Conmemoración del 15 de octubre: Día Internacional de las Mujeres Rurales
Las Mujeres Rurales: Guardianas de la Tierra y el Futuro
Las mujeres rurales no solo son productoras de alimentos y gestoras del hogar, sino que también juegan un rol fundamental en la preservación de la biodiversidad, el conocimiento ancestral, y las prácticas sostenibles que son vitales en la lucha contra el cambio climático. En América Latina, millones de mujeres rurales se encargan de la producción de cultivos para el autoconsumo y el comercio local, además de cuidar de sus familias y comunidades.
Sin embargo, a pesar de su importancia, las mujeres rurales suelen enfrentar situaciones de desigualdad y vulnerabilidad. Muchas viven en condiciones de pobreza, con limitado acceso a la educación, servicios de salud, recursos productivos y tecnologías. Estas barreras estructurales dificultan su plena participación en las decisiones económicas y políticas que impactan sus vidas y las de sus comunidades.
Luchas y Resistencias
En Colombia, la contribución de las mujeres rurales ha sido crucial para el desarrollo agrícola y el mantenimiento de las tradiciones campesinas, pero su labor sigue siendo invisibilizada en muchos aspectos. Según datos de la FAO, las mujeres rurales dedican más horas a las tareas agrícolas y domésticas que los hombres, y a menudo lo hacen sin contar con propiedad sobre la tierra o sin derechos laborales claros.
A pesar de estas dificultades, las mujeres rurales han demostrado una resiliencia admirable. Se han organizado en cooperativas, asociaciones de productoras y redes de economía solidaria para luchar por sus derechos, obtener acceso a recursos y mejorar sus condiciones de vida. Desde las campesinas hasta las indígenas, estas mujeres representan la fuerza vital que sustenta la seguridad alimentaria y la soberanía alimentaria de las comunidades rurales.
El Futuro es Rural y Femenino
En este Día Internacional de las Mujeres Rurales, es esencial reconocer que empoderar a las mujeres rurales no solo es un asunto de justicia social, sino una estrategia fundamental para combatir el hambre, promover el desarrollo sostenible y enfrentar el cambio climático. Invertir en las mujeres rurales es invertir en el futuro de nuestras comunidades, en la preservación del medio ambiente y en la lucha por un mundo más equitativo.
Es necesario que tanto el gobierno como la sociedad civil promuevan políticas que garanticen la igualdad de género en las zonas rurales, fomenten el acceso de las mujeres a la tierra y los recursos, y valoren su rol como protagonistas del cambio.
Hoy, 15 de octubre, hacemos un llamado a todas y todos para que no solo reconozcamos el valor de las mujeres rurales, sino que también nos comprometamos a trabajar por la eliminación de las barreras que aún enfrentan. Su voz, su trabajo y su lucha son esenciales para el bienestar colectivo y la sostenibilidad de nuestro planeta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Esperamos sus comentarios