Conmemoración del Día Internacional del
Trabajo Doméstico
Cifras en la infografía:
Este 22 de julio la Secretaría Distrital de la Mujer se une a la conmemoración del Día Internacional del Trabajo Doméstico, con un
llamado a que como sociedad trabajemos en equipo y reconozcamos, valoremos,
visibilicemos y redistribuyamos el trabajo de cuidado y las labores domésticas
de forma equitativa entre hombres y mujeres.
“La realidad del confinamiento por la pandemia COVID
19 nos hizo, como sociedad, ver y acercarnos a los trabajos domésticos y de
cuidado de una manera diferente. Las conversaciones familiares, en redes
sociales y en medios, han girado en torno a las dificultades y retos que
presentan esos trabajos. Muchos memes y chistes de esta época hablan sobre las
jornadas lavando loza, haciendo aseo o haciendo tareas con hijos e hijas. Esto sin
duda nos hizo valorar de manera diferente, y tal vez por primera vez, estos
trabajos y darnos cuenta que históricamente, y aún hoy, siguen estando desproporcionadamente
en hombros de las mujeres, como si esto fuera algo natural, pero no lo es”,
expresa Diana Rodríguez Franco, Secretaria de la Mujer.
La apuesta de la Entidad para reconocer, redistribuir
y reducir los trabajos del cuidado es la puesta en marcha de un Sistema
Distrital de Cuidado. El Sistema es un ámbito de articulación de los servicios y
políticas para responder a las demandas de cuidado de manera corresponsable entre el Distrito, la
nación, el sector privado, la sociedad civil, las comunidades y familias/hogares.
Diana Rodríguez Franco, señala que “El trabajo
doméstico y de cuidado, aun cuando es innegable su importancia para nuestra
existencia y bienestar cotidiano, está
subvalorado, invisibilizado y no remunerado o mal remunerado y esa es una
realidad que necesitamos transformar, en conjunto entre el Estado, la empresa
privada y la ciudadanía”.
A lo largo de nuestra vida todas y todos cuidamos y
necesitamos ser cuidados, asear, cocinar, lavar, cuidar de menores, de personas
adultas mayores o de personas enfermas o con discapacidad, esto es trabajo
doméstico y de cuidado. Día a día estas labores son vitales y necesarias para
garantizar nuestra existencia en lo individual, familiar y colectivo.
Sin embargo, estos trabajos han sido realizados casi exclusivamente por mujeres.
Actualmente el
96% del trabajo doméstico remunerado es realizado por mujeres y de ellas,
solo el 38% cotiza a pensión.
En el caso del trabajo doméstico y de cuidado no remunerado, en el que una mujer puede tener dedicación completa o una doble
jornada laboral, que en promedio
suma 13 horas y 30 minutos, se evidencia que la mujer dedica más de 5 horas al trabajo doméstico.
Son 3 horas más que los hombres,
quienes en promedio dedican solo un poco más de 2 horas a estas actividades,
independiente de su edad o escolaridad.
Ante estas cifras, es necesaria una transformación
cultural, la Secretaría Distrital de la Mujer, hace un llamado a:
1. Reconocer y valorar el trabajo realizado por las cuidadoras. Como sociedad debemos
desnaturalizar la idea de que es un trabajo “inherente” a las mujeres.
Necesitamos asumir los cuidados en equipo, como sociedad. Se trata de
compartir, de aprender a cuidarnos y a cuidar a los demás en equidad.
2. Redistribuir las cargas de cuidado de forma corresponsable entre
hombres y mujeres, y entre hogares, Estado, sector privado y comunidades. Sin esto las mujeres verán
limitado su autocuidado, su fortalecimiento profesional, su autonomía económica
y su participación social y política. Si
trabajamos como un equipo en casa, hombres y mujeres podremos gozar del mismo
tiempo y de las mismas oportunidades. Ganamos todas y todos.
3. Visibilizar el trabajo doméstico y de cuidado no remunerado como
actividad imprescindible para el funcionamiento económico actual. No en vano, si fuese pago,
representaría el 13% del PIB en la ciudad.
Para cumplir con el objetivo de aportar a la equidad,
a que en equipo nos cuidemos todas y todos, la Secretaría Distrital de la Mujer
liderará la estructuración del Sistema Distrital de Cuidado, para reconocer, redistribuir y reducir el tiempo de trabajo de cuidado no
remunerado de las mujeres. La inversión, que a nivel distrital ascenderá en 4
años a $5,2 billones de pesos, trabajará para:
1. Brindar una mayor y más
completa oferta de servicios de cuidado para la atención a la población con
mayores niveles de dependencia como niños y niñas menores de 5 años, adultos mayores
dependientes y personas con discapacidad.
2. Desarrollar procesos de
empoderamiento para cuidadoras y cuidadores, a través de servicios de reposo y
formación y homologación de sus saberes, con el fin de valorar y resignificar
el trabajo de cuidado.
3. Impulsar un cambio cultural y
pedagógico en el Distrito, frente a la corresponsabilidad en la realización del
trabajo de cuidado en los hogares y comunidades, a fin de redistribuir este
trabajo entre hombres y mujeres, propendiendo por el desarrollo de nuevas
masculinidades.
¿Cómo accederá la población a este conjunto de
servicios? Llegará a ellos a través de las
manzanas de cuidado y de las unidades móviles de servicios del cuidado, centralizadas en
algunos sectores de la ciudad, y de manera itinerante, incluyendo el sector
rural.
Estamos ante una oportunidad histórica. Como
institucionalidad estamos avanzando.
#EnCasaNosCuidamosEnEquipo
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