Mujeres de Arte

Muere a los 106 años la pintora Carmen Herrera, una de las máximas figuras de la geometría latinoamericana

Formada en La Habana, Nueva York y París, se integró a la escena de la segunda de estas ciudades, tras su descubrimiento tardío ya en el presente siglo

Carmen Herrera: «Ya pintaba cuando tenía seis o siete años, en el suelo. Desde ahí, seguí subiendo»

La pintora cubana Carmen Herrera, que alcanzó la fama solo cuando ya era una anciana - Efe

El pasado sábado falleció en Nueva York Carmen Herrera, nacida en La Habana, hija de Antonio Xavier Herrera, propietario del diario 'El Mundo', y de Carmela Nieto, reportera del mismo. Inicialmente la futura pintora, tras sus estudios primarios realizados en París, iba para arquitecta, carrera que estudió en la década de los treinta en su ciudad natal. Casada en 1939 con el norteamericano Jesse Lowenthal, profesor de literatura que siempre creería en su proyecto creativo, fue alumna de la Art Students de Nueva York.

'Origami', por Carmen Herrera - ABC

Entre 1948 y 1954 vivieron en la capital francesa, donde ella transitó de una abstracción automatista y gestual a otra más constructiva, aunque todavía con una dimensión totémica que asoma en 'Siete' (1949), o en el tondo del mismo año 'Iberic', arranque de todo un ciclo.

En los entonces importantísimos Salons des Réalités Nouvelles, promovidos por Auguste Herbin, coincidió con su compatriota y amiga Loló Soldevilla. También fue amiga de Wifredo Lam. De nuevo en Manhattan, se codeó con Rothko, Barnett Newman o Ad Reinhardt.

Poco a poco, la pintora fue encontrando su propio espacio, en las cercanías de planteamientos como los de Elsworth Kelly o Lygia Clark, y anticipatorio en parte del minimalismo. Un trabajo callado y silencioso, desarrollado en el plano (aunque también tiene 'Estructuras monumentales' tridimensionales), con gran economía de medios. Con un color a veces rutilante y diamantino, aunque otras se limite al verde y el blanco. Entre los cuadros de esta apasionada de Zurbarán encontramos, en 1974, uno titulado 'Ávila', y otro 'Escorial'.

En el Moma, en el Guggenheim...

Carmen Herrera celebró su primera individual en 1984, en el Alternative Museum del East Village. En 1998 el Museo del Barrio mostró una selección de sus cuadros en blanco y negro. Decisivas fueron su retrospectiva de 2009 en la Ikon Gallery de Birmingham, que viajó luego al Museum Pfalzgalerie de Kaiserlauten; y en 2016 la del Whitney, que luego se vio en Dusseldorf, en la Kunstsammlung Nordrhein-Westfalen. Desde 2010 trabajaba con Lisson.

La obra de esta pintora rigurosa y sensible está presente en el MoMA, el Guggenheim y el Metropolitan; en la National, el Hirschorn y la Smithsonian de Washington; en el Museum of Fine Arts de Boston; en el LACMA de Los Ángeles, en el Walker Art Center de Minneapolis… En España se han visto piezas suyas en 2011 en 'América fría', en la Fundación Juan March, así como, en 2018, en 'París pese a todo', en el Reina Sofía. Ahora mismo participa en otra, sensacional, de abstractas, que tras su paso por el Pompidou puede contemplarse en el Guggenheim de Bilbao. De su prehistoria cubana sabemos que estuvo llena de sobresaltos. Tampoco faltaron más tarde: su hermano Antonio logró salir de las cárceles castristas gracias a la intercesión que ella obtuvo de su tío el cardenal Herrera Oria.