Cinco científicas colombianas que dejan huella en la Tierra y el espacio
(CNN Español) -- Solo el 30% de las personas investigadoras en ciencia son mujeres, según el informe Women in Science de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Unesco.
Desafortunadamente, las mujeres son poco reconocidas por sus aportes a la ciencia en el campo STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, por sus siglas en inglés). Además, estudios han mostrado que las mujeres se desalientan o pierden interés en ingresar a los campos STEM a una edad temprana. Según el Pew Research Center, las mujeres siguen estando subrepresentadas en ingeniería, informática y ciencias físicas.
En Colombia, por ejemplo, solo el 37% de las personas que ocupan cargos de investigación son mujeres, según el informe Women in Science de la Unesco citado por el Centro de Objetivos de Desarrollo Sostenible para América Latina de la Universidad de Los Andes.
Colombia ocupa el puesto 15 de 20 en América Latina en temas de género e investigación, según la Unesco.
Sin embargo, muchas científicas colombianas tienen trabajos destacados en estos campos, no solo en el país, sino en el exterior.
Y en el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, hay que celebrarlas. Estas son solo algunas de las científicas colombianas que dejan su huella.
Adriana Ocampo: misiones a Marte y Júpiter en la NASA
Adriana Ocampo nació en Barranquilla, Colombia, en 1955. Tiene padre colombiano y madre argentina. Fue criada en Argentina y desde muy joven se mudó a Estados Unidos, donde desde muy temprana edad desarrolló su carrera en la NASA. Ahora es líder del proyecto Nuevas Fronteras de la NASA.
Ocampo ha participado en varios proyectos científicos como una misión a Marte y anteriormente en Júpiter —con la misión Galileo (1995-2003)— y ha estado gran parte de su vida investigando el sistema solar en la División de Ciencia Planetaria de la NASA. También, en 2016, fue líder del viaje interplanetario de la sonda espacial Juno que llegó a Júpiter para investigar el planeta más grande del sistema solar.
“El campo de la ciencia y el espacio está lleno de oportunidades excepcionales, pero todavía necesitamos más mujeres que sean parte de esa exploración espacial que es extraordinaria”, dijo a CNN en Español en 2016 desde California.
Ocampo resaltó el papel de varias mujeres que lideran la NASA, entre ellas la ingeniera Dava Newman, administradora adjunta de esa institución —segundo cargo más alto— y otras más que son “ejemplos de vida para seguir”.
“Hay muchas necesidad de tener gente joven, mujeres participando en la exploración”, concluyó.
Diana Trujillo, ingeniera aeroespacial
La caleña Diana Trujillo es ingeniera de operaciones estratégicas de la Misión Marte 2020.
Trujillo nació en Cali, Colombia, en 1983. Llegó a Estados Unidos a los 17 años, sin saber inglés, 300 dólares en el bolsillo, y un primer objetivo claro: no morirse de hambre.
Actualmente es integrante clave del equipo que diseñó y examinó el brazo robótico y dos instrumentos del explorador de la agencia espacial estadounidense, llamados Pixl y Sherloc, que forma parte de la misión Marte 2020.
Su equipo tiene que analizar la información que llega del Rover Perseverance y tomar decisiones sobre lo próximo que hará. El Perservarnce llegó a Marte luego de ocho años de trabajo y Trujillo es una de las líderes del proyecto.
En 2021, Trujillo fue galardonada con el Premio Cafam a la Mujer, que reconoce el espíritu de liderazgo de las mujeres en Colombia. Al recibir el premio, Trujillo habló sobre la importancia de inspirar a las niñas y mujeres a que participen en los campos de ciencia e investigación.
"El mensaje para las niñas que quieren hacer ciencia es que primero encuentren lo que las hace feliz, independientemente de lo que todo el mundo esté diciendo, que se aferren a ese sueño que tienen y que lean respecto a los modelos de rol que hay para que puedan trazar los pasos y los planes que quieran hacer basado en lo que otras personas han hecho y lo que no quieran hacer".
Andrea Guzmán Mesa, astrofísica e investigadora de exoplanetas
Andrea Guzmán Mesa nació en Bogotá, Colombia, estudió matemáticas en su país y actualmente cursa un doctorado en la Universidad de Bern, en Suiza, con el que investiga la "intersección entre las atmósferas de los exoplanetas, los interiores de los planetas y el aprendizaje automático", según su página web.
Desde 2018 hace parte del Centro para el Espacio y la Habitabilidad (CSH) de la Universidad de Bern, y también recibió una beca de la Unión Europea para hacer una maestría en Astrofísica. Guzmán Mesa habla español, inglés, italiano y portugués.
Actualmente es miembro de la Sociedad Suiza para la Astronomía y Astrofísica SSAA y recibió el Premio MERAC patrocinado por la Fundación MERAC, una fundación sin fines de lucro en Suiza que reconoce, alienta y promueve la investigación y la movilidad de los jóvenes Astrofísicos y Cosmólogos en Europa.
También hace parte del Centro de Competencia Nacional en investigación PlanetS, que reúne investigadores de universidades suizas que trabajan en Ciencias planetarias, y de los cuales dos de sus miembros recibieron en el 2019 el Premio Nobel de Física por su trabajo en Exoplanetas, según información de la Cancillería de Colombia.
Según ella, las ciencias exactas, en especial la astronomía, "se ha construido alrededor de un estereotipo muy marcado de género", por lo que se ha limitado el rol de las mujeres en la educación de este campo, e investigaciones propias, o cargos directivos.
"Existe entonces un rezago histórico", dijo Guzmán Mesa a CNN en un correo electrónico. "Existe aún hoy en día una importante brecha de género, la cual a pesar de que se ha avanzado en ese frente, está lejos de cerrarse".
La científica le dijo a CNN que tuvo la "fortuna" de tener una mentora que fue su modelo a seguir, lo que le facilitó encontrar un camino en su carrera. Y agrega que la baja participación de mujeres en el campo de la ciencia se debe a la "poca visibilización que se les ha dado a las científicas, todas ellas potenciales modelos a seguir, y del desconocimiento de estas por parte de la sociedad, en especial de niñas y jóvenes".
"¡No nos convertimos en lo que no vemos!", dijo Guzmán Mesa. Según dijo, no se trata de que no hayan habido mujeres en la ciencia a lo largo de los años, sino porque los aportes de ellas "fueron sistemáticamente negados por la comunidad científica y la sociedad, y debieron vivir a la sombra de sus homólogos hombres".
"Esto está mejorando pero queda mucho por hacer", aseguró.
Finalmente, dice que la ciencia debe representar "la diversidad que como humanidad tenemos" y por eso no solamente deben hacer parte de ella mujeres, sino también tener representación de género, culturas, razas, nacionalidades.
"No hacernos partícipes de algo que es transversal a todos nosotros como es la ciencia, es perder básicamente la mitad del talento y conocimiento humano", asevera, diciendo que "al tener una mirada incluyente y diversa... podremos sacar adelante muchas de las problemáticas que nos aquejan".
Blanca Huertas, bióloga
Blanca Huertas nació en Bogotá y es actualmente la curadora senior de la colección de mariposas más grande y antigua del mundo, con ejemplares que datan desde los años 1600 hasta la actualidad.
Estudió Biología en la Universidad Pedagógica en Bogotá, y después hizo una maestría en Sistemática y Biodiversidad en el Imperial College de Londres, y después un doctorado en el University College of London.
Huertas –conocida como 'Madame Butterfly', 'Dra. Butterfly', o la 'Guardiana de las mariposas'– trabaja hace 15 años en el Museo de Historia Natural de Londres.
"Conseguir este cargo, obviamente, ha sido es el sueño de cualquier persona que estudia mariposas", dice sonriendo, orgullosa de ser la guardiana de semejante colección y además, de ser una de las pocas latinas que trabaja allí.
La bióloga y un grupo de investigadores encontraron una mariposa amarilla que fue descubierta en los años de 1800 en la Sierra Nevada de Santa Marta, en el norte de Colombia. Este ejemplar vivió solo casi 100 años —99 exactamente— en la colección del Museo de Historia Natural de Londres.
Al artículo sobre el descubrimiento de este ejemplar se llama así: Cien años de soledad: el redescubrimiento de la Catasticta lycurgus, una mariposa amarilla de la Sierra Nevada de Santa Marta. Esto en honor a esas mariposas amarillas y al escritor colombiano y premio Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez.
Nubia Muñoz, investigadora sobre cáncer
Nubia Muñoz (Cali, 1940) es una de las investigadoras colombianas sobre el cáncer más importantes del país. Según el Ministerio de Salud de Colombia, fue nominada al Premio Nobel de Medicina porque gracias a sus investigaciones sobre el origen del cáncer de cuello uterino y el desarrollo de la vacuna contra el Virus del Papiloma que causa el Cáncer de Cuello Uterino.
Muñoz es médica y tiene una especialización en Patología de la Universidad del Valle. Más adelante estudió Epidemiología y Virología en la Universidad de Johns Hopkins, en Estados Unidos y finalmente llegó a Francia con una beca para trabajar en el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (IARC). Allí estuvo como investigadora en dos temporadas: 1969- 1972 y la más larga, de 1974 a 2001.
En el IARC en Lyon, Francia, Muñoz lideró investigaciones sobre "cánceres relacionados a agentes infecciosos" como el cáncer de estómago, el helicobacter pylori, el de hígado y los virus de hepatitis B y C, según su perfil en el Ministerio de Ciencias de Colombia.
Pero su investigación más importante se dio en sus estudios sobre el cáncer de cuello uterino y su relación con el virus del papiloma humano. Esa investigación permitió el desarrollo de la vacuna contra el Cáncer de Cuello Uterino, el cuarto tipo de cáncer de los que más sufren las mujeres en todo el mundo, según la OMS.
Muñoz fue reconocida en 2018 por la Fundación BBVA en la categoría de Cooperación al Desarrollo "por hacer posible una vacuna eficaz contra el cáncer de cuello de útero, una de las principales causas de muerte entre mujeres de países en vías de desarrollo".
Según el jurado de la Fundación BBVA, gracias a las investigaciones de Muñoz se desarrolló “la primera vacuna desarrollada específicamente hacia la prevención del cáncer”.
El jurado del premio destacó el trabajo de Nubia Muñoz por ser "un ejemplo de mujer investigadora que, además, ha trabajado sobre enfermedades que afectan a las mujeres, especialmente en países en vías de desarrollo”.
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