10 formas de poner fin a la violencia contra las mujeres: ONU
En un mundo donde la igualdad de género es un pilar fundamental para el desarrollo sostenible, la violencia contra las mujeres persiste como una sombra oscura que amenaza la equidad y la justicia.
En este contexto, ONU Mujeres hace un llamado llamando a la acción a sobrevivientes, activistas, líderes, gobiernos y empresas. Poner fin a la violencia contra las mujeres solo es una cuestión de derechos humanos, es una responsabilidad social compartida en el cumplimiento del Objetivo de Desarrollo Sostenible 5 (ODS 5): lograr la igualdad de género y empoderar a todas las mujeres y niñas, en línea con los 10 principios del Pacto Mundial de la ONU.
Poner fin a la violencia es bueno para la sociedad y las empresas
Impacto en la sociedad
- Bienestar Social: La erradicación de la violencia contra las mujeres contribuye directamente al bienestar social. Una sociedad libre de violencia fomenta la armonía, la confianza y la cooperación entre sus miembros.
- Desarrollo Económico: La violencia de género puede tener efectos negativos en la participación económica de las mujeres. Al poner fin a esta violencia, se promueve la plena participación de las mujeres en el ámbito laboral, lo que contribuye al crecimiento económico y al desarrollo sostenible.
- Salud Pública: La violencia tiene impactos significativos en la salud pública. Al reducir la violencia contra las mujeres, se mejoran las condiciones de salud en la sociedad en su conjunto, reduciendo la carga de enfermedades y los costos asociados.
- Igualdad de Género: La violencia de género es un reflejo de las desigualdades arraigadas. Poner fin a esta violencia es esencial para avanzar hacia la igualdad de género, lo que beneficia a toda la sociedad al promover un equilibrio más justo y equitativo entre hombres y mujeres.
- Ambiente Laboral Saludable: Un ambiente laboral libre de violencia contribuye a la creación de espacios de trabajo más saludables y productivos. La violencia puede afectar negativamente la moral, la productividad y la cohesión en el lugar de trabajo.
- Retención y Atracción de Talento: Las empresas comprometidas con la eliminación de la violencia de género envían un mensaje claro sobre sus valores éticos y su compromiso con la igualdad. Esto puede influir positivamente en la atracción y retención de talento diverso.
- Desarrollo de Liderazgo Inclusivo: Abordar la violencia de género contribuye al desarrollo de un liderazgo más inclusivo. Las empresas que fomentan la igualdad de género a menudo cultivan líderes que comprenden y valoran la diversidad, lo que beneficia la toma de decisiones y la gestión eficaz.
- Reputación Corporativa: Las empresas que se comprometen activamente en la lucha contra la violencia de género construyen una sólida reputación corporativa. Esto puede aumentar la confianza del consumidor, atraer inversiones y mejorar las relaciones con los diversos grupos de interés.
- Cumplimiento Normativo y Ético: Abordar la violencia de género no solo es una cuestión ética, sino que también puede ser un requisito normativo. Cumplir con estándares éticos y legales refuerza la posición de la empresa en el mercado y minimiza los riesgos legales y de reputación.
10 formas de poner fin a la violencia contra las mujeres
1. Escucha y cree a las sobrevivientes
Cuando una mujer comparte su experiencia de violencia, da el primer paso para romper el ciclo de abuso. Es responsabilidad de todos proporcionarle el espacio seguro que necesita para hablar y ser escuchada. Al discutir casos de violencia sexual, es crucial recordar que la sobriedad, la ropa y la sexualidad de la víctima son irrelevantes. El perpetrador es el único responsable del asalto. Debemos rechazar la culpabilización de la víctima y contrarrestar la idea de que las mujeres deben evitar situaciones «peligrosas». Es vital decir: “Te escuchamos. Creemos en ti. Estamos contigo”.
2. Educa a la siguiente generación
Las lecciones que impartimos a la generación más joven moldean su perspectiva sobre género, respeto y derechos humanos. Inicia conversaciones sobre roles de género desde temprano y desafía las características asignadas tradicionalmente a hombres y mujeres. Señala estereotipos y fomenta una cultura de aceptación. Habla sobre el consentimiento, la autonomía corporal y la responsabilidad de manera adecuada para niños y niñas. Capacita a jóvenes con información sobre derechos de las mujeres para construir un futuro más equitativo.
3. Exige respuestas y servicios adecuados
Los servicios para sobrevivientes son esenciales, incluyendo refugios, líneas de ayuda y asesoramiento. La campaña de 16 Días de Activismo de Naciones Unidas llama a la acción global. Este año, la ONU y sus socios demandan inversiones para poner fin a la violencia contra mujeres. Únete para exigir a los gobiernos cubrir brechas de financiamiento, invertir en prevención, garantizar servicios esenciales, implementar medidas preventivas y recopilar datos cruciales para mejorar servicios salvavidas.
El consentimiento claro y otorgado libremente es esencial. Adopta el consentimiento claro en tu vida y habla sobre ello. Frases como «ella lo estaba pidiendo» intentan desdibujar las líneas del consentimiento sexual. Al hablar de consentimiento, no hay espacio para ambigüedades. Es imperativo educarse más sobre el consentimiento y promover su comprensión. Si ellas dicen no es no, si dicen tal vez, o no sé, es no.
5. Aprende las señales de abuso y cómo ayudar
Hay diversas formas de abuso, todas con serias consecuencias físicas y emocionales. Si te preocupa una amiga que pueda estar experimentando violencia, aprende las señales y cómo ayudarlas a encontrar seguridad y apoyo. Si crees que alguien te está maltratando, busca ayuda. No estás sola.
6. Inicia una conversación
La violencia contra mujeres y niñas es una violación de derechos humanos que perdura décadas. Es omnipresente, pero no inevitable, a menos que permanezcamos en silencio. Demuestra solidaridad con sobrevivientes y tu posición en la lucha por los derechos de las mujeres.
7. Combate la cultura de violación
La cultura de violación es el entorno social que normaliza y justifica la violencia sexual, alimentada por persistentes desigualdades de género y actitudes sobre género y sexualidad. Nominarla es el primer paso para desmantelarla. A diario, tenemos la oportunidad de examinar nuestros comportamientos y creencias para identificar prejuicios que permiten la persistencia de esta cultura. Desde nuestras actitudes hacia identidades de género hasta las políticas que respaldamos en nuestras comunidades, todos podemos tomar medidas contra la cultura de violación.
8. Financia organizaciones de mujeres
Dona a organizaciones locales que empoderan a mujeres, amplifican sus voces, apoyan a sobrevivientes y promueven la aceptación de todas las identidades y orientaciones sexuales. UN Women colabora con estas organizaciones para poner fin a la violencia contra mujeres y garantizar derechos iguales. Infórmate sobre cómo estas organizaciones previenen la violencia.
9. Responsabilidad mutua
La violencia puede manifestarse de diversas maneras, incluyendo el acoso sexual en el trabajo y en lugares públicos. Tómate un momento para llamar la atención cuando veas conductas inapropiadas: el acoso callejero, comentarios sexuales inapropiados y chistes sexistas nunca están bien. Crea un entorno más seguro desafiando a tus pares a reflexionar sobre su comportamiento y hablando cuando alguien cruza la línea. Escucha siempre a las personas sobrevivientes y asegúrate de que reciban el apoyo que necesitan.
Para combatir eficazmente la violencia de género, necesitamos comprender el problema. La recopilación de datos relevante es clave para implementar medidas preventivas exitosas y brindar el apoyo adecuado a los sobrevivientes. Las lagunas en la recolección de datos sensibles al género son más evidentes que nunca. Exige a tu gobierno invertir en la recopilación de datos sobre violencia de género. Descubre cómo UN Women trabaja para lograr un cambio radical en el uso, creación y promoción de estadísticas de género.
En última instancia, poner fin a la violencia contra las mujeres es un imperativo de la responsabilidad social y esencial, no solo por razones fundamentales de derechos humanos, sino también por los impactos positivos y duraderos que tendría en todos los aspectos de la sociedad y el mundo empresarial. La llamada a la acción es clara: la erradicación de la violencia es un paso crucial hacia un futuro más igualitario, justo y sostenible para todos.
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