Hoy es 26 de noviembre.

Por Lola Vendetta

Hoy es 26 de noviembre. Ya no es #25N. En algún lugar de tu barrio, de tu pueblo, de tu ciudad o de tu grupo de amigxs, una mujer se ha despertado con el cuerpo apretado. Ha normalizado las contracturas, el ardor de estómago, la presión en el pecho, “el estado de alarma” constante... La paz de su hogar es tan impredecible que se ha acostumbrado a vivir en la incertidumbre. Nunca sabe qué despertará la furia de su compañero.

Hace tres día, viendo un monólogo, ella soltó una carcajada y él la regañó durísimo porque la risa era demasiado fuerte. Después de gritarle lo mala compañera que era durante una hora - a lo que ella le contestaba “Pero si solo me he reído” - él se le acercó, le dio un beso en la frente y le dijo “Venga va, no discutamos, corazón. Si aquí prima el amor por encima de todo”. Nunca sabe muy bien cómo abrazarlo después de tantos gritos, pero lo hace. Si lo abraza, él se calma y así es mejor.

Al principio de la relación sus cabreos eran más esporádicos y venían acompañados de toda una argumentación lógica imposible de refutar. Él fundamentaba su volatilidad en los errores de ella, en hechos reales, en análisis de la realidad tremendamente precisos. Él tenía razón y ella tenía miedo. Ya está. Y al día siguiente él le hacía el desayuno y se lo traía a la cama y eso sí que se lo contaba a sus amigas. Y así pasaban los días.

Se enamoraron hace seis años y tuvieron el mejor sexo del mundo. Todo su entorno le decía que estaban contentxs de verla tan enamorada. Se tomaban fotos y se veían increíbles. Eras dos seres raros que se habían encontrado para compartirlo todo.

“Estamos pasando por un mal momento” le dice a su amiga mientras hacen un zoom durante el confinamiento. El amor es complicado ¿cierto? Al menos eso le han dicho a ella toda la vida. Que todas las parejas pasan sus crisis... y esta debe ser una de ellas ¿no? Como mamá y papá que también se gritaban y siguen juntos a pesar de todo.

“Amiga. Llevas en un mal momento 6 años. Cuando me digas VEN, vengo a buscarte. Pero tienes que decirme VEN”.