martes, 31 de diciembre de 2019

Feliz 2020




Termina el 2019; un año lleno de aprendizajes,
retos cumplidos  donde afianzamos 
lazos que nos unen,
 un próspero 2020 libre de violencias y con mujeres empoderadas 


María Fernanda Sarmiento Pineda

Directora 




lunes, 30 de diciembre de 2019

Mujeres en la Historia

Grandes Mujeres en la Ciencia

Sin duda la mujer en todos los tiempos ha manifestado el gran potencial de inteligencia.

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viernes, 27 de diciembre de 2019

Entrevista

Entrevista a Nadia FInk. Periodistsa y escritora argentina:


“A los niños se les enseña el ego y las niñas se les enseña la culpa”

"El feminismo es replantearte cómo te educaron, cómo miras y cómo te relacionas", dice Nadia Fink. Para ello, junto a otras, comenzó la colección "Antiprincesas", una serie de libros infantiles sobre algunas mujeres relevantes de Latinoamérica que desde hace poco han llegado a España de manos de Akal. Frida Khalo, Violeta Parra, Juana Azurduy o Evita son algunas de las mujeres sobre las que ya han escrito. Otros referentes para otra educación.

Una niña se encuentra una perra por la calle y la bautiza como Frida “porque es niña y tiene bigote”; acaba de leer la historia de Frida Kahlo. Otra, hija de madre soltera, que dice: “Mamá, Violeta también se quedó sola con sus niños”, porque acaba de conocer la historia de la cantante chilena Violeta Parra. Son los efectos que produce en las niñas Antiprincesas, la colección que muestra las luchas de mujeres latinoamericanas y rompe con los estereotipos de género de las mujeres. Una de sus creadoras es Nadia Fink, periodista y escritora argentina, que se ha atrevido a hablar a las más pequeñas sobre la vida de otras mujeres, desde el feminismo, la perspectiva de género y en su propio lenguaje. La pintora mexicana Frida Kahlo, la artista chilena Violeta Parra o la coronela boliviana Juana Azurduy, son algunas de las protagonistas de estas historias que ponen de relieve las obras y logros de todas ellas, y dejan atrás su vida romántica o sentimental.
El proyecto es una apuesta de la editorial infantil Chirimbote y se complementa con la colección Antihéroes, pensada para deconstruir la idea clásica del superhéroe fuerte y valiente que todos los niños quieren imitar. La colección se dirige a niños y niñas de entre 6 y 12 años, pero también se está utilizando en párvulos e, incluso, para adolescentes que quieren aprender las biografías de estos personajes.
Desde hace dos meses, los cuentos están disponibles en España de la mano de la editorial Akal, de Madrid. Una propuesta para hacer llegar a los niños y niñas del otro lado del Atlántico los referentes latinoamericanos desde otra mirada, “más allá de la idea de la Pocahontas”, como dice Fink.
“Antiprincesas” nace en 2015, un momento en el que el feminismo en Argentina ya tenía mucha fuerza. ¿Cómo influyó en el impulso del proyecto?
Empezamos en enero de 2015 con Frida, que fue el primero y fue un poco previo al estallido en Argentina de #NiUnaMenos, que llegó poco después y sacó a mucha gente en la calle. Queríamos mostrar historias de mujeres contadas para niñas, que era una parte que no estaba considerada para las infancias. Empezábamos a hablar desde el periodismo y las editoriales para gente adolescente y adulta, pero dejábamos las infancias para las grandes industrias. Cuando sale “Violeta Parra” en junio de ese año fue justo cuando aparece #NiUnaMenos”, y ahí se termina de dar un impulso grande a la colección Antiprincesas.
¿Cuáles son los criterios para elegir a las mujeres protagonistas de la colección?
Pensamos que fueran latinoamericanas, ya que los cuentos que leen las niñas vienen de contextos europeos y es bueno contarles su contexto latinoamericano, sus paisajes, sus colores, sus cuerpos, sus herencias y orígenes. Otra es que fueran mujeres comunes que hicieron cosas importantes. A veces nos preguntan: «¿Son feministas o no son feministas?». Bueno la mayoría de nuestras mujeres no se decían feministas, pero hicieron mucho y aportaron por el feminismo popular que estamos viviendo ahora. También pensamos en que rotaran por todas las disciplinas: hay escritoras, cantantes, luchadoras, trabas [travestis], [activistas como] las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo… La idea era que se vieran todas las posibilidades que tenemos las mujeres.
  
Pensando en el eje de la política tradicional, ¿la selección responde a un perfil político determinado?
Desde el foco de política tradicional, podría verse que hay una mirada determinada de parte nuestra, pero para nosotros la política atraviesa lo cotidiano y nos cuesta pensarlo tan limitadamente. Si lo vemos así, es más de izquierdas. Pero, por ejemplo, partimos con Frida Kahlo, que hoy es un personaje de moda y que muchas veces está vacío de contenido. Ella es la pintora lisiada que vemos en todas las carteras y almohadas y decidimos partir del estereotipo que se genera de ella para desandar la vida de otras maneras.
¿Qué tipo de estereotipos derriban los relatos que escriben?
Básicamente, los estereotipos de género, cómo las mujeres fueron contadas en los cuentos clásicos para las infancias. Mujeres que siempre estuvieron a la espera de que las rescatasen, que vivieron siempre para su imagen, cuidando su cuerpo y vestimenta, que tuvieron que seguir una tradición familiar, que siguieron un legado que no tuvo que ver con la elección o el deseo; se peleaban entre ellas y eran muy competitivas. Queríamos desandar estos estereotipos y en vez de decir que eso estaba mal, optamos por mostrar otras mujeres haciendo otro tipo de cosas. Nos pareció una manera propositiva de enseñar a las niñas espejos más reales en los que reflejarse. En cualquier cumpleaños infantil a las niñas las disfrazan de princesas y a los niños de superhéroes, y eso genera un contexto y una forma de tener que ser que es siempre inalcanzable.
Habla de “ni princesas Disney ni Barbie”, precisamente dos hitos infantiles para muchas generaciones.
Por un lado hay el tema de la belleza focalizada sólo en lo físico, una belleza que, además, es inalcanzable. Una Barbie representa una modelo y unos estándares imposibles que tienen que ver con dedicarte todo el día al cuerpo, operarte, enfermarte o, incluso, mentir, porque después vemos que cuando sacan una foto a una modelo sin Photoshop y tiene celulitis se le viene el mundo abajo. Me llama la atención cómo se sexualiza a las niñas vestidas como princesas de Disney. Una niña de ocho años no tiene formas –es regordeta o es plana–, pero no puede caber en un vestido de princesa que, además, es un dibujito animado y que tiene dimensiones irreales. Esas cinturas que no pueden existir; o el pelo necesariamente liso, porque rizado es como si fuera la antibelleza. Tiene que ver con poder ser a partir de lo imperfectas que somos y quererse como una es. A los niños se les enseña el ego y las niñas se les enseña la culpa. Ojalá que esto aporte y ayude para que las niñas crezcan con más cariño para sí mismas.
Tu fuiste educadora infantil. ¿Cómo se puede trasladar toda esta pedagogía con enfoque de género a las aulas infantiles?
Según las edades, hay diferentes estrategias. En las escuelas aún hay muchos modelos que desarmar. Hay cosas muy establecidas: desde las listas y las filas separadas por niños y niñas, que ya de por sí es una separación molesta, sobre todo si hablamos de personas trans; hasta los colores, los tipos de juegos y los juguetes o los espacios que ocupan en los patios, etc. Son cosas estructurales que hay que empezar a ver. Después habrá que ir desarmando lo más chiquito, como los problemas de matemáticas, que todavía hablan de que la mamá va a comprar verduras y el papá es arquitecto. Tenemos que desarmarlo con mucha minuciosidad y poniendo la mirada hacia el interior de cada docente porque todas estamos atravesadas por los machismos y por nuestras crianzas. Se trata de mirar profundamente cuánto nos pudo haber dañado ese tipo de estructura y hacer que las infancias de hoy lo vivan con más naturalidad para ser lo que cada quien quiera ser.
Ahora que estamos en época navideña, hay varias campañas y movimientos que han levantado el mensaje de los juguetes no sexistas. ¿Se ha avanzado algo en esa idea de mirar a las infancias sin tratar de imponer un rol de género desde pequeños?
Eso es un tema que se naturalizó por mucho tiempo y desde el feminismo se empezó a cambiar la mirada y el punto de vista. El feminismo es eso: replantearte cómo te educaron, cómo miras y cómo te relacionas. Al no haber observado nunca las infancias desde posiciones más progresistas, no nos dábamos cuenta y naturalizábamos que regalar una escobita estaba bien. Sí creo que ha empeorado el tema del rosa asociado a las niñas. Hasta las cocinitas son rosas. Más allá de eso, me parece que en el momento actual vamos a por todas: se cuestionan los juguetes, las películas, los libros… Hay una corrida de este adultocentrismo que mandó durante tanto tiempo y que está sacudiéndose porque somos generaciones que criamos con más libertades, familias criadas en democracias que, necesariamente, generaron infancias más libres y más cuestionadoras.
Muchos hombres también han empezado a mirarse y a tratar de entender de qué va todo esto. Se sienten interpelados y algunos incluso ponen en cuestión determinados modelos de masculinidad.
En nuestra colección Antihéroes pensamos cómo estos estereotipos también afectan a los niños porque les piden que sean fuertes, que se preparen para ser proveedores de su hogar, cubrir las expectativas, etc. Estos circuitos perjudican a niños y niñas. Nos parecía importante plantear que en la historia de Latinoamérica hubo hombres que no eran superhéroes, que sus superpoderes pasaban por cosas más cotidianas y que, además, enfrentaron miedos, porque ser valiente no es no tener miedo, sino enfrentarlo. Hablámos de Cortázar, del Che Guevara, de Galeano…
 
¿Qué opina del fenómeno de Las Tesis, que desde Chile se ha expandido a nivel mundial?
Ha sido increíble, es algo muy creativo, y esa creatividad en el feminismo se está imponiendo y es lo novedoso. Romper con un ritmo tan sencillo y tan simple, explicar el patriarcado con cuatro palabras cantadas, relacionando el Estado y el capitalismo. Me parece maravilloso y, más allá de la repercusión mundial, también la que ha tenido en lugares más pequeños que han buscado cómo hacerlo y han querido participar. Todo lo que se haga para interpelar a la mayor parte de gente posible me parece genial. El feminismo entiende que las cosas hay que decirlas de todas las maneras posibles, y en eso tienen mucho que ver los feminismos populares, que no se quedan en los recintos académicos, sino que salen a interpelar a todas las personas. A veces el feminismo puede ser una palabra muy fuerte para alguien o, incluso, una palabra con connotaciones negativas, pero cuando profundizan se dan cuenta de que es una manera de salvarte la vida.
Muchas mujeres hablaban de un ejercicio reparador para ellas, lo que está directamente asociado a las violencias de todo tipo que enfrentan en su cotidianidad.
Es una reparación colectiva, que es lo que ocurre con las cosas masivas. Hay personas que para mejorar un mal día van al fútbol y gritan con mucha gente, o a un concierto. Son ese tipo de cosas colectivas que también tienen algo de exorcismo, de brujería. Pararse, poner el cuerpo, acusar y señalar colectivamente es algo a lo que el feminismo va dando cada vez mejor forma.
¿Cómo el feminismo y las nuevas generaciones tendrán que enfrentar el desafío de la ultraderecha?
Si tuviera la fórmula, me hubiera presentado como candidata [se ríe]. Creo que estamos haciendo un aporte desde cada lugar que podemos para que se empoderen las infancias y se sostengan. Estas ultraderechas tiene unos rasgos muy terribles. Más allá de ser conservadoras, son poco profundas y están atravesadas por el fundamentalismo. No digo que las ultraderechas anteriores hayan sido mejores, pero tenían una base que se podían sostener desde lugares ideológicos, filosóficos o teóricos. Ahora hay un rejunte de oportunistas, con pocos estudios y muchas oportunidades, sumado al Eangelismo que creció. Esto es un error de las izquierdas y de muchas militancias sociales, que no vieron venir lo que hacía el Evangelismo en los sectores más empobrecidos; y los grandes negocios que hay detrás de todo esto: desde la explotación de cuerpos y territorios hasta el narcotráfico. Es un combo muy difícil. Pero están creciendo una gran cantidad de infancias bien distintas y bien cuestionadoras. Por eso es tan importante el feminismo popular, el que atraviesa todos los sectores, no sólo a un sector universitario que lo puede pensar desde una teoría. En el feminismo popular cada quien se encuentra feminista dentro de su propio campo de acción.

jueves, 26 de diciembre de 2019

Marca la diferencia

barack obama hablando en conferenciaUNA CERTEZA

"Si las mujeres gobernaran, el mundo sería mejor": Barack Obama

Barack Obama dio un discurso en Singapur, donde resaltó que si todas las naciones fueran gobernadas por mujeres, muchos problemas se terminarían.

Lo vimos esta semana: una coalición de mujeres ahora controla el gobierno de Finlandia. La Primer Ministro, la Ministro de Educación, la Ministro de Finanzas y la Ministro de Interior todas son mujeres, además de que los líderes de todos los partidos de esa nación también son mujeres. Ahora, el exmandatario de Estados Unidos, Barack Obama afirmó en una conferencia «Si todas las naciones del mundo fueran gobernadas por mujeres, el mundo sería mejor».
El discurso se llevó a cabo en Singapur, en un evento privado sobre liderazgo. De acuerdo con la BBC, el mandatario recalcó que –aunque las mujeres no son perfectas– son mucho mejores que los hombres, quienes muchas veces insisten en mantener el poder, sin darle espacio a alguien más. «Mujeres, quiero que sepan: ustedes no son perfectas, pero se puede decir que son mucho mejores que nosotros (los hombres)», declaró. «Si miras al mundo y sus problemas, usualmente es gente más vieja y hombres más viejos que no se quitan del camino».
Eso último lo dijo cuando se le cuestionó sobre si consideraría regresar a la política y al liderazgo en Estados Unidos. Barack Obama resaltó durante su presidencia y al terminarla, que no tenía interés en mantenerse en el poder, ya que prefiere darle espacio a otras voces. A pesar de eso, el exmandatario se ha expresado sobre la situación política de su país, criticando el gobierno de Donald Trump, y el daño que le ha hecho a la nación.
«Es importante que los líderes políticos intenten recordar que están ahí para hacer un trabajo, pero que no están para mantenerse siempre ahí. No están para mantener su vanidad personal o su propio poder».
© NurPhoto
barack obama durante conferencia en malasia
Volviendo al tema de las mujeres en la política, el mandatario cree con vehemencia que si ellas tomaran el control, el mundo cambiaría en poco tiempo. «Puedo decir con certeza que si en dos años, todas las naciones estuvieran gobernadas por mujeres, verías una mejora significativa en todos los aspectos, en casi todo, en los estándares y resultados».
A pesar de que cada vez existen más mujeres líderes alrededor del mundo, la mayoría de los países sigue controlado por hombres, los cuales -tal como señala Obama– se rehusan a renunciar a su poder, estableciendo sus propias agendas, enriqueciéndose, o buscando mantener el status que han ganado. Un ejemplo claro son los dictadores como Vladimir Putin, Nicolás Maduro o hasta las monarquías que aún siguen establecidas a pesar de ser instituciones irrelevantes para el mundo contemporáneo.
Lo cierto es que Obama generaliza. Es posible que existan mujeres con visiones como las de Donald Trump o –como la Maestra Elba Esther Gordillo– que busquen mantener el poder sin importar el efecto que tiene en la sociedad. Claro, nos gustaría pensar que las mujeres tienen una perspectiva diferente, pero todo depende de su actitud en la política, y su interés por mejorar la sociedad.

martes, 24 de diciembre de 2019

Nuestros mejores deseos para las mujeres

Mujeres en la Historia

LasTesis: "La revolución feminista es la más necesaria de la historia"


El colectivo LasTesis dijo que el éxito mundial de su coreografía "Un violador en tu camino" se debe a la "sororidad" entre miles de mujeres y que esa colaboración "desinteresada" será la clave para el triunfo de la revolución feminista.

Lo que iba a ser una pequeña performance callejera en Valparaíso se terminó convirtiendo en un himno global contra la violencia sexual que se ha llegado a entonar incluso en países tan hostiles para las mujeres como India o Líbano.
El colectivo LasTesis dijo este jueves en una entrevista con Efe que el éxito mundial de su coreografía “Un violador en tu camino” se debe a la “sororidad” entre miles de mujeres y que esa colaboración “desinteresada” será la clave para el triunfo de la revolución feminista.
“Considerando el nivel de opresión de miles de años, (la feminista) es la revolución más necesaria de la historia”, aseguró Dafne Valdés, una de las cuatro integrantes de este grupo, que nació en Valparaíso hace más de un año con la intención de acercar las teorías feministas al gran público a través del arte.
Inspiradas en los estudios de la antropóloga argentina Rita Segato, LasTesis elaboraron esta perfomance contra la impunidad y los mitos sociales que rodean a la violación, que un principio iba a formar parte de una obra teatral pero que decidieron estrenar por separado el pasado 20 de noviembre en el marco del estallido social que vive Chile.
La pegadiza canción fue adaptada a la coyuntura y dedicada a Carabineros, institución sobre la que pesan más de 190 denuncias por violencia sexual -seis de ellas por violación- ocurridas durante las protestas contra la desigualdad que sacuden al país desde hace dos meses, las más graves desde el retorno a la democracia en 1990, con al menos 24 fallecidos y miles de heridos.
“El Estado opresor es un macho violador” o “El violador eres tú, son los pacos, los jueces, el Estado, el Presidente” son algunas de las estrofas que miles de mujeres de todas las edades han entonado en distintos idiomas con una venda negra en los ojos en lugares tan dispares como México, Nueva York, Madrid y Turquía.
“Hemos visto a tantas mujeres sin conocerse que han salido a la calle… Esa es la clave, el camino: el trabajo colaborativo, la sororidad, la cooperación entre nosotras”, indicó Valdés.
“Hay muchas personas, sobre todo hombres, que no pueden comprender que mujeres y disidencia tengamos esa capacidad de organizarnos sin tener ningún otro propósito que alzar la voz”, agregó por su parte Sibila Sotomayor.
El potente estribillo del tema ha animado a muchas mujeres a denunciar públicamente sus historias de abuso.
“Nos sentimos orgullosas obviamente de nuestro trabajo, pero también nos angustia mucho que la violencia sexual sobrepase fronteras y culturas. En eso es donde hay que poner el ojo y hacer algo al respecto”, dijo Valdés.
“Esperamos que esta expresión en la calle ayude a poner estos temas sobre la mesa. El sistema judicial no da abasto, sigue violando simbólicamente, y no queda otra salida que la herramienta de la funa”, apuntó Sotomayor, quien afirmó que en Chile se produce “una violación cada 25 minutos” y que solo 3 de cada 10 terminan en denuncia.
Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), el brazo de la ONU para el desarrollo en la región, al menos 3.529 mujeres fueron asesinadas solo en 2018 por razones de género en el continente.
Las cuatro mujeres, de 31 años y que se confiesan “abrumadas” por la ingente cantidad de mensajes que están recibiendo de todas partes del mundo, participaron este jueves en un coloquio en el Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM). Tras la charla, salieron al patio del centro a realizar su famosa intervención junto a decenas de personas.
“El pueblo como colectivo es un gran bloque que avanza y que destruye el poder. Los colectivos están superando a la individualidad”, expresó en el acto Paula Cometa, quien junto con Lea Cáceres completan LasTesis, convertidas ya en un referente de la lucha feminista.

lunes, 23 de diciembre de 2019

Cultura Femenina que transforma

La primera mujer  artista Graffitera en Afganistán

PHOTOS. La première femme street artist en

¿Una mujer afgana grafitera? Puede sorprender a más de uno. 
Sin embargo, este ha sido el caso de Shamsia Hassani durante 
varios años. Si su existencia era inimaginable cuando los talibanes 
hicieron su ley, hoy es uno de los muchos ejemplos de un Afganistán 
cambiante.
 
Shamsia Hassani nació en Irán en 1988 de padres afganos y 
ahora enseña en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad 
de Kabul. Ella es una "artista de graffiti" afgana cuyas obras
 embellecen los espacios de su facultad y ciertas calles de Kabul. 
También ha participado en varios festivales en Alemania, Suiza 
y Dinamarca.
 
Si Afganistán es mucho más conocido por guerras y bombas que
por bombas de pintura, Shamsia intenta a través de su arte cambiar 
esta percepción. Ella ve su arte como una forma de lograr un cambio 
positivo. "Para pintar sobre los malos recuerdos de la guerra", dijo
 a la revista Art Radar.


Burka

Sus obras a menudo incluyen representaciones de mujeres en burkas, este
 vestido tradicional característico de las mujeres afganas y a menudo 
representado por los medios de comunicación occidentales como un símbolo 
de la opresión de las mujeres. Si Shamsia no usa uno, quiere, a través de su
 trabajo, hablar sobre aquellos que sí lo hacen.


"Dibujo mujeres en burkas a menudo en un estilo modernista en las paredes. 
Quiero hablar sobre sus vidas, encontrar una manera de sacarlas de la oscuridad, 
abrir sus mentes", dice.
PHOTOS. La première femme street artist en

Graffiti de Shamsia Hassani en Suiza, junio de 2013

"Muchas personas en todo el mundo piensan que el burka 
es el problema. Creen que si las mujeres se quitan el burka, 
no tendrán más problemas. Esto no es cierto", dice el artista. 
Cuando las mujeres lo hacen "No tienen acceso a la educación, 
es un problema mayor que el burka porque cuando se lo quitan, 
siempre lo cumplen. Tenemos que concentrarnos en los grandes problemas", 
explica.

"Sueños de graffiti"

Si la pasión de Shamsia es palpable, su práctica en las calles de Kabul es difícil. 
Como niña afgana, inevitablemente se enfrenta a una visión tradicional que complica 
su tarea. Algunos ven sus obras como vandalismo, otros creen que el lugar de las 
mujeres es "en la casa".

"No siempre tengo la oportunidad de hacer graffiti al aire libre, una vez cada dos o 
tres meses solamente. A veces, por razones de seguridad, otras veces no puedo ir a 
un área debido a la gente", ella le explica a Art Radar.

Para evitar esto, encontró el desfile en lo que llama "Sueño de Graffitis". Ella aplica 
sus bocetos a fotos de diferentes lugares en Kabul.
PHOTOS. La première femme street artist en

Un "graffiti de ensueño" de Shamsia Hassani en una foto del palacio de 
Darul Aman en Kabul

"Puedo hacer graffiti en estas fotos en mi estudio con pinceles. Es como un 
sueño de graffiti. Graffiti pero solo en mi cabeza, no es real", dice ella.

Si Shamsia no ejerce su pasión tan fácilmente como lo desea, sin embargo, 
progresa como artista y es reconocida, en Afganistán y en otros lugares. 
En 2009, estuvo entre los 10 mejores artistas seleccionados para el Premio 
de Arte Contemporáneo de Afganistán. En septiembre pasado, fue nominada 
para el Premio Artraker, un premio otorgado por una compañía inglesa que 
recompensa a los autores de las artes visuales que "inspiran a las personas y 
organizaciones a comprender mejor y reaccionar ante las guerras y los conflictos 
armados".
Suisse - Juin 2013 

domingo, 22 de diciembre de 2019

Opinión


Los mejores libros de 2019 han sido escritos por mujeres

Por demasiado tiempo, obras extraordinarias escritas por mujeres habían pasado desapercibidas. Este año, esa omisión sería imposible: la mejor producción literaria ha sido escrita por ellas.
BARCELONA — Este año termina con el regreso a nuestras librerías de dos referentes de la literatura contemporánea. La editorial Adriana Hidalgo reivindica a la argentina Hebe Uhart con las más de mil páginas que suman Novelas completas y Cuentos completos. Y Alfaguara rescata la mejor novela de la mexicana Elena Garro, Los recuerdos del porvenir, incluyendo en el volumen textos de Gabriela Cabezón Cámara, Isabel Mellado, Lara Moreno, Guadalupe Nettel y Carolina Sanín, a modo de manifiesto colectivo hispanoamericano.
Si durante estos doce meses se ha acelerado exponencialmente la reconsideración de la importancia de las grandes creadoras del siglo XX ha sido, en buena parte, gracias a la visibilidad y el reconocimiento que han obtenido obras extraordinarias escritas por mujeres. Finalmente, han empezado a ocupar el lugar protagónico que merecen. La mayoría de los mejores libros publicados durante 2019 en nuestra lengua son de autoría femenina. Aunque pertenezcan a países, tendencias o géneros distintos, comparten un lenguaje de alta intensidad, con carga tanto poética como política, y el interés por las relaciones corporales y familiares, casi siempre atravesadas por la violencia.
Se trata de ficciones que denuncian la violencia de género o la desigualdad en las sociedades humanas y —explícita o implícitamente— en la esfera editorial y en la historia de la literatura. La cuarta ola feminista y el sentido común han empezado a coincidir. Gracias a la insistencia de los grupos activistas y a la 

conciencia de la academia y del resto de instituciones —políticas y mediáticas—, la reivindicación se ha vuelto tanto conciencia como tendencia. La industria de la edición ha tomado buena nota de ello. Y las escritoras emergentes se están beneficiando, con ambición, de la confianza que el nuevo ecosistema está depositando en ellas.

Te contamos

  ¡Se acerca una semana crucial para los derechos de las mujeres en Colombia! Traemos emocionantes noticias: esta semana se debatirán en el ...