jueves, 31 de diciembre de 2020

Nueva Política de Mujer y Equidad de Género

Compartimos la noticias para las Mujeres en Bogotá. !Tenemos nueva política pública para las mujeres y la equidad de género.!

Bogotá tiene una nueva Política Pública de Mujeres y Equidad de Género para los próximos 10 años

 


Bogotá expidió la actualización de la Política Pública de Mujeres y Equidad de Género, que establece la hoja de ruta que la administración distrital implementará por los próximos 10 años para la garantía y promoción de los derechos de las mujeres, en toda su diversidad. - “La política social de Bogotá sigue estando orientada a combatir la feminización de la pobreza. Queremos mujeres empoderadas y autónomas, por eso vamos a seguir combatiendo las violencias basadas en género, de forma directa, constante, articulada”, sostuvo la alcaldesa Claudia López.

La inversión en esta nueva política pública de mujeres y equidad de género, será superior a los 2.4 billones de pesos para los próximos 10 años. Bogotá, diciembre 29 de 2020 (@Bogota) El Distrito anunció este martes una inversión superior a los 2.4 billones de pesos durante los próximos 10 años, para hacer realidad la implementación de la Política Pública de Mujeres y equidad de género, la cual tiene dentro de sus objetivos los ocho derechos priorizados por las mujeres, la transversalización de los enfoques de género y diferencial para las mujeres, así como el Sistema Distrital de Cuidado. “La política social de Bogotá sigue estando orientada a combatir la feminización de la pobreza. Queremos mujeres empoderadas y autónomas, por eso vamos a seguir combatiendo las violencias basadas en género, de forma directa, constante, articulada”, sostuvo la alcaldesa Claudia López. Esta política es el resultado de la participación de más de 5.400 mujeres, 56 mesas de trabajo intersectorial y 21 mesas de trabajo con el Consejo Consultivo de Mujeres. El proceso de actualización, de la política formulada en 2010, inició en 2018 y hoy culmina su fase de formulación, dando paso a la implementación de la misma a partir de enero de 2021.

Diana Rodríguez Franco, secretaria Distrital de la Mujer, señaló que “tener Alcaldesa hace una inmensa diferencia frente a la comprensión de las necesidades de las mujeres y la toma de decisiones de política pública en favor de ellas. Los quince sectores de la administración distrital son responsables de la implementación de esta nueva Política Pública y no cabe la menor duda de que las mujeres están en el centro de la gestión pública en Bogotá. En un hecho histórico, Bogotá invertirá alrededor de 2.4 billones de pesos en garantizar los derechos de las mujeres durante los próximos 10 años”. La política busca modificar progresivamente y de forma sostenible, las condiciones de desigualdad, discriminación y violencias, que por razones de género enfrentan las mujeres, tanto en el ámbito público como privado. En ese sentido establece los ocho derechos priorizados por las mujeres de Bogotá: paz, vida libre violencias, educación, derechos económicos, salud, participación, educación no sexista y cultura libre de sexismos. Asimismo, incorpora y garantiza la implementación del Sistema Distrital de Cuidado –SIDICU-, el proceso de transversalización de los enfoques de género, derechos y diferencial en la administración distrital y la transformación de imaginarios para erradicar el machismo y el sexismo presentes en nuestra sociedad. Rodríguez Franco señaló que el objetivo del SIDICU demuestra que la política pública aprobada responde a los desafíos y a las experiencias que las mujeres enfrentan actualmente, y “contribuye a la igualdad de oportunidades para las mujeres debido a que reconoce, redistribuye y reduce el tiempo de trabajo de cuidado no remunerado que recae, principalmente, sobre los hombros de las mujeres”. Finalmente, la secretaria de la Mujer manifestó que eliminar el machismo y el sexismo, que son las causas de desigualdad, discriminación y violencias contra las mujeres, debe ser un “objetivo que nos transforme como sociedad y que nos permita desarrollar las capacidades de las mujeres y de los hombres para que entre todos construyamos una sociedad igualitaria, en donde podamos vivir una vida libre de violencias y de discriminación”.

La actualización de la política respeta el principio de progresividad y no regresividad consignado en el Acuerdo 584 de 2015 que dicta los lineamientos de la Política Pública de Mujeres y Equidad de Género en el Distrito Capital, y continúa las acciones que actualmente desarrolla la Secretaria Distrital de la Mujer en materia de derechos para las mujeres. La Política Pública de Mujeres y Equidad de Género- PPMYEG 2020-2030 es el resultado de un proceso histórico que promulga la igualdad de género, el reconocimiento de los derechos de las mujeres y la redistribución de recursos para la consecución de una igualdad efectiva y justa. “La Administración Distrital entrega hoy esta hoja de ruta para la igualdad de género. Es un conjunto de acciones y de resultados dirigidos a hacer de Bogotá una ciudad garantista de los derechos de las mujeres. Queremos que las mujeres que habitan en la capital, sean cada vez más autónomas y con mayores oportunidades para ejercer sus derechos” señaló la secretaria.

miércoles, 30 de diciembre de 2020

Mujeres de Ciencia

 

Hay una larga lista de científicas que han sido borradas de los libros de historia

Las primeras alquimistas, sanadoras, médicos y científicas en la historia occidental, fueron consideradas brujas. Estas mujeres que desarrollaron su conocimiento a base de estudios empíricos, a través de enseñanzas ancestrales fueron juzgadas como criminales, señalando que el único conocimiento válido era el que se encontraba en los libros, libros escritos por hombres.
La historia de la ciencia se podría resumir en una larga línea del tiempo de sucesos y descubrimientos protagonizado por hombres, con algunas excepciones de mujeres, merecedoras de sus honores, pero aparentemente anómala. Sin embargo, basta con documentarse a profundidad para conocer la otra historia de la ciencia, en la cual las mujeres siempre han estado presentes.

El efecto Matilda

En 1993, la historiadora de ciencia de la Universidad de Cornell Margaret Rossiter denominó la negación del reconocimiento a las científicas como el "efecto Matilda", por la sufragista y abolicionista Matilda Joslyn Gage. El efecto Matilda significa que muchas grandes mujeres han visto sus logros atribuidos injustamente a los hombres. El mecanismo es perverso, ya que convierte su propio sesgo en una realidad.

Matilda Gage fue una sufragista y abolicionista femenina del siglo XIX. En su ensayo de 1870 Woman as Inventor, arremetió contra la tendencia de los hombres a robar a las mujeres sus inventos tecnológicos. Según Rossiter, incluso sus aportaciones más decisivas han sido atribuidas a sus colegas masculinos, o incluso a sus maridos, relegando así su propio trabajo al rango de meras notas al pie. Por tanto, la importancia objetiva de las mujeres tiene poco que ver con su visibilidad pública.

Muy pocas mujeres escapan a esta regla, como lo hizo Marie Curie al ganar el Premio Nobel de Física junto a su esposo en 1903, antes de ganar el mismo premio en química ocho años después.

Un ejemplo famoso del efecto Matilda es el papel que a menudo se pasa por alto en el descubrimiento de la estructura del ADN de Rosalind Franklin, el cual es atribuido a sus colegas masculinos Watson y Crick. Otro ejemplo es el de Lise Meitner, quien no recibió el Nobel de 1944 Premio de química junto con su colega masculino por su trabajo fundamental en la fisión nuclear. O el de Marthe Gautier, quien descubrió la fuente cromosómica del síndrome de Down, pero durante muchos años se le otorgó el mérito exclusivo a un compañero suyo. Estos ejemplos destacados son solo la punta del iceberg cuando se trata de mujeres que hicieron contribuciones significativas a la historia científica y fueron recompensadas al ser eliminadas y negándoles premios y reconocimientos en su vida.

Hay estudios contemporáneos que muestran que el efecto Matilda sigue vivo aunque por lo general, más sutil que en décadas pasadas. Algunas manifestaciones contemporáneas comunes incluyen el número desproporcionadamente pequeño de nominaciones a premios y victorias de mujeres científicas, citas de estudios de mujeres científicas, oportunidades de colaboración, especialmente en algunos campos más asociados con hombres.

Se debe trabajar más duro para normalizar el concepto de mujeres científicas, incluidos los esfuerzos para aumentar la representación de las mujeres en el campo de la ciencia, entre muchos otros esfuerzos.

Qué es el efecto MatildaFoto: Le Figare Sante

martes, 29 de diciembre de 2020

CULTURA

Las Abuelas que parió la historia

En el film Abuelas, una película sobre (y con) Abuelas de Plaza de Mayo, de Cristian Arriaga, podemos verlas contando su historia en primera persona: sobre sus vidas, amores y deseos. Una historia sobre el dolor convertido en búsqueda.

Por Manuela Bares Peralta

Abuelas, una película sobre (y con) Abuelas de Plaza de Mayo es un testimonio presente de la vida de diez mujeres que construyeron sus casas, familias e historia de maneras diferentes, pero una época inundada por el terror y la pérdida las hizo encontrarse para siempre. Es una de las primeras veces que escuchamos entremezclarse las voces de Estela de Carlotto, Delia Giovanola, Sonia Torres, Ledda Barreiro, Buscarita Roa, Rosa Roisinblit, Ángela Barilia, Emilce Flores, Aída Kancepolski y Berta Schubaroff hasta convertirse en un único relato, el de su búsqueda; pero también el de quiénes eran y quiénes son ahora. La búsqueda de las abuelas abarcó países y generaciones, fue una de las primeras reivindicaciones compartidas y la gesta empecinada pero llena de esperanza de una democracia inmadura e imperfecta que quería quedarse.

Esta historia es sobre ellas, sobre sus vidas, sus amores y deseos. También es una historia sobre el dolor convertido en búsqueda. La búsqueda de dos generaciones, la de los hijos y los nietos. Esos que tanto imaginaron y amaron aún sin conocerlos. La película es una invitación a conocerlas sin intermediarios, como si compartiéramos una tarde con ellas. Mirándolas a través de las pantallas, con la ternura y la emoción de quienes miran a un grupo de valientes y de quienes tienen el privilegio de escuchar un testimonio que le ganó al miedo, a las injusticias y al tiempo.

Es difícil escribir sobre las Abuelas sin pararnos en nuestra propia historia y en lo que significan en ella, aún sin saberlo. No me animo, me parece injusto. Cuando tuve el impulso de escribir esta nota, Delia llegó a mi vida. Un amigo me habló de ella, de cómo la llevó a comer locro y de cómo le gusta ir en el asiento de adelante en auto. De lo que la quería y se divertía con ella. El amor con el que la contaba en pequeñas anécdotas y gestos, era el amor con el que narramos a nuestras propias abuelas, las que nos dio la herencia, pero también la vida.

Si intentara describirla, Delia es la abuela que parió la historia, la que no nació siendo madre ni abuela, la que la desaparición de su hijo Jorgito y su nuera Estela la hizo comenzar una búsqueda, la que circuló cada jueves alrededor de la Plaza de Mayo sabiendo que nunca más iba a estar sola, que la búsqueda de su hijo y su nieto estaba destinada a trascender el tiempo.

“Soy una madre que busca a su hijo y una abuela que buscó a su nieto”, me dice Delia desde el otro lado del teléfono. Su voz te saca una sonrisa, aunque la tuvieras lejos. La tristeza y los golpes parecen haberla endurecido sólo lo suficiente para empujarla a seguir buscando a todos los que faltan. Delia enviudó a los 37 años, afrontó la desaparición de su único hijo y de su nuera, aquella nena a la que le enseñó a escribir y quiso como a una hija. También sufrió la pérdida de su nieta Virginia, que tenía sólo tres años cuando sus papás desaparecieron. Unos años después de una de las pérdidas más grandes, la de la nieta con la que compartió la búsqueda, encontró a su nieto Martín, que vivía en otro continente.

“Cuando Virginia filmó Hermanos de Sangre, un documental sobre su búsqueda para encontrar a su hermano, pidió que incluyeran una traducción en inglés porque estaba convencida que Martín podría estar en cualquier lado. Virginia tenía razón, Martín estaba en Estados Unidos”.

“En mi vida sufrí muchos golpes, el suicidio de mi nieta me destrozó. Lo único que me calma la tristeza es pensar que me regaló 35 años de su vida”. Las pérdidas de Delia son muchas, aunque las disfrace con chistes y una personalidad arrolladora. Ella es la abuela cibernética, cada viernes se conecta desde su computadora para acompañar a los nietos en sus reuniones, también es la que anda siempre con el teléfono celular a cuestas porque el llamado de Martín siempre llega, aunque esté lejos, siempre llega.

Al igual que otras madres y abuelas, Delia prefirió saber a imaginar. Ella tuvo señales de vida de Estela y Jorge, de su cautiverio en el Pozo de Banfield, del nacimiento de Martín, de que su nuera logró pasar el cordón umbilical de celda en celda para que Jorge supiera que su hijo había nacido. Los testimonios de una compañera de cautiverio la ayudaron a reconstruir lo que les pasó, pero también fueron el impulso para no dejar de buscar. Delia prefirió saber a imaginar, pero como ella misma dice, en su caso, “la realidad fue más cruel”.

Delia es la abuela de muchos porque, como ella misma dice: “está orgullosa de todos, de los que encontraron y de los que faltan”. A todos los buscó con el mismo amor y deseo con el que buscó a Martín. Pero todavía hay muchas abuelas como Sonia y Ledda que sueñan con ese reencuentro y, aunque a veces el tiempo las inquiete o el no saber si van a poder encontrarlos a todos, tienen la certeza de que si no los encuentran ellas los van a encontrar los nietos, porque la búsqueda tiene que seguir.




lunes, 28 de diciembre de 2020

Mujeres que se destacan

La asombrosa historia de una policía que pasó de volar un DC3 a ‘pilotear’ una fábrica de esmaltes

La ex oficial Valerie Delgado Ramos se convirtió en una exitosa empresaria de productos de belleza. Esta es su historia.


Valerie Delgado, exoficial y fundadora de Charlotte Cosmetics, habló con SEMANA. - Foto: Valerie Delgado, Charlotte Cosmetics

El mismo día en que la Policía Nacional perdió una piloto de avión, la sociedad ganó una emprendedora exitosa.

Aunque Valerie Delgado extraña el mundo de los aviones y las misiones especiales, también se siente muy cómoda ‘pilotando’ Charlotte Cosmetics, una exitosa fábrica de esmaltes que ya exporta a varios países.

Valerie Delgado: Charlotte Cosmetics es una empresa colombiana que creamos en 2017, junto con mi esposo, Germán.

 ¿Cómo una oficial de Policía se mete en este negocio?

V.D.: Desde muy pequeña soy una apasionada por el mundo de la belleza; hace unos años me incliné por las uñas, así que empecé a capacitarme.

Salía del trabajo a las 5 p.m. e iba a estudiar hasta las 9 o 10 de la noche, donde logré terminar mi curso en técnica de uñas, luego empezamos con un spa pequeño. Cuando iniciamos con el negocio pedí dos meses de vacaciones para atenderlo, mientras adquiríamos la experiencia y conocimientos sobre la logística y los procedimientos en general.

Con el pasar de los días, empezamos a observar que muchas personas no tienen la posibilidad de acceder a un producto de alta calidad y a un precio justo, y que tampoco pueden profesionalizarse, porque los cursos son costosos.

Así que un día le propuse a mi esposo que creáramos nuestra línea de cosméticos para uñas. Recuerdo que él me dijo: ‘¿Crees que sea una buena idea de negocio? Si es así cuenta con mi apoyo, haz el estudio de mercado’… Y bueno me arriesgué.

¿Y el capital de trabajo?

V.D.: Para iniciar solicité un préstamo en el banco e hipotecamos la casa para los trámites ante la Superintendencia de Industria y Comercio, los registros sanitarios y las certificaciones. Iniciamos con 5.000 botellas de esmaltes, pero el negocio creció tan rápido que, en dos meses, ya no teníamos productos. No nos habíamos preparado para esto.

El tema era que los dos trabajamos en la Policía y no teníamos tiempo para dedicarnos de lleno a la empresa.

Eso sí, cuando iniciamos nos apoyamos mucho en los medios tecnológicos. Todas nuestras ofertas las hacíamos por internet y teléfono, y desde nuestro spa distribuimos los productos con la ayuda de otra persona.


Era mucho sacrificio…

V.D.: Mi hora de almuerzo o mis tiempos libres los utilizaba para hacer los domicilios, porque en ese momento solo éramos los dos.

Salía del trabajo, me quitaba el uniforme y me iba para la empresa a organizar lo que estaba pendiente según la agenda.

Había días difíciles, porque yo era piloto de avión de la Policía y cuando tenía que salir a volar no podía atender el teléfono o no podía entregar pedidos y, muchas veces, por su trabajo, mi esposo tampoco podía ayudarme.

Éramos una empresa muy pequeña y no podíamos contratar aún empleados. Los dos hacíamos todo.

SEMANA: Pero después vinieron los frutos, ¿cómo fue eso?

V.D.: Tras años de trabajo, pasión por el arte y algunos estudios en administración, marketing y alta gerencia, hemos crecido un 187 %. Ahora tenemos más de 20 empleados directos y 40 indirectos. Por todo esto, nuestro lema es “Charlotte no es un negocio, es una pasión”.

¿Ya exportan?

V.D.: Enviamos pedidos a Ecuador, Perú, Curazao, Panamá y poco a poco estamos abarcando más mercados.

 ¿Dónde fabrican el esmalte?

V.D.: Nuestra planta de producción está ubicada en Bogotá y algunos de los insumos los importamos de Europa, ya que son ícono en el mercado del Nail Art.

 ¿Cómo les va en la pandemia cuando la gente ha cambiado las tendencias de consumo y ya no sale tanto?

V.D.: Gracias al trabajo que hemos realizado en estos tres años, logramos salir adelante y la pandemia fue un tema para nosotros coyuntural, el slow down (ve más despacio) obligatorio en las personas conllevo a estar mayor tiempo en las redes sociales.

A la gente les llamó la atención nuestra empresa, el servicio al cliente, el mercadeo, las capacitaciones gratuitas y sobre todo la calidad del producto.

Las ventas en pandemia aumentaron en un 40 % en comparación al 2019 y en un 50 % en las redes sociales. Estas plataformas nos sirvieron para crear estrategias de mercadeo y así lograr que las personas se enamoraran y conocieran de nuestros productos ecoamigables.

 ¿Cómo es lo de los cursos en las cárceles y otros sitios?

V.D.: Nuestra empresa cuenta con un proyecto de responsabilidad social llamado la ‘Ruta Charlotte’, el cual se creó con el fin de capacitar gratis a todas las personas que quieren aprender el arte del manicure y pedicura, especializándose en el manejo de nuestros productos.

Hace un año y medio comenzamos con esta iniciativa y ya hemos capacitado gratuitamente a más de 3.000 personas de Colombia y varios países entre ellos: Panamá, Brasil, España, Argentina, Chile, Perú, Ecuador, Cuba y Costa Rica, entre otros, donde les suministramos los productos durante la capacitación, les enseñamos nuevas técnicas y además los certificamos.

SEMANA: ¿Cuáles son los planes para el 2021?

V.D.: Continuaremos con nuestra ‘Ruta Charlotte’ por Colombia, capacitando gratis y tenemos proyectada la participación de nuestra empresa en las ferias de belleza de Bucaramanga, Medellín, Cali y Bogotá, con proyección al ámbito internacional.

Así mismo, prevemos la inauguración de nuestra Academia Charlotte con los permisos y aval de acuerdo a los protocolos del Ministerio de Educación.

 ¿Cuántos trabajadores tiene la empresa ahora?

V.D.: En la actualidad contamos con 20 empleados directos y 40 indirectos, entre ellos personas con algunas condiciones especiales, tenemos una madre cabeza de hogar sordomuda que hace unas uñas espectaculares por nombrar un caso, pero más que condiciones especiales y vulnerabilidad son personas que entregan el alma a la familia Charlotte porque sienten el apoyo, respaldo y acompañamiento en sus tareas diarias.

 ¿Cómo fue ese retiro de la Policía Nacional y de la aviación?

V.D.: Me retiré de la Policía Nacional el 24 de agosto de este año. Fue una decisión difícil, porque significó pasar de tener una estabilidad laboral y económica por vocación, amor a la patria y servicio a la ciudadanía, para trabajar por nuestro proyecto con vocación de servicio hacia la comunidad del embellecimiento de las manos.

 ¿Se siente más cómoda como miembro de la Policía o como empresaria?

V.D.: Son sentimientos encontrados. Por una parte, ingresé a la Policía Nacional por vocación, que no es más que trabajar con amor desinteresado por los demás, pero le doy continuidad a seguir trabajando por los demás desde otra área del saber como lo es el ámbito de la belleza.

Me siento mas feliz como empresaria, esta fue una oportunidad para darme cuenta de todo lo que podía hacer y lograr con mis conocimientos, capacidades y de demostrarme a mí misma de que estoy hecha.

Para mí es muy satisfactorio ver cómo las ideas y sueños cada día se van cumpliendo y aunque no sea fácil crear empresa en Colombia, es un reto para la familia Charlotte saber que esto es tuyo, que es tu proyecto, que es tu idea, que es tu empresa.

Todo esto me hace feliz y me llena de motivación cada vez más para salir adelante, y no solo por mí misma, sino por todas las personas que están a mi alrededor. Mi equipo de trabajo, encabezado por mi esposo que ha sido mi amigo, mi cómplice y mi socio siempre, brindando a mis semejantes a través de este proyecto una oportunidad de emprender y generar recursos para sus familias.

Los últimos años que trabajé en la Policía me dediqué a volar y eso es lo que más extraño: volar mi avión DC3, que para mí se convirtió en una experiencia maravillosa y única.

domingo, 27 de diciembre de 2020

Literatura

Las 16 mujeres que han ganado el Nobel de Literatura... en 119 años

 


La poetisa estadounidense Louise Glück se convirtió en la mujer número 16 en recibir el Nobel de Literatura.

Entre las 16 ganadoras, Gabriela Mistral es la única autora latinoamericana reconocida y en la lista no existen mujeres asiáticas y sólo una sudafricana que hayan obtenido este premio (Toni Morrison es afrodescendiente, nacida en Estados Unidos, y Nadine Gordimer fue hija de europeos, nacida en Sudáfrica).

Pero ¿quiénes más lo han obtenido? Aquí la lista completa de las escritoras reconocidas por la Academia Sueca.

2020: LOUISE GLÜCK (ESTADOS UNIDOS)

Glück es una poetisa estadounidense que ha sido reconocida en su país en varias ocasiones. En 1993 ganó el Premio Pulitzer de poesía por su trabajo The Wild Iris (El iris salvaje).

Es autora de once libros de poesía y uno de ensayos sobre poesía. Al español sólo se han traducido El iris salvajeLa diferencia entre la Pepsi y Coca Cola: antología de poesía norteamericana contemporáneaAratPoesía selectaLas siete edades y Averno.

Más sobre ella: Louise Glück obtiene el Nobel de Literatura

Louise Glück. Foto: AFP

LOUISE GLÜCK. FOTO: AFP

2018: OLGA TOKARCZUK (POLONIA)

Escritora, ensayista, poetisa y psicóloga, Olga Tokarczuk habla en su obra del paisaje y la cultura del sudoeste polaco.

lgunos de sus libros son Un lugar llamado antañoLa muñeca y la perla, Historias últimasEl momento del oso, Alma perdida y, el último publicado, Relatos bizarros.Olga Tokarczuk. Foto: Wikimedia Commons

OLGA TOKARCZUK. FOTO: WIKIMEDIA COMMONS

2015: SVETLANA ALEXIÉVICH (BIELORRUSIA)

Escritora y periodista, Svetlana Alexiévich nació en la ex Unión Soviética, estudió periodismo en la Universidad de Minsk y sus textos danzan entre la literatura y el periodismo.

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Alexiévich le da un lugar importante a los testimonios individuales y consigue que su trabajo sea más humano al narrar la historia de hombres y mujeres soviéticas y post soviéticas, a quienes entrevistó durante distintas guerras.

Algunas de sus obras son La guerra no tiene rostro de mujer (este libro fue adaptado como obra teatral), Los muchachos de zinc. Voces soviéticas de la guerra de AfganistánVoces de Chérnobil. Crónica del futuro, entre otros.

Svetlana Alexiévich en Kabul. Foto: Nobel Prize.org

SVETLANA ALEXIÉVICH EN KABUL. FOTO: NOBEL PRIZE.ORG

2013: ALICE MUNRO (CANADÁ)

El encanto de la cotidianidad te atrapan en los cuentos de Alice Munro.

Además del Nobel, cuentista canadiense ha ganado varios premios literarios en su país y es una de las voces más queridas actualmente.

En sus cuentos podría parecer que “no pasa nada”, pero justo es parte del encanto pues te lleva a ver la “vida de gente común” desde otro lente.

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Algunas de sus obras son Las vidas de las mujeresLas lunes de JúpiterAmistad de juventudOdio, amistad, noviazgo, amor, matrimonio Demasiada felicidad, entre varios libros más.

Alice Munro. Foto: Wikimedia Commons

ALICE MUNRO. FOTO: WIKIMEDIA COMMONS

2009: HERTA MÜLLER (ALEMANIA)

Es novelista, ensayista y poetisa: Herta Müller creció en una familia alemana-rusa llena de tabúes por las guerras y los campos de trabajo y su obra refleja ese silencio en torno a temas tan duros.

Müller suele escribir sobra la dictadura rumana, resistencia, migración y las durezas de los regímenes militarizados, y varias de sus obras tienen pasajes autobiográficos.

Algunas de sus obras son En tierras bajas, El hombre es un gran faisán en el mundo, La bestia del corazón, además de ensayos como El rey se inclina y mata.

Herta Müller. Foto: Wikimedia Commons

HERTA MÜLLER. FOTO: WIKIMEDIA COMMONS

2007: DORIS LESSING (GRAN BRETAÑA)

Feminista, comunista, pacifista, anticolonialista: Doris Lessing fue una escritora que en su obra hizo críticas muy finas y lúcidas a las desigualdades racial, social y de género.

Nació en Irán, creció en Zimbabwe y se independizó en Reino Unido. Lessing, quien murió en 2013, centró sus novelas en conflictos culturales.

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Escribió y publicó al menos 50 obras. Algunas de sus novelas son La grietaEl viento se llevará nuestras palabrasRisa africanaDentro de míLas cárceles elegidas, entre otras.

Su reacción al saber que ganó el Premio Nobel de Literatura es invaluable:

2004: ELFRIEDE JELINEK (AUSTRIA)

Novelista, dramaturga, poetisa, ensayista, guionista, traductora… ¿hay algo que Elfriede Jelinek no haga dentro de la Literatura?

La escritora austriaca es también activista feminista y en su obra hace crítica social a la clase pequeño burguesa de su país.

Su estilo va entre la prosa y la poesía y sus críticos la califican de feminista radical y aseguran que sus novelas son una provocación a la derecha.

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Algunas de sus novelas son Los amantesLa pianistaObsesión, entre muchísimas otras.

Elfriede Jelinek. Foto: Wikimedia Commons

ELFRIEDE JELINEK. FOTO: WIKIMEDIA COMMONS

1996: WISLAWA SZYMBORSKA (POLONIA)

La autora polaca fue poetisa, ensayista y traductora con varios reconocimientos literarios de su país.

Algunas de sus obras traducidas al español son Paisaje con grano de arenaDos puntos, El gran númeroAquí Correo literario, entre varias más.

La Academia Sueca describe su trabajo como “una poesía caracterizada por una simplicidad y un lenguaje ‘personal’ muy distinto al lenguaje contemporáneo y, a menudo, con un pequeño twist al final, con una llamativa combinación de espiritualidad, ingenuidad y empatía”.

Wislawa Szymborska. Foto: Wikimedia Commons

WISLAWA SZYMBORSKA. FOTO: WIKIMEDIA COMMONS

1993: TONI MORRISON (ESTADOS UNIDOS)

Toni Morrison fue una escritora estadounidense en cuya obra hablaba de la vida de las mujeres negras.

Fue una activista incansable por los derechos civiles y trabajó toda su vida en contra de la discriminación racial en su país.

Su primera obra la publicó a los 40 años y desde entonces no paró.

Escribió novelas, cuentos infantiles, libros de no ficción, obras de teatro y una ópera.

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Algunos de sus libros son Ojos azules, Jazz, Paraíso La noche de los niños, entre otros.

Toni Morrison murió el 5 de agosto del año pasado.

Toni Morrison. Foto: Wikimedia Commons

TONI MORRISON. FOTO: WIKIMEDIA COMMONS

1991: NADINE GORDIMER (SUDÁFRICA)

Es la única autora africana de la lista de ganadoras del Premio Nobel de Literatura. En su obra, Nadie Gordimer retrata los conflictos interétnicos y habla del apartheid.

La Fundación Nelson Mandela la reconoció como una escritora de “voz fuerte por la igualdad y la democracia en el mundo”.

Además, Gordimer trabajó como activista en la lucha contra el VIH-Sida.

Algunas de sus obras son La suave voz de la serpiente, Un invitado de honor, El conservador, La historia de mi hijo, Beethoven tenía algo de negro, entre muchas otras.

Nadine Gordimer. Foto: Wikimedia Commons

NADINE GORDIMER. FOTO: WIKIMEDIA COMMONS

1966: NELLY SACHS (SUECIA)

Escritora y poetisa alemana, al inicio su escritora era poesía romántica, pero durante la Segunda Guerra Mundial, al exiliarse en Suecia por ser de familia judía, su obra habló abiertamente sobre la vida de los judíos durante ese período histórico.

Su obra es recordada por enmarcar el sufrimiento de su tiempo y sus poemas están llenos de metáforas e, incluso, algunos pasajes del Antiguo Testamento.

Sus dos obras más conocidas son Viaje a la transparencia y Correspondencia.

Nelly Sachs. Foto: Wikimedia Commons

NELLY SACHS. FOTO: WIKIMEDIA COMMONS

1945: GABRIELA MISTRAL (CHILE)

Su nombre real fue Lucila Godoy Alcayaga, nacida en Coquimbo, Chile. Su pseudónimo, Gabriela Mistral, lo adoptó al combinar los nombres de dos de sus poetas favoritos: Gabriele D’Aznnunzio y Frédéric Mistral.

Poetisa, diplomática y pedagoga, Mistral es la única latinoamericana que ha sido galardonada con el Premio Nobel de Literatura.

Fue profesora, crítica y pensadora del rol de la educación pública y trabajó en varios sistemas educativos de América Latina, incluido el mexicano; además fue cónsul de su país en algunos países, como Brasil.

Algunas de sus obras son DesolaciónLos sonetos de la muerte y otros poemas elegíacosRecados, contando a Chile, entre otras.

Durante el evento de entrega del Nobel, en Suecia, Gabriela Mistral dijo “por una venturanza que me sobrepasa, soy en este momento la voz directa de los poetas de mi raza y la indirecta de las muy nobles lenguas española y portuguesa”.

Gabriela Mistral. Foto: Wikimedia Commons

GABRIELA MISTRAL. FOTO: WIKIMEDIA COMMONS

1938: PEARL BUCK (ESTADOS UNIDOS)

Conocida por sus obras que relataban la vida en China a inicios del siglo XX y sobre el constante conflicto entre Oriente y Occidente, Pearl Buck fue una escritora y activista a favor de los derechos de los niños mestizos, creando una agencia de adopción para niños y niñas concebidas y nacidas en Asia, de padres militares estadounidenses.

Aunque nació en Virginia Occidental en 1892, pasó gran parte de su juventud en China, hasta su regreso a Estados Unidos en 1935.

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Buck comenzó a escribir artículos para revistas estadounidenses en la década de los 20 y en 1930 publicó su primera novela ‘Viento del Este, viento del Oeste’.

Además de su Premio Nobel, la escritora recibió el Premio Pulitzer y la Medalla William Dean Howells por su novela La buena tierra (1931), que junto con Hijos (1932) y Un hogar dividido (1935) conformó la trilogía de la familia Wang.

A lo largo de su carrera, Pearl Buck publicó más de setenta libros.

Pearl Buck. Foto: Wikimedia Commons

PEARL BUCK. FOTO: WIKIMEDIA COMMONS

1928: SIGRID UNDSET (NORUEGA)

La ganadora del Premio Nobel de Literatura fue una apasionada por la historia medieval de Noruega y una opositora vocal del régimen nazi, Sigrid Undset es reconocida por hablar sobre el papel de la mujer en la clase media y sobre religión.

Undest huyó a Estados Unidos de Noruega en 1940 por la ocupación nazi, pero se mantuvo como una voz de la resistencia, apoyando a sus compatriotas a través de su escritura y una vez terminada la Segunda Guerra Mundial, regresó a su país.

Entre sus obras más reconocidas están Kristin Lavransdatter y Olav Audunssön, donde habla sobre el conflicto entre el amor terrenal y el amor divino.

Sigrid Undset. Foto: Wikimedia Commons

SIGRID UNDSET. FOTO: WIKIMEDIA COMMONS

1926: GRAZIA DELEDDA (ITALIA)

Originaria de Cerdeña, Deledda fue reconocida con el Nobel de Literatura por narrar la vida en su isla natal “con profundidad y simpatía hacia los problemas de la humanidad”.

¿Lo más impresionante? Aunque Grazia solo estudió cuatro años en la escuela, escribió cuentos, novelas, poemas, artículos y obras de teatro. Su primera novela fue La flor de Cerdeña.

Si en algún momento visitas la isla de Cerdeña puedes ir al pueblo de Nuoro (donde Grazia vivió y creció): ¡hay un tour para visitar los lugares donde esta escritora italiana ambientó sus novelas!

Grazia Deledda. Foto: Wikimedia Commons

GRAZIA DELEDDA. FOTO: WIKIMEDIA COMMONS

1909: SELMA LAGERLÖF (SUECIA)

A principios del siglo XX ocurrió lo que por muchos años se había evitado: que una mujer ganara el Premio Nobel de Literatura.

La primera fue Selma Lagerlöf, una maestra rural sueca que se convirtió en un símbolo feminista y apoyo constante al movimiento de las sufragistas suecas.

En 1911 pronunció estas palabras para expresar que era hora de que las mujeres tuvieran presencia política: “la mujer, con el hombre a su lado, ha creado el hogar ideal; ahora es tiempo de que las mujeres cooperen con los hombres y juntos puedan crear el Estado ideal”.

Su novela insignia es Jerusalem, pero se le recuerda con cariño por El maravilloso mundo de Nils Holgersson, un libro que ya tiene un lugar muy especial en la literatura infantil.

Selma Lagerlöf. Foto: Wikimedia Commons

SELMA LAGERLÖF. FOTO: WIKIMEDIA COMMONS





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