Que no se te pase la vida esperando que un hombre cambie.
No viniste al mundo a ser maestra emocional de nadie, ni a mendigar amor, ni a reciclar promesas vacías.
El amor no se suplica, no se negocia, no se espera eternamente.
Cada día que inviertes en esperar que alguien “madure”, “entienda”, “cambie” o “te valore”, es un día que te alejas de ti misma.
Un día más que podrías estar usando en construir tu propio camino, tus sueños, tu felicidad.
Quien quiere cambiar, cambia.
Quien quiere estar, está.
Quien te merece, no te hace esperar.
Recuerda:
No eres un proyecto de salvación.
Eres un universo entero en expansión.
Que nadie te detenga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Esperamos sus comentarios