martes, 27 de diciembre de 2022

Mujeres en la ciencia

Egeria, la gallega que fue la primera viajera de la historia

La increíble y poco conocida historia de esta gallega del siglo IV que recorrió todo el mundo conocido describiendo lo que veía

En 1884, un investigador italiano encontró algo extraño mientras estudiaba un códice medieval en la Biblioteca de Arezzo, Italia. Algunas de las páginas no coincidían entre sí hasta que se dio cuenta de que eran manuscritos distintos. Unas páginas pertenecían a un texto de San Hilario de Poitiers. El resto de las páginas, de las que faltaban algunas del inicio y también del final, formaban un curioso relato de un viaje escrito por una mujer hablando en primera persona.

Se trataba de unas cartas en las que esta mujer contaba su aventura, un diario de viaje, que escribía a sus señoras y hermanas en su tierra de origen, Gallaecia (Galicia). Entre los años 381 y 384 de nuestra Era, esta gallega realizó un viaje extraordinario a Tierra Santa, un viaje de más de 5.000 kilómetros que la convirtió en la primera gran viajera de la historia que dejó constancia de su aventura, mil años antes que Marco Polo. Su nombre era Egeria y esta es la historia de su aventura por el mundo conocido en aquel momento.

Desde el descubrimiento de las cartas, se especularon con otros nombres antes que el de Egeria, hasta que en 1903 un monje Benedictino daba el nombre definitivo de la gallega. El texto original que escribió Egeria, conocido como “Itinerarium ad Loca Sancta” sigue en la Biblioteca de Arezzo, a disposición de los investigadores.

Biblioteca di Città di Arezzo. https://es.wikipedia.org

Para fijar las fechas de la peregrinación, hubo que recurrir a algunas pistas que la gallega da sobre algunos obispos y personalidades que nombra en su diario, encajando nombres conocidos con sus períodos. De esta manera fue posible acotar su viaje entre el año 381 y el 384, en que emprendió la vuelta a casa, aunque parece que nunca consiguió regresar a su tierra.

Fragmento del Itinerarium de Egeria. https://letralia.com 

Egeria narra su aventura con detalle por el mundo conocido en aquella época, desde Gallaecia, la antigua provincia romana que abarcaba la actual Galicia, parte de Portugal, Asturias y León hasta Tierra Santa.

Gallaecia en el Siglo IV. https://es.wikipedia.org 

Se cree que era una mujer con una buena posición social para poder afrontar tamaña empresa, y que incluso que podría ser pariente del Emperador Teodosio, ya que contó con escolta militar romana en algunos de los territorios que atravesó. Su viaje abarcó la práctica totalidad del Imperio Romano y su intención era visitar todos los lugares que Santa Helena de Constantinopla había recuperado para el cristianismo un Siglo antes.

Santa Helena con la Vera Cruz. Francesco Morandini.

Su relato se inicia ascendiendo el Sinaí (recordemos que falta el comienzo y el final del relato) pero podemos imaginar cómo comenzó su itinerario. Habría partido desde algún punto de Gallaecia y, siguiendo la Vía Domitia, cruza en barco el Mar Adriático hasta llegar a Constantinopla. Desde ahí parte a Jerusalén, donde se queda durante tres años visitando los lugares bíblicos y después viaja a Egipto, donde visita Alejandría, atraviesa el Nilo y llega hasta el Mar Rojo.

El viaje de Egeria. https://luciaarodrigue.blogspot.com

En su viaje de regreso, visita la Mesopotamia romana “civilizada” y regresa a Constantinopla, desde donde escribe su última carta conservada en la que dice que intentaría volver a su tierra “si tengo fuerzas”.

Recreación de Constantinopla. https://www.geopolitica.ru

En su relato se deja ver el carácter de Egeria, piadosa (que no monja, como así se hizo ver incluso en algunos sellos nacionales), culta, probablemente de familia noble y curiosa, muy curiosa, lo cual le hizo viajar con ojos bien abiertos y mente muy crítica, pidiendo explicaciones de todo lo que observa e intentando comprobar por sí misma que lo que se dice en los textos sagrados es cierto. Si no podía hacerlo, reconocía abiertamente las dudas sobre su veracidad.

Sello conmemorativo en el que se ve a Egeria como una monja. https://latunicadeneso.wordpress.com

Uno de los más divertidos ejemplos sobre su naturaleza crítica aparece cuando el Obispo de Segor les muestra el lugar en el que la mujer de Lot había sido convertida en estatua de sal. Egeria escribe en sus cartas: “Pero creedme, cuando nosotros inspeccionamos el paraje no vimos la estatua de sal por ninguna parte, para qué vamos a engañarnos”. Esta “retranca”, que abunda sobre todo al final de sus cartas, quizá reafirma aún más el origen gallego de nuestra gran aventurera…

Retrato de Egeria. http://www.sigueme.es

Parece que Egeria fue una hija aventajada de su época, moderna, reflexiva, crítica y distinta a lo que la historia nos cuenta sobre las mujeres de antaño. Desgraciadamente, como ya hemos contado, la falta de algunas hojas de su crónica hace que no podamos saber con certeza su destino final.

El Imperio Romano en el Siglo IV. https://www.world-foodhistory.com

Caprichos del destino, la famosa editora de comics “DC Comics” creaba, en 1941, al pueblo de las Amazonas, una sociedad matriarcal ficticia de superhumanas y semidiosas, basada en las amazonas de la mitología griega, a la cual pertenece la famosa Wonder Woman. Entre todas estas heroínas, la Teniente del ejército amazónico y Capitán de la Guardia era conocida como Egeria

La Egeria de DC Comics. https://dccomicsextendeduniverse.fandom.com 

Aunque no conozcamos cómo terminó su aventura, sí que podemos contar la historia de su viaje, en el que Egeria, una moderna gallega del siglo IV, cruzó tres continentes, recorrió más de 5.000 kilómetros y se convirtió en la primera viajera de la historia en dejar un documento escrito de su increíble periplo.

Otra pionera gallega. Que no caiga en el olvido.

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