Entrevista a la escritora para niños y docente afrocolombiana Mary Grueso
Hemos tenido el honor de entrevistar a Mary grueso. Nacida en el Corregimiento de Chuare Napi, en Guapi, en el departamento del Cauca, Mary es considerada una de las voces más fuertes del Pacífico Colombiano. Maestra, narradora oral y poeta afrocolombiana, nieta de personas esclavizadas, Mary es una mujer que cuenta con una vida académica bastante extensa.
En alusión a uno de tus hermosos poemas “De dónde soy” me gustaría empezar esta entrevista preguntándote ¿Quién es Mary Grueso Romero? ¿Podrías contarnos de ti y de tus raíces africanas? ¿Dónde naciste y creciste? ¿De dónde son tus padres y tus abuelos? (0 min 24 segundos)
Muy interesante la pregunta. Mary Grueso Romero es una mujer negra del Pacífico colombiano. Nací en un pueblo del departamento del Cauca, que se llama Guapi. Mis padres y mis abuelos son de Guapi y pertenecemos a la diaspora africana.
Como digo en un poema, no sé de dónde vengo. Ese es el gran interrogante. Porque no puedo decir que soy de tal o cual parte del continente. Lo único que sé es que soy procedente de África, porqué mis antepasados vienen de allá. ¿De qué parte? No lo sé. Porque los traían de cualquier manera y los vendían en la plaza de Cartagena.
La gente lo perdía todo, excepto su rebeldía y su color de piel.HAZ CLICK PARA TWITTEAR
Y así seguimos. Tratando de visibilizar nuestra herencia cultural y tratando de dignificar el trabajo, la angustia y el sufrimiento del pueblo negro al salirse de su base, de su cultura y tener que venir a echar sus raíces en otro continente que no conocía, donde todo era diferente; el idioma, las costumbres. Etcétera.
Estoy orgullosa de proceder de África. Y yo digo siempre en mis charlas y en mis conferencias, cuando estoy en la universidad con mis alumnos, que independientemente de dónde hayamos nacido, nosotros sí sabemos de dónde venimos. A pesar de todas las dificultades y que no ponían a dos negros en el mismo lugar cuando procedían de la misma zona del continente para que no pudieran escapar, fuimos capaces de conservar algunas costumbres africanas.
De hecho, acá en Colombia, hay un lugar que se llama San Basilio de Palenque, que dicen fue el primer pueblo libre en América o Abaya Yala. La historia nos cuenta, que un grupo de personas esclavizadas logró librarse del yugo español. Huyeron por el departamento de Bolívar por los Montes de María y formaron lo que hoy en día llaman el palenque de San Basilio. Ellos aún conservan el idioma procedente del bantú y las costumbres ancestrales. Aunque todo ello ha cambiado un poco por la modernización.
Me parece muy interesante. Has comentado que hay cosas que no pudieron quitarnos, como la dignidad y parte de la cultura o costumbres, porque al final no pudieron borrar esa huella. Al hilo de esto y por lo que he leído y escuchado de ti, utilizas la escritura y la tradición oral como un medio de expresión, una oportunidad para contar historias del pueblo afrocolombiano y más en concreto del pacífico colombiano y conservar un legado cultural (la oralidad) que es patrimonio cultural de toda la humanidad.
¿Por qué la literatura como medio de resistencia? Y ¿Cuál crees que es para ti el gran valor de la oralidad o tradición oral en esa lucha? (6 min 53 segundos)
La tradición oral ha sido y es el eje central y la columna vertebral de los pueblos negros en América.
La oralidad ha sido la que nos ha permitido sostener nuestra cultura, nuestra identidad, nuestras costumbres y es el legado ancestral transmitido de generación en generación.HAZ CLICK PARA TWITTEAR
Es cierto que hemos ido perdiendo en el camino algunos detalles, algunos elementos, pero hemos tratado de conservar lo que hemos podido.
En Colombia se está haciendo un trabajo de recuperación por amor a nuestra Madre África, para que no se pierda ese legado y que se siga ampliando. Hay gente que también ha viajado a África, pues existe una idealización y exaltación del continente a pesar de sernos completamente desconocido. Yo en casi todos mis poemas nombro a África y el tono de mi piel, porque es como parte de uno mismo.
El recurso que nosotros teníamos para todo era la oralidad. Los abuelos, los tatarabuelos, nos enseñaban las cosas en ese registro. Las madres y padres enseñaban el oficio a los hijos e hijas a través de la oralidad y los sentidos. Desde lo básico a lo más complejo, por ejemplo, cómo limpiar el pescado y como curarlo con limón. Todo ese saber y tradiciones no se encontraba en ninguna parte escrita. Todo era de forma oral. Los papás se llevaban a los niños desde los cinco años con él al trabajo, a cortar madera, a hacer banquetas, canoas, mesas. Los niños se dedicaban a observar. Había labores destinadas a la mujer y labores destinadas a los hombres.
Con la música pasaba lo mismo. Nosotros tenemos la marimba de chonta que es un instrumento originalmente africano, aunque con diferencias pero nos resulta muy similar.
O el bombo, que se utilizaba para avisar si se había muerto alguien o si había que hacer una reunión. En función de los toques que se daban se entendía y decodificaba el mensaje. Y todo esto es parte también de la oralidad. También es parte de la oralidad la educación en valores. Eso también se enseñaba a los niños a través de la tradición oral; el respeto, el no coger lo que no es de uno, la solidaridad, la colaboración, la gratitud.
En las comunidades se utilizaba algo muy importante, que eran los versos, los adagios o proverbios. Por poner un ejemplo, si usted andaba con una persona que a su mamá no le gustaba, se le decía: “quien mal anda, mal termina”. O que cuando alguien le regalaba algo a otro, aunque no fuera de su gusto, uno debía de estar agradecido, y así decíamos: “A caballo regalado, no le mires el colmillo”.
Otro ejemplo. Hay un animal que se llama amiguito y le gusta estar en la ropa y cuando defeca deja una suciedad muy pegajosa difícil de quitar. Si alguien estaba muy encaprichado de un amigo o una amiga la mamá o el papá le solía decir: “Ten cuidado, que el amiguito caga ropa”. Es decir, el amigo o la amiga le podía traer a uno algún problema. O gente que habla mucho. Por ejemplo, se dice: “Mas vale la mal callando que la Magdalena hablando.”
Me encanta lo que estás diciendo. Al final la tradición oral y los cuentos africanos, por ejemplo, son precisamente eso, educación en valores. Esos valores que queremos transmitir a nuestra comunidad, a los niños y a los adultos. Porque al final, el cuento de tradición oral en África es tanto para el niño como para el adulto. Ya has ido mencionando algunos valores elementales como: la colaboración, la solidaridad, la gratitud, el respeto, el compañerismo. Etcétera.
En una de tus entrevistas dices: “Antes de ser poeta lo que soy, he sido y seguiré siendo es maestra”. Desde el proyecto POTOPOTO uno de nuestros propósitos es ayudar a construir un nuevo paradigma educativo antirracista, creando, visibilizando y contextualizando la necesidad de recursos educativos más diversos y afro-centrados que apuesten por el empoderamiento de la comunidad afro y afrodescendiente.
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