"Somos cómplices si conocemos un caso de violencia contra la mujer y no lo denunciamos"
SEMANA habló con Martha Ordóñez, consejera presidencial para la Equidad de la Mujer, quien advirtió que en este tipo de procesos no se puede conciliar. "Podemos salvar la dignidad, la salud física y emocional, y la vida de las mujeres víctimas", precisó.
SEMANA: En los días recientes han salido a la luz pública varias denuncias de violencia contra la mujer, ¿qué sucede?
Martha Ordóñez: En época de vacaciones vemos tensión que termina en violencia contra las mujeres, contra personas con discapacidad y de la tercera edad. Sucede cuando están compartiendo el espacio. Lo que dice Medicina Legal es que esa intolerancia se presenta por el alcohol, uso de sustancias psicoactivas, problemas en la familia por temas económicos y celos. LLevo años trabajando el tema y siempre que he estado cerca a psicólogas o a médicas psiquiatras que trabajan con el tema de violencias contra niñas, adolescentes y mujeres, siempre que se acerca la temporada de Navidad, Año Nuevo y el Día de las Madres, entran en pánico.
SEMANA: Hablemos de los casos en los que la víctima justifica el actuar del agresor, ya sea por voluntad o porque se vio obligada.
M. O.:La violencia intrafamiliar y contra la mujer no es querellable (no se puede conciliar, ni desistir porque la autoridad competente está obligada a adelantar la investigación). No se puede desistir y que los entes competentes deben avanzar tanto en el sector salud como el de justicia para cumplir con la investigación y poder determinar si hubo o no violencia, si la mujer fue víctima en esa oportunidad o en otras. Lo que hay que analizar realmente es qué es lo que está pasando, por qué lo justifica. Hemos encontrado casos en que los hombres manipulan mucho con el tema de la manutención o les dicen que les van a quitar los hijos, entonces a ellas les da miedo. También las puede asustar enfrentarse a un proceso penal, porque las autoridades requieren muchas pruebas y declaraciones. Es importante la evaluación física y mental que se aporta al proceso y que da Medicina Legal.
SEMANA: ¿En caso de la mujer no quiera o no pueda denunciar lo puede hacer un tercero?
M. O.:Sí, incluso hay denuncias anónimas y es muy importante que siempre invitemos a las personas del entorno de estas mujeres a que denuncien. A veces la mujer por el estado emocional en el que se encuentra por haber recibido maltrato por mucho tiempo, y no está empoderada de sus derechos, se queda callada y aguanta. En ese caso, los vecinos, familiares, compañeros de trabajo pueden denunciar. Si se tiene conocimiento de que una niña, una adolescente, una mujer adulta o en condiciones de discapacidad está siendo violentada y nosotros lo conocemos, pero si no lo denunciamos estamos siendo cómplices. Cuando denunciamos podemos salvar la dignidad, la salud física y emocional, y lo más importante, salvar la vida de las mujeres víctimas.
SEMANA: Hablemos de los casos de maltrato que se hacen públicos en los medios de comunicación, y en los que a veces al conocerlos la misma sociedad empieza a revictimizar a la mujer.
M. O.:En la época en la que yo trabajaba en los medios, en radio y televisión, hace como 15 años, la verdad cuando se llevaban estos casos al consejo de redacción, algunos con videos, se pensaba que los lectores y en los televidentes que no iban a aguantar este tipo de noticias. Como en el caso de una menor de 14 años que resultaba embarazada, que es absolutamente confirmado que es un delito. Entonces en ese tiempo los medios no cubrían esos casos tanto como se hace ahora. Yo creo que así haya personas que opinan que son demasiado fuertes, debemos conocer la realidad. Lo que deben hacer los medios es manejar bien el tema para que su audiencia no vaya a revictimizar a la víctima o la vaya a estigmatizar. La ley de infancia y adolescencia es clara, no se puede exponer a las víctimas, se debe cubrir la identidad, no mostrar la casa donde vive, ni el colegio donde estudia porque puede ser expuesto a mayores vulneraciones.
SEMANA: ¿En qué edad las mujeres son más violentadas y qué pueden hacer para protegerse?
M. O.:En el tema de violencia intrafamiliar las más afectadas son las niñas, adolescentes y mujeres en los hogares, es un porcentaje alto de más del 80 por ciento. Aunque se promueve tanto la denuncia se habla de que todavía existe un subregistro y que se necesita avanzar más en el tema aunque el marco normativo es robusto, en la política pública tenemos unos Conpes, como el 161 en el que está el plan integral para garantizar a las mujeres una vida libre de violencia. Está la línea de atención a las mujeres víctimas que existe hace cuatro años y ha atendido más de un millón de llamadas de todas las violencias: intrafamiliar, de pareja, sexual, psicológica, económica y patrimonial. En el último año hemos recibido muchos casos de acoso sexual en el espacio laboral. La línea es un convenio entre la Presidencia y la Policía, ellos siempre entre su personal capacitado tienen un abogado, un profesional en salud y en cada turno una mujer, porque a veces las víctimas de estas violencias lo que menos quieren es hablar con un hombre sobre el tema.
SEMANA: ¿Han identificado después de cuántos episodios violentos una mujer pide ayuda o denuncia?
M. O.:Se presentan todos los casos. Hay mujeres que no soportan ser violentadas y al primer mal trato denuncian. En otros casos hay mujeres que se aguantan la agresión, la pareja les promete que van a cambiar y ella está tan enamorada, o es tan dependiente emocionalmente de él, o en verdad le cree, que sigue dándole oportunidades. Resulta que si la persona es incapaz de controlar los impulsos, tiene algún tipo de problemas o sencillamente esa es su forma de comunicarse y de hacer las cosas va a reincidir. Si esa persona no se pone en tratamiento, y no tiene el propósito de controlar sus impulsos y de ser respetuoso con las mujeres, con su pareja o su expareja entonces lo va a volver a hacer.
SEMANA: Se han conocido casos en los que cuando las mujeres van a denunciar y se encuentran con barreras en la autoridades, agravando su situación…
M. O.:A veces las mujeres tocan las puertas de la institucionalidad sin tener éxito. Lo que necesitamos es tener servidores públicos conocedores del marco normativo, que no las revictimicen, que les crean y que les hagan el debido proceso con celeridad. Si lo que necesita es una medida de protección, debe ser sacada del entorno en el que está compartiendo con el presunto agresor, entonces habría que llevarla a una casa refugio para salvaguardar sus derechos y los de sus hijos, hay casos en los que hay una adulta mayor que también recibe maltrato y que se debe proteger. Eso fue lo que nos arrojó el estudio de Tolerancia Social Institucional de la Violencia Contra las Mujeres, con el que encontramos que hay servidores públicos que, por ejemplo, cuando hay mujeres que han sido víctimas de tocamientos, de abuso, les dicen "pero usted iba con esa falda tan corta", "¿por qué iba por la calle a las nueve de la noche?", "¿quién la manda a tener esos escotes tan pronunciados?". En caso de que el hombre sea el proveedor de la casa, o si la mujer gana más poquito, hay casos en los que les dicen que aguanten, o si es el caso de que la golpeó borracho que espere a que se le quite la borrachera.
"Es importante promover campañas de prevención para que los maltratadores sepan que este es un tema que se condena penalmente y que la sociedad lo rechaza"
SEMANA: ¿Cómo va Colombia en el problema de la normalización de la violencia?
M. O.:Hay que seguir trabajando, porque definitivamente esa cultura machista y patriarcal hace mucho daño. También el tema de los estereotipos y el lenguaje lo que hace es naturalizar y perpetuar la violencia contra las mujeres. Sucede al interior de los hogares, desde antes de nacer incluso porque existen maltratos gestacionales. La constante que pasa de generación en generación es la violencia, el irrespeto, la desigualdad, y eso manda un mensaje de que es normal, que así es como se vive y que todo se soluciona a punta de palabrotas, de violencia física. El tema está bastante tergiversado y no estamos logrando avanzar con las nuevas generaciones como deberíamos, por eso la misma Ley 1257 del 2008 contempla que se debe trabajar en nuestro país en esa cátedra de derechos humanos.
SEMANA: Por último, la Defensoría del Pueblo advirtió que hay alerta por mujeres vulnerables en medio del conflicto, aún cuando el acuerdo de paz está en fase de implementación, ¿qué están haciendo al respecto?
M. O.:Estamos haciendo seguimiento a los derechos humanos de las mujeres. Tenemos una alta instancia de mujeres de varias regiones del país le hacen seguimiento al cumplimiento del enfoque de género en los acuerdos. Todos esos temas son llevados a la Comisión de Seguimiento, Impulso y Verificación a la Implementación del Acuerdo Final (Csivi). Hay otro tema que hay que tener en cuenta es el de las liderezas, las mujeres que fueron víctimas, pero que además las generaciones que las siguieron fueron víctimas de violencia también, tienden a ser revictimizadas. En este caso son llevadas a un espacio muy importante con la Unidad Nacional de Protección que se llama el Cerrem, allí se analiza qué es lo que está pasando, y por qué esas mujeres víctimas en calidad de liderezas se han venido afectando, y evaluar si necesitan un sistema de seguridad.
1 Las mujeres sabias no viven quejándose, generan cambios.
2 Las mujeres sabias son atrevidas
3 Las mujeres sabias tienen buena mano con las plantas
4 Las mujeres sabias confían en su intuición y respetan la de los demás
5 Las mujeres sabias meditan diariamente y están en comunión con su interioridad
6 Las mujeres sabias defienden con firmeza lo que más les importa
7 Las mujeres sabias disciernen su camino también con el corazón
8 Las mujeres sabias dicen la verdad con compasión
9 Las mujeres sabias escuchan su cuerpo
10 Las mujeres sabias improvisan y juegan
11 Las mujeres sabias no imploran de manera dependiente
12 Las mujeres sabias se ríen juntas
13 Las mujeres sabias saborean lo positivo de la vida y lo comparten con sencillez.
Tomado del libro: "Las Brujas no se quejan"
jueves, 11 de enero de 2018
Liderazgo 110 aniversario de Simone de Beauvoir
Simone de Beauvoir (París, 9 de enero de 1908-París, 14 de abril de 1986) fue una escritora, profesora y filósofa francesa defensora de los derechos humanos y feminista.
Escribió novelas, ensayos, biografías y monográficos sobre temas políticos, sociales y filosóficos. Su pensamiento se enmarca en la corriente filosófica del existencialismo y su obra El segundo sexo, se considera fundamental en la historia del feminismo.
Desde su niñez, De Beauvoir destacó por sus habilidades intelectuales, que hicieron que acabase cada año primera de su clase. Compartía brillantez escolar con Elizabeth Lacoin (llamada Zaza en la autobiografía de De Beauvoir).
Desde adolescente, por otro lado, se rebelaría contra la fe familiar declarándose atea y considerando que la religión era una manera de subyugar al ser humano.
Hecho importante en el nacimiento de las ideas políticas feministas de Simone, toda su infancia será marcada por el hecho de haber nacido mujer: su padre no le escondió el hecho de que hubiese deseado un hijo, con el sueño de que hubiese cursado estudios en la prestigiosa Escuela Politécnica de París. Muchas veces le comentó a Simone: «Tienes un cerebro de hombre» de Beauvoir, Simone (1959). Silvina Bullrich, ed. Memorias de una joven formal (1967 edición).
Con solamente quince años, ya estaba decidida sobre la forma de este destino: quería ser escritora. Tras haber aprobado el bachillerato en 1925, De Beauvoir empezó sus estudios superiores en el Instituto Católico de París, institución religiosa privada a la que solían asistir las muchachas de buena familia. Allí completó su formación matemática, mientras que ampliaba su formación literaria en el Instituto Sainte-Marie de Neuilly. Tras su primer año universitario en París, logró obtener certificados de matemáticas generales, literatura y latín. En 1926, se dedicó a estudiar filosofía y obtuvo en junio de 1927 su certificado de filosofía general. Tras estas certificaciones, acabó licenciándose en letras, con especialización en filosofía, en la primavera de 1928, tras haber aprobado también unas certificaciones de ética y de psicología. Sus estudios universitarios concluyeron en 1929 con la redacción de una tesina sobre Leibniz, culminación de sus estudios superiores.1
La profesora Tras haber sido profesora agregada de filosofía en 1929, De Beauvoir se preparó para ser profesora titular. Su primer destino fue Marsella. Sartre obtuvo a su vez un puesto en Le Havre en marzo de 1931 y la perspectiva de separarse de él destrozó a De Beauvoir. Para que pudiesen ser nombrados en el mismo instituto, Sartre le propuso que se casasen a lo que ella se negó. En La fuerza de las Cosas, explicó el porqué:
Tengo que decir que no pensé en aceptar aquella propuesta ni un segundo. El matrimonio multiplica por dos las obligaciones familiares y todas las faenas sociales. Al modificar nuestras relaciones con los demás, habría alterado fatalmente las que existían entre nosotros dos. El afán de preservar mi propia independencia no pesó mucho en mi decisión; me habría parecido artificial buscar en la ausencia una libertad que, con toda sinceridad, solamente podía encontrar en mi cabeza y en mi corazón.
De la misma forma, Beauvoir decidió no tener hijos.
La escritora comprometida
Las editoriales Gallimard y Grasset rechazaron su primera novela, Primaldad de lo espiritual, escrita entre 1935 y 1937, que se publicó tardíamente en 1979 con el título Cuando predomina lo espiritual. La Invitada se publicó en 1943; en esta novela, la escritora describía, mediante personajes ficticios, la relación entre Sartre, Olga y ella misma, a la vez que elaboraba una reflexión filosófica sobre la lucha entre las consciencias y las posibilidades de la reciprocidad. Fue un éxito editorial inmediato que la llevó a ser suspendida en junio de 1943 de la Educación Nacional, tras la presentación de una denuncia por incitación a la perversión de personas menores en diciembre de 1941 por la madre de Nathalie Sorokine, una de sus alumnas. Se la reintegró como profesora tras la Liberación; durante la Ocupación trabajó para la radio libre francesa («Radio Vichy»), donde organizó programas dedicados a la música.
Con Sartre, Raymond Aron, Michel Leiris, Maurice Merleau-Ponty, Boris Vian y otros intelectuales franceses de izquierda, fue la fundadora de una revista, Les Temps Modernes, que pretendía difundir la corriente existencialista a través de la literatura contemporánea. De forma paralela, continuó sus producciones personales: tras la publicación de varios ensayos y novelas donde hablaba de su compromiso con el comunismo, el ateísmo y el existencialismo, consiguió independizarse económicamente y se dedicó plenamente a ser escritora. Viajó por numerosos países (EE. UU., China, Rusia, Cuba…) donde conoció a otras personalidades comunistas como Fidel Castro, Che Guevara, Mao Zedong o Richard Wright. En los Estados Unidos, entabló una relación pasional con el escritor americano Nelson Algren con quien mantuvo una intensa relación epistolar, llegando a intercambiar unas trescientas cartas.
Su consagración literaria tuvo lugar el año 1949: la publicación de El segundo sexo, del que se vendieron más de veintidós mil ejemplares en la primera semana, causó escándalo y fue objeto de animados debates literarios y filosóficos. La Santa Sede, por ejemplo, se mostró contraria al ensayo. François Mauriac, que siempre tuvo animosidad hacia la pareja, publicó en Les Temps Modernes un editorial que creó polémica al afirmar: «ahora, lo sé todo sobre la vagina de vuestra jefa». El segundo sexo se tradujo a varios idiomas: en los Estados Unidos, se vendieron un millón de ejemplares, y se convirtió en el marco teórico esencial para las reflexiones de las fundadoras del movimiento de liberación la mujer.
De Beauvoir se convirtió en precursora del movimiento feminista al describir a una sociedad en la que se relega a la mujer a una situación de inferioridad. Su análisis de la condición femenina, en ruptura con las creencias existencialistas, se apoya en los mitos, las civilizaciones, las religiones, la anatomía y las tradiciones. Este análisis desató un escándalo, en particular el capítulo dedicado a la maternidad y al aborto, entonces equiparado al homicidio. Describía el matrimonio como una institución burguesa repugnante, similar a la prostitución en la que la mujer depende económicamente de su marido y no tiene posibilidad de independizarse.
Los Mandarines, publicado el 1954, marcó el reconocimiento de su talento literario por la comunidad intelectual: se le otorgó por esta novela el prestigioso Premio Goncourt. De Beauvoir era por entonces una de las escritoras con más lectores a nivel mundial. En esta novela, que trata de la posguerra, expuso su relación con Nelson Algren, aunque siempre a través de personajes ficticios. Algren, celoso, ya no aguantaba más la relación que unía a De Beauvoir y Sartre: la ruptura entre ella y Algren demostró la fuerza del lazo que unía a los dos filósofos, y la de su pacto. Posteriormente, de julio de 1952 a 1959, De Beauvoir vivió con Claude Lanzmann.
A partir de 1958, emprendió la escritura de su autobiografía, en la que describe el mundo burgués en el que creció, sus prejuicios, sus tradiciones degradantes y los esfuerzos que llevó a cabo para deshacerse de ellos pese a su condición de mujer. También relata su relación con Sartre, que calificó de éxito total. Pese a todo y a la fuerza del lazo pasional que aún los unía, ya no eran una pareja en el sentido sexual, aunque De Beauvoir se lo hiciese creer a sus lectores.
En 1964, publicó Una muerte muy dulce, que relata la muerte de su madre: Sartre consideró siempre que éste fue el mejor escrito de De Beauvoir. La eutanasia o el luto forman el núcleo de este relato cargado de emoción. A lo largo de su luto, a la escritora le acompaña una muchacha que conoció entonces: Sylvie Le Bon, estudiante en filosofía. La relación que unió a las dos mujeres era ambigua: madre-hija, de amistad o de amor. En su cuarto escrito autobiográfico, Final de cuentas, De Beauvoir declaraba que compartió con Sylvie el mismo tipo de relación que la unió, cincuenta años antes, a su mejor amiga Zaza. Sylvie Le Bon fue adoptada oficialmente como hija por la escritora, y se la nombró heredera de su obra literaria y de sus bienes.
Feminismo Simone de Beauvoir definió el feminismo en 1963 como una manera de vivir individualmente y una manera de luchar colectivamente, explica la doctora en filosofía, Teresa López Pardina, una de las principales especialistas en la figura de la escritora y filósofa francesa.
No se nace mujer, se llega a serlo Artículo principal: El Segundo Sexo Beauvoir sostiene que “la mujer” o lo que entendemos por mujer es un producto cultural que se ha construido socialmente. Denuncia que la mujer se ha definido a lo largo de la historia siempre respecto a algo (como madre, esposa, hija, hermana) y reivindica que la principal tarea de la mujer es reconquistar su propia identidad específica y desde sus propios criterios. Las características que se identifica en las mujeres no les vienen dadas de su genética, sino por cómo han sido educadas y socializadas. Como resumen de este pensamiento escribió una de sus frases más célebres: “No se nace mujer, se llega a serlo”
Una voz solitaria denunciando la situación de las mujeres En 1949 cuando publicó El Segundo Sexo era una voz solitaria en la sociedad occidental en la que tras el movimiento sufragista y la obtención del derecho al voto femenino se había vuelto a recluir a las mujeres en el hogar. El libro que en su momento fue un escándalo y que con el tiempo se está considerado un “clásico” que permite hacer balance del recorrido hacia la igualdad de los sexos señala la filósofa Alicia Puleo. Las teóricas de las distintas y contrapuestas corrientes del feminismo (liberal, radical y socialista) que resurgiría en los años sesenta después de un largo paréntesis de silencio -señala Puleo- reconocer ser “hijas de Beauvoir”.
Referencia en las políticas de igualdad y los estudios feministas El ser humano considera Beauvoir no es una “esencia” fija sino una “existencia”: “proyecto”, “trascendencia”, “autonomía”, “libertad” que no puede escamotearse a un individuo por el hecho de pertenecer al “segundo sexo”. La idea fundamental de El Segundo Sexo —destaca Puleo— es hoy asumida por millones de personas que no han leído esta obra ni han oído hablar de ella y sus principios han sido incorporados a las políticas de igualdad europeas y han dado lugar a los estudios feministas y de género de centros universitarios de vanguardia. Beauvoir expresó en los términos de la filosofía existencialista todo un ciclo de reivindicaciones de igualdad de las mujeres que comienza con la Ilustración y lleva a la obtención del voto y al acceso a la enseñanza superior en primer tercio del siglo XX destaca la filósofa Celia Amorós.
Lucha por el derecho al aborto Beauvoir tuvo también un papel determinante en la legalización del aborto en Francia. Con Halimi fundó el movimiento Choisir y fue una de las redactoras del Manifiesto de las 343 -firmado por mujeres de la política, la cultura y distintas áreas de la sociedad francesa como la escritora Marguerite Duras, la abogada Gisèle Halimi o las cineastas Françoise Sagan, Jeanne Moreau y Agnes Vardà reconociendo haber abortado- publicado el 5 de abril de 1971 por la revista Le Nouvel Observateur. Sobre el aborto señaló:
“El aborto es parte integral de la evolución en la naturaleza y la historia humana. Esto no es un argumento ni a favor o en contra, sino un hecho innegable. No hay pueblo, ni época donde el aborto no fuera practicado legal o ilegalmente. El aborto está completamente ligado a la existencia humana…”.
La actividad de Simone de Beauvoir fue, junto con la Gisèle Halimi y Elisabeth Badinter, clave para lograr el reconocimiento de los malos tratos sufridos por las mujeres durante la guerra de Argelia.
Premio Simone de Beauvoir En 2008, con motivo del centenario del aniversario de su nacimiento, se creó en su honor el Premio Simone de Beauvoir por la Libertad de las Mujeres a iniciativa de Julia Kristeva financiado por la Universidad Diderot de París con un montante de 20.000 euros para destacar a las personas comprometidas por su obra artística y su acción a promover la libertad de las mujeres en el mundo.
Un estudio realizado por el Instituto de Investigación Pacific Northwest, en Seattle, EE.UU., descubrió, sin embargo, que el óvulo no es una célula pasiva sino, por el contrario, que es capaz de escoger o rechazar a los espermatozoides de acuerdo a la carga genética del gameto masculino.
Es como si el óvulo evaluase la identidad del espermatozoide y estuviera activamente preparado para decidir entre «hoy no» y «hoy sí».
El óvulo elige al espermatozoide: qué evidencias hay
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La carrera de espermatozoides, pequeños y ágiles, para fecundar el óvulo es una de las imágenes más frecuentes estampadas en los libros de biología y en nuestro imaginario.
La investigación realizada por el científico Joe Nadeau agrega, sin embargo, una novedad fundamental en este escenario: el hecho de que el óvulo no es una célula dócil y sumisa durante el proceso de reproducción. El científico denominó a esa imagen como «fertilización genéticamente tendenciosa».
En entrevista al sitio especializado en ciencia Quanta Magazine, el investigador que ha desafiado a las leyes de Mendel explicó que, de acuerdo con las evidencias del estudio, el óvulo actúa como un reclutador y elimina de la carrera a los espermatozoides con genes inadecuados, todo con el objetivo de que la fecundación sea lo más saludable posible.
Es decir, la fecundación no es un evento aleatorio, y, en esta teoría, el óvulo puede preferir o evitar espermatozoides. Todo esto lleva la selección sexual a nivel celular a un nuevo nivel aún más complejo, tal como la elección entre las personas (y es el propio científico quien lo afirma).
«Es el equivalente a la elección de un compañero», explica Nadeau.
Estudio realizado con ratones comunes
Para llegar a estos resultados, el científico realizó el cruzamiento de un grupo de ratones machos con genes normales, con dos grupos de hembras, uno con genes normales y otro cargando artificialmente genes proclives a desarrollar cáncer de testículos, una de las formas más hereditarias de tumor.
En las primeras camadas aparecieron crías con genes aleatorios, de acuerdo con las leyes de Mendel.
En una segunda fecundación, Nadeau invirtió la distribución colocando hembras sanas a cruzarse con machos portadores de la copia del gen mutante. ¿La conclusión? Apenas 27 % de las crías presentaron el gen mutante del padre, cuando la estimación tradicional es que el 75 % naciera con la variación genética.