuestras amigas, mantengámonos en comunicación, estemos al pendiente de nuestras ubicaciones y tengamos planes de contingencia.
  10. Sumemos a todas las amigas que podamos.
Eso sí es empoderamiento. Unirnos políticamente para denunciar a quienes abusan o violentan nuestros derechos y sentar precedentes para que aberraciones similares no vuelvan a ocurrir. Sin peros ni condiciones. No funciona eso de te apoyo si eres de las mías, o las de mi país, o las de mi color. O peor aún, terminar no apoyando en absoluto, disfrazado con la sentencia de que “todas somos iguales y merecemos el mismo apoyo”. No es verdad, todas somos diversas y unas la están pasando peor que otras.
Justamente, quienes estamos en posición más privilegiada, bien sea de clase, raza, ubicación geográfica, nivel de influencia social en medios, somos las llamadas a protestar más duro y más alto para reclamar justicia cuando una hermana es víctima de las desigualdades y discriminada por su condición de hembra humana.
Este mes le rendiremos homenaje con frases de feministas sororales y las hermosas imágenes de nuestra @vanetsoi de @ltcstudio en el Calendario Valores Feministas 2021 que diseñó  @vulva.tabu
APROVECHAMOS PARA AGRADECER por tantas muestras de sororidad recibidas con motivo del lanzamiento de nuestro Calendario. Estamos felices por ello!



jueves, 11 de abril de 2024

En femenino

 

Un encuentro con la sororidad


Siempre hemos escuchado que en la unión está la fuerza, pero muchas hemos crecido bajo un discurso que nos lleva a la competitividad y lucha constante por el simple hecho de ser mujeres. Desde pequeñas hemos oído que las mujeres son más conflictivas y problemáticas, ligándolas a connotaciones donde la envidia, la competencia desleal y emisión de juicios de valor negativos, resultan una alerta al momento de formar algún tipo de relación con otra mujer.

Cuando escuché el término sororidad, honestamente no sabía de qué me hablaban exactamente. Por ser un término nuevo para mí, al principio lo noté extraño y ajeno, y debo admitir, que, gracias a las ideas preconcebidas que tenía, lo miré con cierto recelo. Pero la curiosidad pudo más y de inmediato comencé a documentarme y buscar información sobre ese concepto que llegaba a mi vida.

Según la Real Academia Española, la sororidad es la relación de solidaridad entre las mujeres, especialmente en la lucha por su empoderamiento. Un término acuñado por la mexicana Marcela Lagarde en la década de los setenta, que resuena cada vez con mayor poder por la profunda implicación que tiene: la manera de vincularnos como mujeres dentro de la sociedad.

Esa vinculación se da por la experiencia de vida compartida a diferentes niveles, por las luchas a las que nos hemos enfrentado a nivel personal y que por coincidencia, otras también han vivido.

Para mi sorpresa, el concepto de sororidad resulta hermosamente simple y complejo a la vez. Por un lado, se refiere a la unión entre mujeres por una causa común, pero a su vez, implica una profunda empatía por la otra, respeto por su camino de vida y lucha activa por sus derechos, que se conjuga con un apoyo en todos los ámbitos, desde lo personal y educativo, hasta lo laboral y social.

Es un término que invita a pensar en la otra e innegablemente te invita a reconectarte con tu esencia, a reconocer partes de ti en otras mujeres, a honrar el camino que otras ya han transitado y a aquellas que lo transitarán después de ti.

Aunque muy sonada, la sororidad no se trata de una tendencia, se trata de un compromiso a largo plazo y la voluntad para lograr un cambio, por las mujeres que estuvieron, las que están y las que vendrán. Independientemente de las diferencias que existan, practicar el compañerismo y sobre todo, enaltecer un deber prácticamente implícito:  asegurarnos que ninguna se quede atrás.


miércoles, 10 de abril de 2024

LIDERAZGO

Inscríbete al curso virtual de liderazgo e inteligencia emocional ¡Es gratuito!



Desarrollar las habilidades blandas se ha convertido en una necesidad fundamental para que las personas puedan desenvolverse con confianza y eficacia en diversos ámbitos; y en las mujeres significa empoderarlas para liderar cambios positivos, en su familia, en sus comunidades y en la sociedad en general.

A través de este curso, las mujeres adquieren herramientas prácticas que les permite identificar su potencial, alcanzar sus metas personales y profesionales, y convertirse en agentes de transformación social. Con estas habilidades, pueden enfrentar desafíos con resiliencia, inspirar a otras personas a seguir su ejemplo y contribuir de manera significativa al progreso y la equidad en Bogotá.

El curso es totalmente gratis y está dirigido a todas las mujeres en Bogotá, mayores de edad. Las interesadas solo necesitan un computador o celular con acceso a Internet y la disposición para aprender habilidades que enriquecerán su vida.

Este proceso formativo está diseñado para desarrollarse en 20 horas. Una vez terminado el curso con al menos el 75% de las actividades propuestas, las mujeres recibirán una constancia de participación expedida por la Secretaría Distrital de la Mujer.

El Curso de Habilidades Socio-emocionales está dividido en 7 módulos que son impartidos virtualmente, donde las mujeres podrán adquirir conocimientos y habilidades en liderazgo, negociación y comunicación:

- Módulo 1. Inteligencia emocional.

- Módulo 2. Comunicación y escucha activa.

- Módulo 3. Liderazgo - cómo superar los obstáculos.

- Módulo 4. Creatividad.

- Módulo 5. Planificación - manejo del tiempo libre.

- Módulo 6. Negociación - cómo generar acuerdos.

- Módulo 7. Flexibilidad cognitiva - alternativas ante los cambios.

¿Cómo inscribirse? 

Las mujeres interesadas clic en este enlace para inscribirse diligenciando los espacios requeridos o al correo: cursosvirtuales@sdmujer.gov.co.

martes, 9 de abril de 2024

La independencia económica

La independencia económica como un factor para generar espacios seguros para las mujeres

Avon en aras de afianzarse como una compañía que promueve espacios de igualdad, estrena taller en el sitio Grandiosa Mujer Avon (GMA): “Conoce cómo crear espacios seguros para todas”, de la mano de Tania Pimentel, fundadora de Women Index, empresa tecnológica que, a través del networking, inspira a la población femenina a construir su propio camino profesional.

Durante esta sesión se comparte una guía que ayuda a las mujeres a realizar un autoanálisis para identificar posibles signos de violencia económica que pueden afectar su desarrollo profesional, cómo reaccionar ante dicha situación y medios a los que pueden acercarse para ser orientadas.

De acuerdo con la experta, cerca del 30% de las mexicanas mayores de 15 años enfrentó en algún punto de la vida violencia económica o patrimonial, la cual se define como la acción del agresor al ejercer poder o apropiarse de los bienes materiales y económicos para obtener demandas específicas. Este problema es poco visible y difícil de detectar ya que no deja huella física en la víctima; sin embargo, es igual de importante a otros pues, en la mayoría de los casos, da pie a más abusos.

La importancia de visibilizar las actividades de las mujeres dentro y fuera de casa

Miles de mujeres, a lo largo de la historia, han abandonado su camino académico o profesional, y muchas veces no por decisión propia, sino que se han visto obligadas por sus contextos de vida. Prueba de ello es que el 51.2% de la sociedad en Latinoamérica está representado por mujeres y, pese a estas cifras, son los hombres quienes se encuentran mayormente en las plantillas laborales.

Estos y otros talleres más se pueden encontrar en el sitio https://www.grandiosamujeravon.com de manera gratuita, con el objetivo de alentar el bienestar en todos los círculos de la sociedad y promover la mentalidad de que un mundo mejor para las mujeres es un mundo mejor para todas las personas.

lunes, 8 de abril de 2024

Bellesa Inclusiva

 

La belleza inclusiva: Un movimiento que llegó para quedarse



En el pasado, la industria de la belleza se caracterizaba por una visión limitada y excluyente. Los cánones de belleza tradicionales privilegiaban un tipo de mujer: joven, blanca, delgada y con rasgos específicos.

Sin embargo, en los últimos años, ha surgido un movimiento que busca desafiar estos estereotipos y celebrar la diversidad: la belleza inclusiva.

¿Qué es la belleza inclusiva?

La belleza inclusiva va más allá de una tendencia o moda pasajera. Es un movimiento que busca redefinir los estándares de belleza y representar a todas las mujeres en su individualidad y autenticidad.

Se trata de aceptar y celebrar la diversidad de cuerpos, colores de piel, edades, géneros, expresiones de género y características físicas. La belleza inclusiva reconoce que la belleza no tiene una única forma, sino que se manifiesta en todas las mujeres.

Un cambio en la industria

Cada vez son más las marcas de belleza que se suman al movimiento de la belleza inclusiva. Lo hacen ampliando su rango de productos para diferentes tipos de piel y necesidades, utilizando modelos con mayor diversidad en sus campañas publicitarias y promoviendo mensajes que empoderen a las mujeres a aceptarse y amarse tal como son.

Beneficios de la belleza inclusiva

La belleza inclusiva tiene un impacto positivo en la sociedad, ya que:

  • Promueve la autoestima y la confianza en las mujeres.
  • Combate los estereotipos de belleza y la discriminación.
  • Celebra la diversidad y la individualidad.
  • Empodera a las mujeres a aceptarse y amarse tal como son.

Un camino por recorrer

Si bien se han logrado avances significativos, aún queda mucho camino por recorrer para que la belleza inclusiva sea una realidad en todos los ámbitos. Es necesario que las marcas continúen con este compromiso, que los medios de comunicación transmitan mensajes positivos y que las mujeres se apoyen entre sí para construir una sociedad más diversa e inclusiva.

La belleza inclusiva no es solo una tendencia, es un movimiento que llegó para quedarse. Es una invitación a celebrar la belleza en todas sus formas y a construir una sociedad donde todas las mujeres se sientan representadas, valoradas y empoderadas.

#BellezaInclusiva #TodasSomosBellas

“Si bien cada cultura tiene matices, creemos que la inclusión es un tema global. Ahora nos desafiamos a nosotros mismos a comprometernos con esta ambición en todo el mundo”


domingo, 7 de abril de 2024

Mujeres en la literatura

 


Gabriela Mistral, seudónimo de Lucila Godoy Alcayaga, fue una destacada figura de la literatura chilena y latinoamericana. Nacida en el Valle del Elqui, Chile, en 1889, Mistral fue educadora, poetisa y diplomática, y su trabajo trascendió las fronteras de su país natal para dejar una marca indeleble en la cultura y la educación a nivel mundial. Su importancia radica no solo en su obra literaria, sino también en su incansable labor como educadora y activista cultural.

En 1945, Gabriela Mistral fue galardonada con el Premio Nobel de Literatura, convirtiéndose en la primera persona latinoamericana en recibir este honor. Este premio fue un reconocimiento a su poesía, que se caracteriza por temas de amor, traición, muerte y redención, así como por su profundo sentido de identidad americana. Sus aportes literarios incluyen obras maestras como "Desolación", "Ternura" y "Lagar", que han influenciado a generaciones de escritores y lectores alrededor del mundo.

Mistral dejó una huella significativa como educadora, promoviendo la importancia de la enseñanza y el papel de la mujer en la sociedad. Fue una defensora de los derechos de los niños y las minorías, y su legado en este ámbito se refleja en su trabajo en México y otros países de América Latina, donde ayudó a reformar los sistemas educativos. Además, su influencia como diplomática y miembro de diversas organizaciones internacionales le permitió abogar por la paz y los derechos humanos.

Entre los acontecimientos importantes de su vida, se destaca su participación en la reforma educativa mexicana junto a José Vasconcelos y su labor en la Liga de Naciones. Gabriela Mistral también desempeñó un papel crucial en la promoción de la literatura y la cultura latinoamericana en Europa y Estados Unidos, lo que contribuyó a un mayor reconocimiento de la identidad cultural de América Latina.

El legado de Gabriela Mistral sigue vivo a través de sus escritos y las instituciones que llevan su nombre, como el Museo Gabriela Mistral de Vicuña y numerosas escuelas y bibliotecas en todo Chile y América Latina.

#AmorPropio

    𝐂𝐨𝐧𝐭𝐢𝐠𝐨 𝐬𝐨𝐲 𝐟𝐞𝐥𝐢𝐳… 𝐩𝐞𝐫𝐨 𝐬𝐢𝐧 𝐭𝐢 𝐭𝐚𝐦𝐛𝐢𝐞́𝐧   Muchas veces nos enseñan que la felicidad solo existe si estamo...