viernes, 2 de mayo de 2025

#TrabajoNoRemunerado

 El trabajo de cuidados también es trabajo: lo que no se ve, también sostiene el mundo

Lavar la ropa, cocinar los alimentos, cuidar a la niñez, acompañar a personas mayores o con discapacidad, sostener emocionalmente a la familia. Actividades que sostienen la vida, que mantienen el mundo andando. Actividades que, sin embargo, no aparecen en los contratos, en las estadísticas laborales o en los reconocimientos públicos. Actividades que, en su gran mayoría, son realizadas por mujeres.

El trabajo de cuidados no remunerado ha sido históricamente invisibilizado. A pesar de su enorme valor social y económico, no se considera “trabajo” en el sentido tradicional del término. No recibe salario, no da derecho a pensión, no acumula experiencia laboral. Pero sin él, simplemente, no sería posible la vida cotidiana ni el funcionamiento del sistema productivo.

Esta carga recae desproporcionadamente sobre las mujeres. En Colombia, según el DANE, las mujeres dedican en promedio más del doble de horas al trabajo doméstico y de cuidados no remunerado que los hombres. Esta realidad tiene implicaciones profundas: limita sus posibilidades de estudiar, de trabajar remuneradamente, de participar en la vida pública y de disfrutar del tiempo libre.

Y lo más grave: muchas veces ni siquiera se reconoce como trabajo. Se asume como “deber”, como “vocación natural”, como “expresión de amor”. Pero la sobrecarga no es amor: es una injusticia estructural.

Desde 1+Uno Mujer levantamos la voz para decirlo claro: el trabajo de cuidados también es trabajo. Y como tal, debe ser visibilizado, valorado y redistribuido.

Nombrar este problema es el primer paso. Porque lo que no se nombra, no se cambia. Pero también es urgente avanzar hacia políticas públicas concretas: sistemas de cuidado con corresponsabilidad del Estado, el mercado y las familias, servicios públicos que alivien la carga sobre los hogares, reconocimiento a las cuidadoras, y una profunda transformación cultural que deje atrás los mandatos de género.

¿Quién cuida a quienes cuidan? Esa es la pregunta que deberíamos hacernos todos y todas. Y actuar en consecuencia.

Hoy, en el Día Internacional del Trabajo, rendimos homenaje a todas esas mujeres que trabajan sin horario ni salario, sin vacaciones ni reconocimiento. A las que sostienen la vida cada día. A las que también merecen descanso, dignidad y libertad.

Porque una sociedad justa no puede construirse sobre el cansancio silencioso de las mujeres.

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