martes, 31 de enero de 2023

Educación

 ¿Qué pasa con la educación de las mujeres en Afganistán?

La prohibición educativa contra las mujeres afganas le ha costado al país 500 millones de dólares en el último año.

¿Qué pasa con la educación de las mujeres en Afganistán?
Asamblea de mujeres afganas. Foto: Istock/Sohrab Omar

lunes, 30 de enero de 2023

Patrimonio

Mujeres Chicheras en el Archivo Señal Memoria

Mujeres Chicheras en el Archivo Señal Memoria
Archivo fotográfico Señal Memoria

Por Antonio Ochoa Flórez

La película El Alma del Maíz (1995) es una historia que reconstruye uno de los conflictos sociales que se dieron a finales del siglo XVIII entre las autoridades españolas y varias mujeres indígenas y mestizas de los corregimientos de la provincia de Tunja, ocasionados por la imposición del consumo y tributo del aguardiente y la persecución que contra ellas se hizo por ser fabricantes de chicha.

(Ver cómo se realizó la restauración digital de la trilogía De amores y delitos

 

Archivo fotográfico telefilme El alma del maíz

 

Este conflicto es dramatizado por medio de las adversidades ocurridas a Salvadora, una mujer chichera de Guateque cuya historia permite reconstruir diferentes aspectos de la historia socioeconómica, la vida cotidiana y de las mujeres que habitaron el altiplano cundiboyacense a finales del periodo colonial.

 

Archivo fotográfico telefilme El alma del maíz

 

Salvadora Tapias (interpretado por la actriz Alina Lozano) personifica aquella parte de la sociedad de la Nueva Granada de finales del siglo XVIII compuesta por mujeres de orígenes humildes que vivían de la elaboración de la chicha y que establecieron sus ventas en los caminos, las afueras de las ciudades y las plazas de los pueblos.  Estas mujeres se vieron afectadas por las medidas administrativas y fiscales tomadas por la Corona española para fortalecer los ingresos de la Real Hacienda, que con frecuencia se materializaban en arbitrariedades cometidas por los administradores de las rentas reales, tal como quedó registrado en los juicios llevados a cabo en los tribunales virreinales preservados actualmente en el Archivo General de la Nación.  

Archivo fotográfico telefilme El alma del maíz

 

Cabe señalar que para la época, la chicha, una bebida ancestral indígena, fue perseguida por algunas de las autoridades coloniales civiles y eclesiásticas, quienes argumentaban que su producción no generaba impuestos, atentaba contra el orden público, la moral y las costumbres religiosas. Según las autoridades, esto causaba riñas y desacatos al interior de los resguardos, perturbando la convivencia entre blancos, indígenas y mestizos.

Sin embargo, el mundo de las mujeres chicheras era el resultado del consumo de una bebida tradicional con diversos usos y preparaciones como alimento, medicina y licor. Además, era una forma de sustento con la que muchas de ellas y sus familias sobrevivían a las penurias y crisis económicas que afectaban a sus comunidades; como la del Valle de Tenza, lugar donde se recrea la historia de la protagonista de El Alma del Maíz.

Archivo fotográfico del telefime El alma del maíz

 

Fragmento sonoro del documental sobre El Alma del Maíz entrevista a Rosario Lozano, directora de arte de la película.

(Ver documental completo en este enlace)

Archivo fotográfico del telefilme El alma del maíz

 

La escena de la foto anterior es comparada con la obra, de Ramón Torres Méndez, Entierro de un niño Valle de Tenza. Colección de Arte del Banco de la República (Ver en este enlace)  

Si quieres saber más sobre Salvadora Tapias puedes ver la película El alma del maíz completa en RTVC play.

domingo, 29 de enero de 2023

Feminismo

 

Reivindiquemos la sororidad


Hace unos meses me molesté con un grupo de mujeres por haber jugado con mi tiempo y el de una colega de forma reiterada, ya que era la tercera vez que nos pedían  organizar  una formación gratuita para ellas y no se presentaban. Aunque en las tres formaciones tuvimos gente muy valiosa, en cada formación faltaban precisamente las mismas personas, quienes además, confirmaban asistencia y al final nunca aparecían. En consecuencia, decidí hacerles un reclamo donde les expliqué que mi trabajo y mi tiempo son igual de importantes que los de ellas y que si en un futuro requerían hacer la formación conmigo ya no sería gratis, porque se había roto la confianza.

La respuesta de una de estas personas fue: “Muy feminista y todo pero muy poco sorora también.”  Obviamente su comentario me pareció de  lo más incoherente y no le di importancia en el momento, le dije que mi molestia no tenía nada que ver con falta de sororidad y dejé el rollo hasta ahí. Pero como mi cerebro funciona de formas misteriosas, a los días comencé a pensar en  cómo los términos que usamos dentro del feminismo para fortalecer nuestra lucha, casi siempre se terminan tergiversando en una nueva forma de opresión hacia nosotras mismas.

En este proceso de pensamiento escribí en mis redes sociales lo siguiente:

 “Me encanta el concepto Sororidad por todo lo que significa, pero me preocupa mucho ese mal uso que se le está dando ya que lo convierte en una nueva forma de decirnos a las mujeres que soportemos calladas los abusos de las otras…”

Cuando publiqué solo quería  drenar un poco lo que estaba sintiendo, pero enseguida varias de mis seguidoras me comentaron que en distintas oportunidades ellas también se habían sentido oprimidas por el mal uso del concepto “sororidad” , una palabra  con tanto poder y que significa tanto para nosotras las feministas.

Con el concepto de sororidad está pasando lo mismo que ha venido pasando con el concepto de empoderamiento femenino, que a pesar de ser en realidad un conjunto de estrategias para llevar a más mujeres a posiciones de poder y espacios de tomas de decisión, se termina vendiendo como la aspiración a cumplir con un modelo de mujer perfecta,  una trampa que nos lleva a otra  forma de esclavitud moderna ultra sexista.

Ante tanta desinformación muchas mujeres han decidido dejar de usar estos términos porque les han comenzado a sonar muy vacíos o en contraposición demasiado pesados y honestamente no las culpo. Sin embargo para mi no se trata de sustituir los términos o dejarlos de usar, para mi, es imperativo seguir  educando y reivindicando el verdadero significado de nuestros conceptos, necesitamos recordar que la sororidad  no consiste en ser sumisas y  soportar calladas los abusos de otras mujeres,  tampoco, en la obligatoriedad de ser amigas las unas de las otras aun cuando no tengamos nada en común.

La sororidad es un elemento sumamente importante en la lucha por la igualdad de género del que no podemos prescindir, ya que nos invita a  reconocernos y unirnos como mujeres para trabajar juntas en pro de objetivos en común, como la lucha contra la discriminación, el acoso y la violencia de género, así como la promoción de la igualdad en el empleo, la educación y la política. Además, es un concepto que está presente la vida cotidiana, en la forma en que las mujeres nos apoyamos entre nosotras en el hogar, en el trabajo, los estudios y en la comunidad.

sábado, 28 de enero de 2023

Feminismo

 

Feminismo INCómodo

Conocí a Susana Reina, fundadora de la organización con este nombre, por las RRSS que maneja de maravilla; luego personalmente, cuando me convocó junto a 11 feministas más que activamos en distintas épocas desde 1958 y con las que armó el calendario 2020 que se me quedó colgado en la puerta del consultorio cuando la OMS ordenó ¡Quedarse en casa!, aunque poco importó porque Susana lo reenvió por todas las redes y todas sus listas de mujeres dentro y fuera de Venezuela. Porque este ha sido otro de sus méritos: desde el comienzo estableció contacto directo con las feministas de América Latina y España, de manera que es la primera que se entera de las campañas iniciadas en otros países y las replica por las RRSS.

Lo he dicho muchas veces y lo repito. El feminismo venezolano hace tiempo tiene nuevas caras, muy activas y con mayor alcance de transmisión que la tuvimos nosotras, gracias a las RRSS y, desde 2020, al Zoom y otras plataformas.

Algunas asisten personalmente a las mujeres en materia de violencia y derechos sexuales y reproductivos (AVESA, Plafam, Alaplaf, CEPAZ, Tinta Violeta, etc). Otras están en la calle por algunas reivindicaciones específicas (Comadres Púrpuras, Mujeres en Lucha, etc). Otras activan en los teclados y programas de radio y TV, transmitiendo el mensaje y aquí—en primera fila—está Feminismo Inc, que diariamente se comunica por las RRSS, actualiza una web donde se pueden leer todos los artículos publicados, envía a sus reporteras (Adriana Muñoz y otras) a todos los eventos callejeros que se organicen unitariamente, edita el calendario anual y ahora edita libros.

Que Susana haya llegado tan rápido y tan lejos como activista no sorprende cuando sabemos que recién graduada como psicóloga en la UCAB, esta caraqueña fan de Los Leones se fue a Maracaibo a organizar allá la Fundación José Félix Ribas, adscrita entonces al Ministerio de Familia y que, luego, trabajó en la gobernación del Zulia. Luego dejó la administración pública y pasó a la empresa privada. Cuando la conocí ya trabajaba en una gran empresa de seguros. De ahí la ironía del INC, que nos remite al Incorporated que se agrega a los nombres de las empresas. Poco a poco Susana fue pasando de leer sobre feministas a descubrirse ella misma como tal y dar un paso adelante y fundar su organización.

Me ha enviado su primer libro, en la que la palabra INC ha sido resignificada como INCluidas, INContenibles, INCorporadas, INCómodas… El título es Incomodar para transformar (Grupo Editorial Letrame, 2021), una colección de las crónicas que ha escrito desde 2015 hasta el 2021, presentadas cronológicamente, pero agrupadas por temas en un índice.

Laura Lecuona, feminista mexicana que lo prologa, tiene razón: es su estilo coloquial y con tanta gracia lo que facilita y atrapa a los y las lectoras hasta concluir cada texto, muchas veces sobre temas espinosos, como aborto, vientres de alquiler, prostitución, violencia contra las mujeres, lenguaje inclusivo o paridad en las listas electorales y en todos los paneles de discusión que se organicen (uno de sus esfuerzos actuales). Una muestra de su estilo es cómo presenta el tema del lenguaje inclusivo a partir de una experiencia personal, cuando una amiga le pregunta “¿Se puede decir gerenta?… Claro que sí… Pero es que se oye como raro… ¿y sirvienta? ¿Eso no te suena raro? Si sirvienta es tan normal ¿Por qué no debería serlo gerenta, miembra, ingeniera, vicepresidenta?”. Al diálogo sigue la posición de Susana: insistir en el lenguaje inclusivo no es una necedad sino “una pelea de primer orden (porque) las palabras tienen poder. (Cuando) hablas haces. (Las) palabras crean mundos. Empoderan o desempoderan” (Ibíd.: 100).

Como feminista y buena lectora que labora en el medio empresarial uno de los temas que más trabaja es el de los términos al uso y nos los explica, siempre señalando lo que está detrás de ellos: la desigualdad en la educación de niños y niñas y, por tanto, del acceso a trabajos bien remunerados, lo cual se traduce en la imposibilidad de la mayoría de las mujeres para conciliar trabajo y familia.

Las nociones techo de cristal (que nos impone el patrono), escalón roto (en la escalera), suelo pegajoso (para hacer carrera), techo de cemento (que inhibe la aspiración de las propias mujeres), mansplaining (“lo que ella quiere decir es que”) …resiliencia (del machismo), backlash (retroceso del feminismo después de un gran avance) y muchos otros.

Uno que me encantó fue el de precipicio de cristal al que la mayoría masculina de cualquier organización política o empresarial lanza a las mujeres en una situación de crisis grave, porque saben que en las crisis las mujeres se crecen y suelen triunfar; pero si fracasan siempre quedará la excusa de decir que el fracaso se debe a sus incapacidades “innatas” por ser mujeres.

No sé por qué pensé de inmediato en las 3 mujeres que los hombres de la AN 2015 nombraron en la dirección después de cesar (con toda razón, dicho sea de paso) al supuesto “gobierno interino”. Ellas tendrán que dar cuenta de Monómeros, CITGO y el dineral recibido por concepto de ayuda internacional de los países que reconocieron al “interinato”. Si lo logran bien. Si fracasan …será porque son mujeres.


viernes, 27 de enero de 2023

Mujeres de Ciencia

 Las mujeres siempre hemos querido volar



“La facultad de combinación de cosas, hechos, ideas en combinaciones nuevas originales, infinitas, en constante variación”. Así definió a Ada Lovelace un ensayo escrito en 1941 que recoge Walter Isaacson en el capítulo que dedica a la matemática en Los Innovadores. Los Genios que inventaron el futuro (Debate, 2014). Una mujer capaz de crear a través de la imaginación un mundo por completo novedoso y sobre todo, de construir una nueva identidad para la mujer de su tiempo. Poeta, escritora, científica pero sobre todo, una ferviente admiradora de la libertad de las ideas, Ada Lovelace es quizás la más poderosa alegoría sobre la independencia de espíritu en una época que desconoció la individualidad y más allá de eso, despreció la inteligencia femenina como un atributo innoble e incluso falaz.

Pero por supuesto, Ada Lovelace fue mucho más que su mito. Hay innumerables escenas de su vida que muestran su temperamento indómito y su búsqueda incesante del conocimiento, pero quizás la más intrigante de todas, sea la que asegura que a los doce años, construyó un cubo con pequeños trozos de madera y anunció “que el Universo entero podría entenderse a través de las formas geométricas”. Lo hizo durante una lujosa cena familiar en la que no debía participar y además, en la que nadie parecía muy feliz por los alardes de conocimiento de la pequeña. Pero Ada, sonrió frente a las miradas de incredulidad y mostró el objeto que había construído con pulso firme. “Los números dicen la verdad” insistió. “Y por eso, creo en ellos”.

Lo más probable es que la anécdota anterior sea falsa, fruto de las incesantes habladurías, medias verdades e incluso, pequeñas mentiras que rodean a esta singular figura histórica. Pero lo que sí es muy evidente es que Lovelace, con su peculiar historia familiar a cuestas, brillante inteligencia y con un extraordinario temperamento fue un símbolo de un tipo de mujer que tardaría siglos en llegar y celebrar todo lo que Ada simbolizó. Una perspectiva acerca de lo femenino que no sólo destruyó el insistente anonimato sobre la labor de la mujer en las artes y sobre todo las ciencias, sino que además, le otorgó un rostro renovado a esa búsqueda existencial del conocimiento. Porque Ada no sólo fue científica, sino también poeta: una combinación que le dotó de un temperamento libre sin ataduras y convencida del valor de la capacidad creativa.

“Es demasiado matemática”, se llegó a decir de Ada, para describirla. Una frase con la que sus contemporáneos intentaron definir toda su rareza y lo que insistían en llamar “excentricidad”. Ada, era una mujer que sorprendía por su complejidad: poeta, escritora y apasionada por las ciencias, la hija única de Lord Byron no sólo heredó de su padre una prodigiosa habilidad mental — se decía que era capaz de sostener a la vez profundas conversaciones de filosofía, arte y ciencia — sino también, la alegría de vivir y una insólita vena de pura curiosidad intelectual que la acompañaría durante toda su vida.

Gracias a su inteligencia privilegiada, Lovelace recibió una educación peculiar y desde pequeña tuvo a su disposición no sólo los mejores libros de su época y una educación clásica, sino que también disfruto de la posibilidad de aprender acerca de rudimentos científicos, un rarísimo privilegio para una mujer de su época y de su rango social. Su madre — que tuvo el raro honor de ser la única mujer que abandonó a Lord Byron debido a sus infidelidades — se empeñó en que su hija tuviera a su disposición toda la influencia de las nuevas corrientes de pensamientos, que abarcaban desde la filosofía hasta una primitiva mirada al mundo médico.

El resultado fue que Ada Lovelace se educó en medio de una singular mezcla de conocimientos poéticos y científicos, lo que le permitió desarrollar bien pronto una percepción sobre lo científico más cercano a lo artístico que a lo mecanicista. Para ella, la ciencia era una forma de expresión de la belleza, tan válida como la palabra y la métrica. De hecho, Ada insistía en que “imaginación” era un “atributo matemático”, una forma de comprender al mundo desde el misterio y un tipo de belleza escondida entre los números, con tanta delicadeza y poder como entre las obras de arte más depuradas y extraordinarias. Y fue esa combinación insólita, quizás su mayor legado en una época en la que la identidad de la mujer era aplastada e invisibilizada por el peso de la tradición y el conservadurismo.

De los números al verso: Un puente entre las ideas.

El adinerado Charles Babbage organizaba tertulias temáticas para la alta sociedad británica en el Londres del siglo XIX. Se trataba de extraordinarios acontecimientos que reunían a los personajes más encumbrados de la ciudad pero también, a quienes el excéntrico anfitrión consideraba interesantes y parte de la élite intelectual del Imperio.

En sus salones extraordinarios, se reunieron para debatir sobre ciencia, arte y literatura desde Charles Darwin hasta Charles Dickens e incluso, hombres de dudosa fama pero enorme encanto personal como el Duque de Wellington. Para Babbage, lo realmente importante era la posibilidad de conjugar en un único lugar a las mentes más brillantes de la época. “Aprender sobre ellas como si se tratara de la vitrina de una iluminada estantería” llegó a escribir en sus extrañas memorias. “Una mirada a la rareza de la inteligencia ajena”.

Pero además de Bon Vivant y maravilloso anfitrión, Babbage era el titular de la cátedra de matemáticas en Cambridge y además de departir con la buena sociedad de la ciudad, utilizaba las fiestas para compartir teorías, conocimientos e inventos universitarios. Por supuesto, buena parte de sus invitados jamás comprendieron demasiado sus extensas explicaciones sobre modelos probabilísticos y teoremas matemáticos, hasta que invitó a Ada Lovelace, entonces de 17 años y ya por entonces con una curiosa reputación a cuestas.

Durante la velada, Baggage le mostró a Lovelace su “máquina de las diferencias” con la que llevaba extensos y complicados cálculos matemáticos. Y a diferencia del resto de la concurrencia, Ada no sólo supo que era sino que pudo detallar cómo funcionaba. Bodagge quedó deslumbrado. Mucho después, Bodagge diría que nunca se repondría de la sorpresa de la voz de aquella mujer de aspecto delicadisimo y ojos atentos, que no sólo “teorizó sobre la irracionalidad numérica sino que allí mismo, en medio de copas de Champagne y sedas, me habló sobre el encanto de los números”. Sería el principio de una larga historia, singular y maravillosa, sobre Ada Lovelace y su singular relación con Cambrige, el conocimiento científico y sobre todo, las teorías sobre los métodos matemáticos que llevaron a la creación el primer programa para computación (antes de que siquiera existieran los computadores)

Para entender la magnitud del descubrimiento de Ada, hay que analizar el hecho básico que no sólo le brindó un salto cuántico a la propuesta de Babbage sobre una máquina que analizaba el método matemático, sino que era capaz de manipular símbolos sin intervención humana. Ada no sólo creó una idea nueva a partir de la su maestro, sino que además la llevó más allá: concibió la posibilidad de una máquina capaz de operar y modular información por si misma. En otras palabras, un prototipo primitivo de ordenador.

Charles Babbage y Ada mantuvieron una amistad que se prolongó por décadas. Obsesionados por la “máquina analítica”, ambos compartieron una amplia correspondencia donde queda patente el poder de la inteligencia de Ada, pero también su enorme curiosidad en la búsqueda de una visión en la que confluyeran el arte y la ciencia. Y aunque “La máquina analítica” nunca se fabricó, la capacidad de Ada para crear y construir una percepción nueva sobre la matemática y el arte como parte de la Ciencia, continúa siendo quizás su logro más duradero y poderoso.

Porque la historia de Ada Lovelace, es la de un intelecto inquieto que encontró una forma de expresar su brillante visión del mundo a pesar de las limitaciones de género a la que la sometía el conservadurismo con que le tocó vivir y lidiar. Pero para Lovelace no existían de límites: en su abultada correspondencia con Babbage — y decenas de otros científicos de la época — la inteligencia de Lovelace plantea la percepción de la ciencia como una expresión artística a toda regla que explotó en todas sus consecuencias.

Porque Ada no solamente estudió matemáticas, sino que además, comprendió su poder e profundo valor a través de una convicción devota y perpetúa sobre el saber académico. Para Ada no había límites reales para el conocimiento: obsesionada con volar, a los doce escribió un tratado sobre sus investigaciones, que incluyó disecciones de pájaros, estudios anatómicos, cálculos matemáticos sobre la posibilidad de volar a pesar de las restricciones de la gravedad.

Pero Ada, convencida de los imposibles, construyó alas y por meses, insistió en abrirlas para volar. “Soy tan fuerte como mis obsesiones” escribió años después, sin haber logrado su sueño más disparatado pero sin atreverse a renunciar a él del todo. “Pero descubrí que volar es más de una cosa y seguiré intentándolo en cada momento de mi vida”.

Ada era el epítome de la mujer genio de su época. Pensaba como “hombre” y era además, más fuerte que todos los librepensadores de su época. Los periódicos de su época no dejaban de criticar su carácter excéntrico, extravagante, todo brillo, su célebre belleza pero además, de insistir que era “demasiado matemática”. El New York Mirror de 1833 incluso llegó a decir que Ada “era un ejemplo temible de todo lo que no debe ser una mujer” y sugirió que la “locura” de su padre se manifestaba de maneras poco benignas en una dama de extraordinaria belleza pero poca delicadeza. “Ada Byron, la única hija del ‘noble bardo’ ¡es la mujer más vulgar y basta de Inglaterra!” añadió.

Ada nunca llegó a volar, aunque insistió en hacerlo cada día de su vida “Sueño con grandes cosas” escribió a Babbage unos años antes de morir “Pero sobre todo, con seguir siendo libre, veraz y despiadada gracias a mi mente. ¿Hay algo mejor que pueda esperar para mi misma?” se preguntó. Uno de las típicos cuestionamientos que Ada se formuló durante toda su vida y a las que nunca encontró respuesta, pero le permitieron remontar el vuelo raudo y veloz de la imaginación por encima de cualquier convención impuesta.

feminismo

Foto: www.stembyme.com/vocaciones-stem/-/blogs/mujeres-steam-ada-lovelace

jueves, 26 de enero de 2023

Noches de Poesía

 




Mujeres en la historia

 




Se cree que el 26 de enero de 1795 nació en la Villa de Guaduas a quien por nombre llevaría: María Policarpa Salavarrieta Ríos, quien se desempeñó como espía al servicio de la causa patriota.

Sin duda, es la heroína por excelencia de las Colombianas, por eso, te invitamos a conversar alrededor de su legado y como su vida sirve para reflexionar hasta hoy.

Dio su vida por la causa libertadora a sus 22 años 

martes, 24 de enero de 2023

Mujer

El autocuidado no es opcional

¿Pensaste que podías cuidar de todos los demás y olvidarte de ti? Buen intento.


Imagen de IA generada en Midjourney a través de indicaciones de texto del autor.

Consecuencias negativas versus positivas

Esforzarse demasiado puede tener consecuencias negativas como agotamiento, depresión, ansiedad y resentimiento. Sin embargo, se ha demostrado que practicar el cuidado personal mejora la salud mental y física, lo que incluye reducir la ansiedad y la depresión, mejorar la concentración, aumentar la felicidad y reducir el riesgo de enfermedades cardíacas, derrames cerebrales y cáncer. Sí, eso es una gran cantidad de efectos positivos al poner los pies en alto durante un minuto o 20.

Los tiempos son difíciles

El último año ha sido duro para mí, no voy a mentir. Y he estado bastante tiempo en la patrulla de autocuidado. De lo contrario, lo perdería, sea lo que sea “eso”.

¿Cuál es tu tiempo para mí?

Pero así soy yo. Tal vez tu idea de cuidado personal sea caminar en la nieve o hacer manualidades. Si quieres ejercitar tu cerebro con rompecabezas o un libro grande y gordo, hazlo. Y no se sienta culpable por "simplemente sentarse allí". Tus neuronas se activan de formas que te resultan agradables, y si te animan, es saludable. Y saludable es bueno para usted. ¡Hurra!

Planifica tu autocuidado

El tiempo es una especie de espacio en el sentido de que una casa grande aceptará todas las cosas que pueda albergar, incluso si no tenías la intención de llenarla con un sinfín de parafernalia. También es como el dinero: el mundo aceptará todo el dinero que ganes, incluso si tienes la intención de ahorrar para todas esas cosas importantes, como la jubilación y las reparaciones, tu funeral y ese “fondo de emergencia”.

Soporte emocional

  • Escucha música que te mueva
  • llama a un buen amigo
  • Escribe un poema sobre cómo te sientes.
  • Mire una película que le guste y que se ajuste a su estado de ánimo (o tal vez vea algo que lo saque de su estado de ánimo)
  • Ten un buen llanto y escribe un diario al respecto.
  • Dale a tu perro (o gato o cualquiera que sea tu mascota) un fuerte abrazo
  • Toma una siesta de lujo a media tarde

Localización

  • Sal a caminar, deja que el sol brille en tu rostro y respira aire fresco
  • Ver un amanecer o un atardecer
  • Limpie su casa (o simplemente un armario) o cambie de lugar los muebles
  • Siéntate en tu silla favorita y levanta los pies.

Cambio de cerebro

  • Escuchar un podcast o audiolibro
  • Juega Scrabble en tu iPad o haz un rompecabezas
  • Intenta algo nuevo
  • Tomar una clase
  • Toma un instrumento y tócalo.

Físico

  • Dormir lo suficiente
  • Come alimentos realmente saludables
  • Recibe un masaje (o date un masaje )
  • Sumérjase en un baño caliente

Espiritual

  • orar o meditar
  • Contempla las maravillas del Universo
  • Mira las estrellas o habla con la luna
  • Considere su propósito en la vida
  • Reflexiona sobre lo que es significativo para ti
  • Envía amor incondicional a todas las personas en las que puedas pensar, incluyéndote a ti mismo.

cuidado sencillo

Hay tantas cosas que puedes hacer para cuidarte. Realmente, no se trata de las cosas que haces, se trata simplemente de preocuparse . Eres digno de cuidado.

Te contamos

  ¡Se acerca una semana crucial para los derechos de las mujeres en Colombia! Traemos emocionantes noticias: esta semana se debatirán en el ...