jueves, 3 de abril de 2025

#Reflexiones

𝐄𝐥 𝐚𝐦𝐨𝐫 𝐫𝐨𝐦𝐚́𝐧𝐭𝐢𝐜𝐨 𝐧𝐨 𝐞𝐬 𝐧𝐞𝐮𝐭𝐫𝐚𝐥. 𝐓𝐢𝐞𝐧𝐞 𝐠𝐞́𝐧𝐞𝐫𝐨, 𝐡𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚 𝐲 𝐣𝐞𝐫𝐚𝐫𝐪𝐮𝐢́𝐚.




Marcela Lagarde nos pone frente a una realidad que muchas veces normalizamos:
Los hombres son socializados para ser amados, para recibir.
Las mujeres son socializadas para amar, para cuidar, para dar… incluso a costa de sí mismas.

Desde ahí se establece una relación afectiva profundamente desigual:
Uno espera, otra se entrega. Uno exige, otra complace. Uno es sujeto, otra es objeto.

Romper con estos patrones implica deconstruir la forma en que aprendimos a amar,
reaprender el amor propio, y construir vínculos donde ambas partes sean personas, no roles.

Porque amar no debe doler, agotar ni someter.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Esperamos sus comentarios

ponsabilidad Social

  ¿Qué es la sororidad laboral? Definición, ejemplos e impactos   En los últimos años, las conversaciones sobre igualdad de género han ganad...