Mereces amor, sin condiciones.
A veces creemos que tenemos que ganarnos el amor: ser más productivas, más bonitas, más fuertes, más pacientes.
Pero no. No tienes que demostrar nada.
No hay que ser perfecta, ni sanar por completo, ni cumplir expectativas.
Por existir. Por respirar. Por sentir.
Por ser quien eres, incluso en los días donde te cuesta reconocerte.
Amarte no significa ignorar tus sombras, sino abrazarlas con la misma ternura con la que abrazas tus luces.
El amor propio no es egoísmo: es reconocer que también tú eres digna de cariño, cuidado y descanso. 
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Esperamos sus comentarios