miércoles, 19 de mayo de 2021

ECONOMÍA Y FINANZAS

 

Emprendedoras: el motor para la recuperación

La gerente para la Región Andina en la Corporación Financiera Internacional (IFC), Elizabeth Martínez, hace un análisis sobre cómo el talento femenino será el motor del crecimiento económico.

Por: Elizabeth Martínez de Marcano, gerente para la Región Andina en IFC.


El desarrollo sostenible e incluyente requiere del talento femenino para dar pie a la innovación y estimular el crecimiento. Las mujeres, sin embargo, enfrentan numerosos obstáculos para participar. Según el informe Mujeres, empresas y derecho del Grupo Banco Mundial (2020), las mujeres tienen en promedio sólo las tres cuartas partes de los derechos legales otorgados a los hombres. Si las mujeres pudieran obtener los mismos ingresos que los hombres a lo largo de su vida, la riqueza global podría incrementarse 172.3 billones de dólares -un promedio de 24.586 dólares por persona- en 141 países estudiados por el Banco Mundial.

El futuro luce desafiante. La crisis generada por covid-19 representa una amenaza para la igualdad de género, pues ha disparado el desempleo, la violencia doméstica y la deserción escolar, todos factores que impactan particularmente a las mujeres. Las tasas de pérdida de empleo femenino como resultado de la pandemia son aproximadamente 1.8 veces más altas que las tasas de pérdida de empleo masculino. Las empresas propiedad de mujeres tienen 7 % más de probabilidades de cerrar sus negocios que las empresas propiedad de hombres, puesto que están concentradas en los sectores más afectados por las restricciones de salud pública (comercio minorista, hostelería, alimentos, confección).

El acceso a servicios financieros y no financieros es una barrera a vencer. Esto es especialmente notorio en Colombia. El Global Entrepreneurship Monitor (GEM), iniciativa concebida por el Babson College y la London Business School, colocó al país en primer lugar entre las economías latinoamericanas respecto a intenciones emprendedoras femeninas con una proporción de 49,4 % frente a un promedio regional de 32,3 %. No obstante, de acuerdo con datos del Msme Finance Gap 2019, el 30 % de las microempresas y pyme propiedad de mujeres en Colombia reportan restricciones crediticias, lo que representa una brecha financiera formal de 5.400 millones de dólares. Más aun, el 14,6 % de las emprendedoras colombianas abandonan sus actividades comerciales por falta de financiación.

Para la Corporación Financiera Internacional (IFC), miembro del Grupo Banco Mundial orientado al desarrollo del sector privado en países emergentes, la promoción de iniciativas con enfoque de género en Colombia es una prioridad. El año pasado, IFC lanzó el Programa de Fortalecimiento de Capacidades para Mipymes en Tiempos de Crisis con el fin de desarrollar la capacidad de sus clientes para enfrentar la pandemia. El 25 % de esas mipymes son dirigidas o propiedad de mujeres.

En el marco de la Iniciativa de Financiamiento para Mujeres Emprendedoras (The Women Entrepreneurs Finance Initiative, We-Fi), IFC y Bancamía firmaron un acuerdo para fortalecer la oferta de productos y servicios financieros a los migrantes venezolanos con el objetivo de ayudarlos a integrarse con éxito al país. La mitad de las nuevas cuentas de ahorro que se deriven del proyecto serán destinadas a mujeres.

En colaboración con Banca de las Oportunidades y Banco Caja Social, IFC desarrolla un programa para promover la inclusión financiera a mipymes bajo un esquema respaldado por el Registro de Garantías Mobiliarias existente en Colombia. Al menos 25 % de los fondos colocados serán destinados a empresas lideradas por emprendedoras.

Para promover el crecimiento, la innovación y reducir la pobreza, debemos cerrar las brechas de género en emprendimiento. Falta mucho camino por recorrer, pero soy optimista: vamos en la dirección correcta

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