lunes, 11 de enero de 2021

Arte y libros

 

10 mujeres filósofas que marcaron la historia y que quizás no conocía

Estas 10 mujeres filósofas dejaron un legado en diferentes ramas de la filosofía y sus estudios aún siguen vigentes en nuestra época.

Foto: 10 mujeres filósofas que marcaron la historia y que quizás no conocía.
 

Aristóteles, Platón, Karl Max, Immanuel Kant y René Descartes. La lista de filósofos que vimos en el colegio es infinita. Sus nombres son un referente para las reflexiones y estudios sobre el hombre y el universo, pero ¿Cuántas mujeres protagonizaron sus clases de filosofía?

 

Quizás no recuerda o simplemente nunca se hicieron visibles. Estas mujeres de las que les hablaremos, además de filósofas, fueron intelectuales. pacifistas, feministas o religiosas. Sus obras han influido en las diferentes corrientes académicas y, sin duda, se encargaron de cuestionar diferentes aspectos de la sociedad de su época.

Aunque la mayoría de estas mujeres filósofas ya fallecieron, su legado permanece intacto en los libros, ensayos y reflexiones que en algún momento compartieron y que siguen vigentes en nuestro días.

 

Diners reunió en este listado a 10 mujeres filósofas que lucharon por los derechos femeninos, pero sobre todo, que aportaron su conocimiento al pensamiento filosófico.

 

Christine de Pizan (1364-1430)

 

En su libro El segundo sexo, Simone de Beauvoir afirmó que “la primera vez que vimos a una mujer tomar su pluma en defensa de su sexo, fue en la Francia del siglo XV”, haciendo referencia a la poeta y erudita Christine de Pizan, una mujer que para su época defendía ideas «revolucionarias».

De Pizan creía que la inferioridad femenina no era natural, y que si las niñas tuvieran una educación igual a la de los niños, «aprenderían y entenderían las dificultades y las sutilezas de todas las artes y las ciencias tan bien como los hombres», escribió en La ciudad de las damas (1405), una de sus obras más conocidas.

En este texto, con ganas de demostrar que la falta de formación académica era el único límite del género femenino, creó una ciudad imaginaria regida por la razón, la rectitud y la justicia, y que solo estaba habitada por mujeres, damas no por su sangre sino por su espíritu noble.

Desde muy joven, Christine de Pizan mostró sus dotes literarios particulares y compuso canciones y baladas que deleitaron a los miembros de la corte.

En 1380, con tan solo 15 años, se casó con Étienne de Castel, un notario y secretario del rey Carlos V. Aunque su matrimonio fue feliz y trajo consigo tres hijos -dos niños y una niña-, la escritora enviudó a los 25 años.

 

Se le conoce como la primera escritora profesional de la historia y gran parte de su trabajo tenía información biográfica detallada, algo raro en esa época.

 

Lou Andreas-Salomé (1861-1937)

 

Cuando se habla de la escritora ruso-germana Lou Andreas-Salomé, usualmente se hace referencia a los hombres con los que compartió su vida y con quienes sostuvo relaciones amorosas y amistades de unión intelectual: Nietzsche, Freud, Rée y Rilke.

Sin embargo, hubo algo más importante en su vida y fue su característico espíritu libre, su constante inquietud sobre las cosas y que fue la única mujer admitida en el Círculo Psicoanalítico de Viena a principios del siglo XX.

Lou Andreas-Salomé escribió cientos de libros, entre ellos poemas y ensayos. Fue una filósofa trabajadora y pensadora incansable. Gracias a la fama de sus escritos logró una independencia poco común en su época.

 


De sus publicaciones se destacan En la lucha por Dios (1885), que fue lanzado con el seudónimo de Henri Lou. Este libro revela la afinidad entre la excitación religiosa y la erótica, y es protagonizado por un hombre que perdió la fe e intenta desesperadamente encontrar la paz del espíritu.

Personajes femeninos de Henrik Ibsen (1892). Teniendo como referentes a cinco heroínas del dramaturgo noruego, la obra analiza la lucha de la mujer por el derecho a desarrollar su propia personalidad.

Finalmente, Mi agradecimiento a Freud (1931), fue una obra en la que le rindió homenaje a su maestro cuando cumplió 75 años. En el libro mostró su deuda con el psicoanalista y a la vez, expuso sus discrepancias respecto a algunos dogmas freudianos.

 

Harriet Taylor Mill (1807-1858)

 

Aunque esta mujer fue una de las mayores filósofas de su tiempo, ha pasado desapercibida entre los libros de historia.

Desafortunadamente, Taylor Mill es más conocida por ser la mujer de John Stuart Mill, (representante de la escuela económica clásica), que por su trabajo en la lucha por el derecho a la educación y la incorporación de la mujer al mercado laboral.

Su labor como escritora comenzó con la publicación de poemas y artículos para la Society for the Diffusion of useful Knowledge y el Monthly Repository, en la década de 1830.

Durante estos años también escribió sobre la violencia de género. Sus textos más significativos fueron Enfranchisement of Women, On liberty y On the Futurity of the Working Classes.

Sophie de Grouchy (1764-1822)

 

Esta filósofa francesa del siglo XVIII aprendió a hablar varias lenguas asistiendo a escondidas a las clases que recibía su hermano.

 

Su libro, The Letters on Sympathy, ofrece perspectivas claras y originales sobre una serie de cuestiones filosóficas morales, políticas y jurídicas importantes. Además de este texto, Grouchy publicó otros de forma seudónima y anónima.

En general, Sophie escribió diversos artículos en defensa del republicanismo y participó en la redacción y edición del último trabajo de su esposo (Condorcet), El bosquejo del progreso humano. Grouchy es particularmente relevante para los filósofos que trabajan en el republicanismo (feminista), la filosofía del siglo XVIII y la filosofía social y jurídica.

 


María Zambrano (1904-1991)

 

Intelectual, filósofa y ensayista española, así se le recuerda a María Zambrano, cuya extensa obra, entre el compromiso cívico y el pensamiento poético, no fue reconocida en España hasta el último cuarto del siglo XX.

Después de un largo exilio (en Francia, México, La Habana y Roma) y ya anciana, María recibió los dos máximos galardones literarios concedidos de España: el Premio Príncipe de Asturias en 1981 y el Premio Cervantes en 1988.

Estudió Filosofía y Letras en la Universidad Central de Madrid, en donde fue discípula de importantes filósofos de la época, como José Ortega y Gasset, Manuel García Morente, y Xavier Zubiri.

 

Durante ese periodo, la ensayista participó en varios movimientos estudiantiles y comenzó a publicar artículos sobre su pensamiento filosófico en periódicos como El Liberal y La Libertad. Hizo parte de la Federación Universitaria Escolar y aquí comenzó su participación activa en movimientos con ideas republicanas, contra la desigualdad y a favor de la libertad.

 


Ayn Rand (1905-1982)

 

Fue filósofa y escritora estadounidense de origen ruso (nació en San Petersburgo). Fue una de las primeras mujeres guionistas en Hollywood y es conocida por sus obras filosóficas y de ficción.

 

Escribió las novelas El manantial y La rebelión de Atlas, y desarrolló un sistema filosófico conocido como objetivismo.

 

Rand consideraba que el objetivismo era “te dice cómo vivir tu vida, cómo conseguir las cosas, cómo ser feliz. Te dice los principios fundamentales por los que puedes tomar tus propias decisiones”, así lo afirmó en una entrevista en el programa Tomorrow with Tom Snyder en julio de 1979.

 

Todos los libros que Ayn Rand publicó a lo largo de su vida, siguen imprimiéndose en Estados Unidos y es un referente intelectual para los ciudadanos.

 

Philippa Foot (1920-2010)

Esta mujer británica es considerada la fundadora de la ética de las virtudes contemporáneas, una corriente creada originalmente por Platón. Todos sus artículos trataron temas de metaética, psicología moral y ética aplicada.

La producción filosófica de Foot, durante más de 50 años, muestra su opinión definida: una fuerte oposición al subjetivismo en ética. En Las virtudes y los vicios (Oxford, 1978), puede verse el intento de presentar una teoría de los juicios morales, basada en una reversión contemporánea de la ética de la virtud aristotélica.

 

Por otro lado, a sus 80 años publicó Bondad Natural (Natural Goodness en su idioma original) y fue la culminación de una vida filosófica. El escrito refleja su pasión, sentido del humor, la claridad y originalidad de sus pensamientos; su preocupación por quienes son menos afortunados y su sabiduría moral.

 


Hannah Arendt (1906-1975)

Este es uno de los nombres de mujeres filósofas que más recuerdo de la universidad, y probablemente también sea su caso. Hanna Arendt fue una de las filósofas políticas más influyentes del siglo XX.

 

Nació en una familia judío-alemana y se vio obligada a migrar en 1933 a París, donde vivió durante los siguientes ocho años trabajando para diferentes organizaciones de refugiados judíos. En 1941 se fue a vivir a los Estados Unidos y pronto se convirtió en parte de un importante círculo intelectual en Nueva York

Trabajó como periodista y docente de varias universidades y en medio de las diferentes publicaciones que hizo, hubo dos libros que tuvieron un gran impacto dentro y fuera de la comunidad académica.

El primero: Los orígenes del totalitarismo, publicado en 1951, que fue un estudio de los regímenes nazis y estalinistas que generaron un amplio debate sobre la naturaleza y los antecedentes históricos del fenómeno totalitario.

 

El segundo, La condición humana, publicado en 1958, un gran estudio filosófico donde Arendt investigó las categorías fundamentales de la vida activa (labor, trabajo y acción). Además de estas dos obras importantes, Hannah Arendt publicó una serie de ensayos influyentes sobre temas como la naturaleza de la revolución, la libertad, la autoridad, la tradición y la era moderna.

 


Simone de Beauvoir (1908-1986)

 

Hay algunos intelectuales que desde el principio, se identifican como filósofos -Platón-. Otros cuyo lugar filosófico se disputa para siempre -como Nietzsche-, y hay quienes gradualmente se han ganado el derecho a ser parte del grupo filosófico.

 

Simone de Beauvoir es una de estas mujeres filósofas reconocidas tardíamente. Al identificarse como una autora en lugar de como filósofa, y además autodenominarse partera de la ética existencial de Sartre en vez de una pensadora por derecho propio, el lugar de Beauvoir en la filosofía tuvo que ganarse contra su palabra.

 

Esta escritora, profesora y filósofa francesa fue una firme defensora de los derechos humanos y de la mujer.​ Sus contribuciones a los campos de la ética, la política, el existencialismo, la fenomenología y la teoría feminista y su importancia como activista e intelectual pública, es ahora parte de la historia universal.

 


A diferencia de su condición de filósofa, la posición de Simone de Beauvoir como teórica feminista nunca ha sido cuestionada, de hecho, hay quienes la llaman la “madre del feminismo”.

 

La crítica al patriarcado de El segundo sexo continúa desafiando las categorías sociales, políticas y religiosas que se utilizan para justificar la condición inferior de las mujeres.

 

En medio de sus múltiples contribuciones intelectuales, hubo una gran característica: su contradicción natural. Fue una marxista convencida, pero se mantuvo pasiva en la resistencia; de alguna forma era la “oveja negra” de la burguesía, pero acomodada a fin de cuentas; feminista, pero atrapada entre los hombres; bisexual, pero no públicamente.

 

Simone Weil (1909-1943)

 

Su persistente deseo de verdad y justicia la condujo a hacer parte de academias de élite y fábricas; la política y soledad espiritual. En algunos momentos fue activista, pacifista, militante, mística y exiliada: pero en todo momento, durante su investigación de la realidad, siguió siendo filósofa.

 

A lo largo de su vida, su ideología pasó de pacifista radical hasta evolucionar a sindicalista revolucionaria. Estudió en la Escuela Normal Superior junto a Simone de Beauvoir y escribió obras sobre el rol de la mujer trabajadora, la religión y poemas místicos.

 

Una de sus novelas póstumas fue Ensayos sobre la condición obrera, y allí se incluyeron cartas y un diario sobre su vida trabajando en una fábrica, en las que reflexionaba acerca de su posición como mujer obrera.

 


Carol Gilligan (1936)

 

Para terminar, tenemos a la única autora con vida de esta lista. Carol Gilligan nació en New York y es feminista, filósofa y psicóloga.

 

Su obra más popular es In a different voice (En una voz diferente): un análisis de las diferencias entre los roles morales de género de niños y niñas.

 

Este y otros trabajos de Carol han inspirado la investigación feminista pacifista, al mediar no por una ‘no acción’ sino por una acción no-violenta, que no destruya, que atienda al contexto y no a los principios, y que preste ante todo atención al cuidado.

 


Otras mujeres filósofas que vale la pena conocer:

Hiparquía, Hipatia, Rosa de Luxemburgo, Juduth Bluter, Sor Juana Inés de la Cruz, Edith Stein, Olympe de Gouges, Sarah Kofman, Nancy Fraser y Luce Irigaray.

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