Si la que resuelve siempre eres tú… ¿entonces por qué dudas de tu fuerza?
Porque sí, te han hecho creer que necesitas permiso, compañía, aprobación.
Te han dicho que eres débil, emocional, exagerada.
Te hicieron pensar que mejor no hagas olas, que esperes, que no te enfrentes.
Pero mírate.
Tú has cargado con todo. Has sostenido el mundo cuando otros no supieron ni sostenerse solos. Has llorado y aun así seguiste.
¿A qué le tienes miedo?
A tu poder.
A descubrir que ya no necesitas excusas para rugir.
Que no necesitas validación para incendiar tu camino.
Que si siempre fuiste tú quien resuelve, entonces es momento de ser también quien decide.
No eres frágil.
Eres la loba.
La que resiste.
La que recuerda.
La que despierta.
Y eso, hermana, da más miedo que cualquier lobo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Esperamos sus comentarios