La ternura también es política
—Audre Lorde
En un mundo que nos ha enseñado a competir, a desconfiar y a sobrevivir solas, la ternura es un acto radical.

Hay que aprender a hacerlo. Estudiarlo. Ensayarlo. Equivocarnos y volver a intentar.
Porque cuidarnos con ternura —de forma mutua, consciente y sostenida— es una práctica revolucionaria.

Es resistencia. Es sororidad. Es memoria.
Y como dice Lorde, debe convertirse en hábito, no excepción.

No hay comentarios:
Publicar un comentario
Esperamos sus comentarios