Séptima entrega
Mano a mano poético México y Colombia, países hermanos
Mano a mano poético México y Colombia, países hermanos
por:" Eugenia Castaño Bohórquez "
Aurora Amante
Administradora en institución de salud, poeta, editora, promotora cultural. Nació y radica en Morelia, Michoacán, México. Con tres publicaciones personales: " mi voluntad en letras", "bajo la sombra de mi luna", "serena" , ha participado en múltiples antologías mexicanas.
EL ORIGEN DE LA FICCIÓN
Nunca hubo espera, solo un infinito letargo.
Nunca el cielo estuvo más nublado que ese día,
ni fue el silencio serpenteando entre la bruma,
en realidad , nada existió.
Solo sé que las aves que se alojan en mi árbol
Llegaron a estar en mutis total.
Nunca hubo tanta confusión entre lluvia y llanto,
Entre la hora de dormir o despertar.
Aún así la tormenta nunca fue destructiva.
No fue el roce, el abrazo, ni el temblor por la avalancha de años,
Quedé en un mundo flotante en medio de la nada.
Hoy descubrí que no eres, nunca lo has sido… ni tu sombra está.
SOMOS NÁUFRAGOS DESNUDOS EN UN LABERINTO
Eran los días despedazados por la ansiedad
en que las calles se incendiaban de extras…
Y el poeta hallaba acomodada esa hora a su pena
comprendía que allá lejos las ametralladoras…
Germán List Arzubide
Eran días de profusas mentiras
sedientos de verdades;
en el camino se incrustaban
colores diferentes;
montaje de teatros absurdos
para encontrar una identidad.
Días de ruido, consignas,
se conjeturaban sueños.
Días de miedo;
el futuro de la gente
anidando en almas pequeñas;
escondido corriendo peligro,
tratando de escapar;
La crueldad en su mejor expresión.
Eran días de caos,
ánimos con temperatura elevada
lo que sucede cuando la angustia sofoca
queriendo sublevar al destino
que marcaba
Eran días cuando las palabras
se apenaban de existir;
mal usadas, denigradas.
Y yo, con mis sueños de loca poeta…
¡No quiero más esos días!
Ese flujo deprimente ¡No!
Que sea mi grito eco de aullido feroz,
que retumben en su centro los tímpanos,
para dejar vivir.
MIRIAM CASTILLO MENDOZA
(Chinú, Córdoba, Colombia).
Trabajadora Social, especialista en Familia y en Farmacodependencia. Promotora de la defensa de los derechos humanos e investigadora social. He publicado los poemarios “Me salva un poema” con el pseudónimo Mara Castell y “La vida es un instante” (sobre la tradición indígena zenú); el libro de crónica “Miguel Rosendo Garcés Cabrales, la gesta de un visionario” que recibió el Premio Nacional de Literatura 2014; “Triquitraque aquililá, ¿y cómo hago el poema?”, libro taller de creación poética para niños que recibió mención de honor del Programa nacional para la promoción de la lectura y escritura 2016.
Realizó investigación desde hace siete años sobre la etnia zenú, la cual plasmo en crónicas -publicadas en revistas literarias del país- y en poemas, en los cuales no utilizo signos de puntuación y juego con los espacios y silencios en los versos, tal como lo hace la lengua hoja o cenu (con c y sin tilde) en cuyo proceso de revitalización estuve vinculada en representación del Fondo Mixto para la Promoción de la Cultura y las Artes de Sucre. Coordino en Colombia Alas, el programa mexicano de promoción de la literatura infantil, soy miembro de la Unión de Escritores de Sucre y del Encuentro Nacional de Declamadores y Poetas de Chinú. El pasado 23 de octubre de 2018 recibí el homenaje nacional Colombiana por la labor de divulgación de la tradición zenú.
Me escucho a mí misma
Inicio cada instante un nuevo ciclo
y en él me escucho a mí misma
Encendida bajo la luz de la luna
mi
corta cabellera ofrenda sus hebras
mi esperanza
silva la canción
que el viento
le susurra
mi
piel se vuelve torbellino
que
desordena su embudo
de arena
de hojas
arrancadas a los árboles
de
aire que empuja
despeina
desnuda
En la penumbra juego
a detener los segundos
Me dejo
llevar cuesta abajo hacia el rio
con la
gracia de vestir mi entrega
y me
aguaito a mí misma
Recorro sin prisa el surco de la
esencia
que da sentido a
mi marcha
recojo cañahuates de amarillo encendido
me alejo de las piedras
que intenta
impedir que dance
al compás de tres por tres
cuando trina el colibrí
Estoy en la tierra y soy pez
soy ave
soy árbol
soy semilla
Nazco
renazco
soy el sumun de un ser nuevo
Soy cenu y me escucho a mí misma
Cuerpo y territorio
Este
cuerpo es el más grande resumen del territorio
Su
piel dispuesta
su oído aguzado
recogen
del murmullo del viento
las notas que lo animan
El
horizonte en un ritual lo desnuda
finas gotas de lluvia lo
nutren
Este
cuerpo es mío
me representa
estoy con él en el
aquí y ahora
Mujer tierra
mujer maíz
mujer indígena
a veces mi cuerpo habla a
gritos en mi silencio
No sé el destino de sus palabras
Pueden nadar sobre el río
o morir tostadas bajo el sol
del equinoccio de
verano
Habla mi cuerpo
eso es todo
da un poco de mí en cada sonido
es también la palabra
de los que a
golpes aprendieron a callar
Para mi cuerpo hablar es rebeldía
que solo vive en mi
silencio
es mi mirada fija en un punto que no está muerto
es mi boca sellada
es mi memoria que desanda los pasos
Tú que vienes de afuera no lo entiendes
Es de mi cuerpo la palabra muda
es de mi etnia
es de nadie
Es para ti el silencio que no escuchas
es para otros
es para
aquellos
Debilidad
grandeza
sombras
luces
todo lo hay en mi silencio
Mujer tierra
mujer maíz
mujer indígena
aprende
a leer la mudez de mis palabras
Es lo único que espero
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