1 de cada 10 mujeres sin decisión sobre anticonceptivos: Estudio
Un estudio llevado a cabo por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) pone de manifiesto que 1 de cada 10 mujeres se encuentra en condiciones que la privan de su decisión sobre métodos anticonceptivos y que diversas situaciones de desigualdad y discriminación están relacionadas con su imposibilidad de ejercer sus derechos reproductivos.
Lamentablemente, el documento hace notar que las mujeres en situaciones más vulnerables son las que sufren mayores afectaciones en su salud sexual y que aunque hemos avanzado en materia de derechos reproductivos, la lucha contra la desigualdad es vital para combatir las diversas violaciones a los derechos humanos de las mujeres. Invertir en este rubro podría cambiar el panorama internacional de la salud reproductiva en los próximos años. Entérate por qué.
Todavía hay mujeres sin decisión sobre anticonceptivos
Cada año la UNFPA publica el Estado de la Población Mundial. Este 2024, el informe recibió el título “Vidas entrelazadas, hilos de esperanza: eliminar las desigualdades en materia de salud y derechos sexuales y reproductivos”, para conmemorar el trigésimo aniversario de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo (CIPD) de 1994, evento donde se acordó tomar acciones para mejorar “la salud, los derechos y las opciones de toda la población”.
No obstante, el actual informe revela que gran parte de la población aún no ha percibido una mejora en este rubro, ya que los derechos sexuales y reproductivos se han hecho efectivos sólo para algunos, mientras que los grupos vulnerables aún tienen dificultades o están imposibilitados para tomar decisión sobre anticonceptivos y sobre su vida sexual, debido a que cuestiones de poder y oportunidades restringen su acceso y opciones a este tipo de servicios.
El estado actual llega a ser desolador, ya que el estudio indica que el 10 % de las mujeres del mundo no puede tomar sus propias decisiones sobre anticonceptivos y todavía hay un 25 % de ellas que no puede reusarse a tener relaciones sexuales.
Además, muchas mujeres carecen de atención a la salud sexual y reproductiva o presentan dificultades considerables para acceder a ella. A continuación, te decimos las principales causas.
La desigualdad económica acrecienta la brecha
El informe señala que una de los principales obstáculos en el acceso a los servicios de atención sexual y reproductiva tiene su causa en la desigualdad económica, ya que “Para demasiadas mujeres y niñas, el acceso a anticonceptivos, servicios de asistencia al parto, atención materna basada en el respeto y otros servicios vitales de salud sexual y reproductiva queda fuera de su alcance“.
Para ejemplificar este tipo de desigualdad, el informe señala casos como los siguientes:
- Las mujeres más ricas de Madagascar son 5 veces más propensas que las más pobres a dar a luz con ayuda de profesionales cualificados.
- De las mujeres identificadas como gitanas albanesas y que pertenecían al grupo socioeconómico más marginado, el 90 % tuvo problemas notables para acceder a la atención de la salud.
- Factores como el cambio climático, las crisis humanitarias y las migraciones masivas, acrecientan la vulnerabilidad de las mujeres que forman parte de grupos en situaciones vulnerables.
- Más de la mitad de muertes maternas evitables tiene lugar en países que atraviesan crisis humanitarias y conflictos.
Discriminación racial: otro problema a enfrentar
El informe del UNFPA también hace ver que la etnia o raza es un factor que incita a que muchas mujeres tengan un trato desigual en la atención obstétrica:
- Si una mujer en África sufre complicaciones durante el embarazo y el parto, tiene 130 veces más probabilidades de morir que una que vive en Europa o América del Norte.
- Las mujeres afrodescendientes que viven en América tienen más posibilidades de morir durante el parto que las mujeres blancas y la probabilidad aumenta con las que viven en Estados Unidos.
- Las mujeres de grupos étnicos indígenas tienen más probabilidades de morir por complicaciones relacionadas con el embarazo y el parto.
El estudio del Fondo identifica otras causas de discriminacion que entorpecen el acceso a la salud sexual y reproductiva, entre las que podemos mencionar la orientación sexual, el género y las capacidades diferentes.
Las personas que forman parte del colectivo LGBTQI+, las mujeres y niñas con discapacidad, las personas migrantes y refugiadas o aquellas que viven con VIH tienen más dificultades para recibir asistencia médica en temas de salud sexual y reproductiva y mayores porcentajes de acceso desigual a la atención sanitaria.
Avances, retrocesos y posibilidades
Natalia Kanem directora ejecutiva del UNFPA, indica que en el transcurso de una generación se han logrado avances, como frenar la tasa de embarazos no deseados casi una quinta parte, así como reducir las muertes maternas en un tercio y que más de 160 países tengan leyes contra la violencia doméstica.
“Nuestra labor dista mucho de acabar, pero no es imposible si contamos con inversiones sostenidas y la solidaridad de la comunidad internacional”
Natalia Kanem, directora ejecutiva del UNFPA
De acuerdo con Kanem, un gran paso para acabar con estas desigualdades sería invertir en el área de la salud sexual y reproductiva en países de ingreso medio y bajo desde ahora y hasta 2030. Una inversión de 79,000 millones de dólares, según sus cálculos, evitaría 400 millones de embarazos no deseados, salvaría la vida de un millón de personas y generaría beneficios económicos por un valor de 660,000 millones de dólares. Está claro que la mayor parte de la solución vendrá del destino de los recursos, por lo que gobiernos, organismos de salud y organizaciones deberán implementar un enfoque ESG que destine la inversión a programas, medidas y campañas que ayuden a disminuir la desigualdad en el acceso a la salud reproductiva.
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