martes, 10 de junio de 2025

#MiCuerpoMiHistoria

 ¿๐’๐š๐›๐ž๐ฌ ๐ช๐ฎ๐ž́ ๐ฌ๐ข๐ ๐ง๐ข๐Ÿ๐ข๐œ๐š ๐ž๐ฅ ❞๐ฉ๐š๐ฌ๐š๐๐จ ๐ฌ๐ž๐ฑ๐ฎ๐š๐ฅ❞ ๐๐ž ๐ฎ๐ง๐š ๐ฆ๐ฎ๐ฃ๐žr❓๐๐š๐๐š. ๐€๐›๐ฌ๐จ๐ฅ๐ฎ๐ญ๐š๐ฆ๐ž๐ง๐ญ๐ž ๐ง๐š๐๐š.

Pero en una cultura machista, los hombres hablan del cuerpo de las mujeres como si fuera un coche de segunda mano. Usan tรฉrminos como kilometraje, desgaste, experiencia… como si nuestra historia รญntima definiera nuestro valor, nuestra dignidad o nuestra capacidad de amar.
¿Por quรฉ? Porque el patriarcado sigue creyendo que el cuerpo de una mujer le pertenece al juicio de los demรกs.
Una mujer con vida sexual activa es “promiscua”.
Una mujer reservada es “aburrida”.
Una madre soltera “no se cuidรณ”.
Una mujer sin hijos “estรก incompleta”.
Y en todos los casos, se les cuestiona la dignidad como si tuvieran que demostrarla.
¿Sabes quรฉ es realmente importante?
El consentimiento.
El respeto.
La libertad de decidir sobre el propio cuerpo sin miedo al seรฑalamiento.
Una mujer no pierde valor por haber vivido, gozado, explorado o amado.
Lo que pierde valor es la opiniรณn de quien pretende medirla con un doble rasero moral.
๐ƒ๐ž๐ฃ๐š ๐๐ž ๐ฉ๐ซ๐ž๐ ๐ฎ๐ง๐ญ๐š๐ซ ๐œ๐ฎ๐š́๐ง๐ญ๐จ๐ฌ.
๐„๐ฆ๐ฉ๐ข๐ž๐ณ๐š ๐š ๐ฉ๐ซ๐ž๐ ๐ฎ๐ง๐ญ๐š๐ซ๐ญ๐ž ๐ฉ๐จ๐ซ ๐ช๐ฎ๐ž́ ๐ž๐ฌ๐จ ๐ญ๐ž ๐ข๐ฆ๐ฉ๐จ๐ซ๐ญ๐š ๐ญ๐š๐ง๐ญ๐จ.

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๐“๐จ๐๐š๐ฌ ๐ฅ๐š๐ฌ ๐ฆ๐ฎ๐ฃ๐ž๐ซ๐ž๐ฌ ๐๐ž๐œ๐ข๐ฆ๐จ๐ฌ: ¡๐๐€๐’๐“๐€❗

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