Si te enfocas en la herida, el dolor se repite. Si te enfocas en la lección, te fortaleces.
Las mujeres hemos aprendido a levantarnos una y otra vez, a reconstruirnos y a transformar el dolor en fuerza. Crecemos cuando dejamos de cargar culpas y empezamos a escribir nuestra propia historia.
Tu poder está en lo que decides hacer con lo que viviste. Sanar es revolucionario.
¿Qué te ha hecho más fuerte en la vida? Comparte tu experiencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Esperamos sus comentarios