“No dije nada. Y ese fue el problema.”
Cuántas veces a las mujeres se nos ha enseñado que callar es virtud. Que ser discretas, obedientes, silenciosas, es proteger. Que guardar el dolor, disimular el acoso, justificar la violencia… es “cuidar” a los demás.
Pero callar no nos protege, nos borra.
Callar es lo que el patriarcado espera para seguir actuando impune. Para que no incomodemos. Para que nos adaptemos. Para que desaparezcamos incluso estando presentes.
🗣️ Hablar no es traicionar. Es sanar.
🧠 Nombrar lo vivido es rebelarse contra siglos de silencio impuesto.
Hoy muchas alzamos la voz porque aprendimos que protegernos empieza por existir en voz alta.
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