lunes, 6 de enero de 2025

Igualdad

 ¿Por qué la igualdad no es suficiente? Hablemos de equidad


Por lo menos no si en tu entorno esta presente la diversidad.

Por Azucena Martínez

Si estás leyendo esto, debes saber que este es mi segundo texto en esta columna, en la cual comparto reflexiones e información sobre diversidad, equidad e inclusión. He querido iniciar con algunos conceptos básicos, pero muy importantes, para sentar las bases de reflexiones más elaboradas. Por lo pronto, vamos juntxs paso a paso.

La semana pasada hablamos de diversidad e inclusión y nos quedó pendiente abordar la equidad.

¿Alguna vez en tu empresa te has enfrentado a una conversación en la que se argumenta que todas las personas deben ser tratadas por igual?

Este es un argumento común, pero no es práctico en la vida real. Cuando se desarrollan estrategias para hacer del ambiente de trabajo un lugar igualmente seguro y beneficioso para todas las personas, las iniciativas de equidad son fundamentales. Así es: equidad, no igualdad.

¿Por qué?
Si bien el escenario ideal es contar con igualdad de oportunidades y derechos, hoy en día nadie parte de cero. Todas las personas tenemos una mezcla de características que nos hacen acreedoras de desventajas o privilegios, independientemente del nivel de esfuerzo que pongamos en nuestras labores. Esto se debe, simplemente, a las condiciones en las que llegamos al mundo.

En este contexto, asignar apoyos de forma igualitaria perpetúa —e incluso acentúa— las desventajas y los privilegios existentes.

Por eso, el concepto de equidad es tan importante. La equidad busca equilibrar estas diferencias estructurales y ofrecer un panorama más justo para todas las personas, tomando en cuenta sus circunstancias únicas.

La igualdad busca proporcionar a todas las personas empleadas acceso a los mismos recursos, independientemente de las barreras preexistentes que puedan enfrentar. Esto puede referirse a una distribución igualitaria de dinero, recursos u oportunidades entre trabajadores en un nivel similar.

La igualdad es, en muchos aspectos, un concepto beneficioso que puede impulsar la cultura de una empresa en la dirección correcta. Sin embargo, a menudo no aborda los problemas de subrepresentación o un statu quo injusto.

La equidad es distinta de la igualdad, ya que no proporciona los mismos recursos y oportunidades a todas las personas. Con la equidad, una organización reconoce que cada persona empleada tiene acceso variable a recursos y privilegios. Aquellas personas con menos acceso pueden necesitar mayor apoyo para aprovechar de manera justa las oportunidades dentro de una empresa determinada.



Con.tribu.yendo por Azucena Martínez

Azucena Martínez es estratega con más de una década de experiencia colaborando con marcas globales y un firme compromiso con la diversidad, la equidad y la inclusión (DEI). Su formación en instituciones como el Tecnológico de Monterrey, Fudan University y Cambridge Judge Business School le ha brindado bases sólidas, mientras que las experiencias compartidas con personas de contextos diversos han enriquecido su perspectiva y ampliado su visión del mundo.

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